Aquí hemos resaltado en distintas ocasiones y expresado nuestra rendida admiración por la excelsa figura de don Mario Vargas Llosa; no solo como extraordinario escritor sin cuya magnífica aportación no podría entenderse la literatura contemporánea en lengua española, sino además como valiosísimo y brillante divulgador de los principios, ideas y valores del liberalismo. Ahora bien, por ello resulta muy difícil de entender su postura a propósito de las elecciones presidenciales en el Perú, en las que ha pedido públicamente el voto por Ollanta Humala. Es cierto, como él mismo ha señalado muy atinadamente, que los electores peruanos se encuentran ante la fatídica tesitura de optar entre el sida y el cáncer terminal, pero adherirse a la candidatura de quien representa política, social y económicamente justamente todo lo contrario de lo que durante tantos años lleva venturosamente defendiendo él mismo, es cuando menos una flagrante e inexplicable contradicción; que, desde luego, no cabe atribuir a una repentina conversión al nacionalismo indígena o a la izquierda ultramontana chavista, nefastas corrientes a las que precisamente ha dedicado recientemente sus más aceradas críticas.
En este caso, Bayly tiene toda la razón del mundo. Por mucho que nos duela reconocerlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario