sábado, 20 de diciembre de 2014

TODA 'AYUDA' DEL ESTADO ES INSUFICIENTE, PERO...

He aquí mi respuesta a la pregunta propuesta por mi contrincante en ‪#‎ElPulso‬ de hoy en La Opinión de Murcia: ¿es suficiente la ayuda de 426 euros para los parados sin prestaciones? 'No; como ninguna 'ayuda' del Estado. Pero...'.

No es papel de los Gobiernos hacernos dependientes del Estado y de un reparto que, por sus mismas características antieconómicas, solo puede ser miserable, sino crear las condiciones para que la sociedad civil genere riqueza, prosperidad y, por tanto, trabajo. Así, gracias a la flexibilización de un sistema laboral rígido y heredado del franquismo, se crea empleo neto por primera vez sin que la economía crezca al 2%, y a un ritmo sin precedentes (500.000 en términos interanuales). Ya hay menos parados que los que dejó Zapatero, aunque permanecen coletazos de una crisis agudizada por el socialismo. La de 426 euros es de por sí insuficiente, como cualquier 'ayuda' del Estado, pero no se limita a la dádiva: va ligada a actividades personalizadas de búsqueda de empleo para parados de larga duración; quienes además podrán complementarla con un salario si encuentran trabajo, lo que supone un estímulo para la contratación.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

NUESTRAS IZQUIERDAS Y LAS LIBERTADES

Ya estaba tardando. Por fin Pedro Sánchez se ha atrevido a utilizar contra Mariano Rajoy, y en pleno debate en el Parlamento, el recurso dialéctico favorito de cualquier izquierdista patrio que se precie para descalificar al adversario político e ideológico: tacharle de franquista. Así de fácil: lejos del nuevo, pero al parecer ya discutido, líder del PSOE la funesta manía de razonar y argumentar, máxime en estos tiempos abonados a la visceralidad y la demagogia. Y qué menos: qué serían de nuestras izquierdas sin sus frecuentes alusiones a un dictador contra el que tantísimos años llevan luchando... retrospectivamente, puesto que se les murió en la cama de resultas de cuarenta años de vacaciones.

Sea como fuere, quizá quepa calificar más bien de 'franquista' una ley como la de la patada en la puerta, aprobada en su momento por el PSOE de Felipe González aunque posteriormente, y felizmente, declarada inconstitucional, lo que llevó a la dimisión de su patrocinador, el entonces Ministro del Interior, José Luis Corcuera; o comportamientos y maneras de proceder tan liberticidas como los espionajes supuestamente 'aleatorios' del CESID (de los que sin embargo no escapaba ni el mismísimo Rey de España) también durante el felipismo, o por SITEL ya con Zapatero y de la mano de Rubalcaba ('veo todo lo que haces y oigo todo lo que dices'), o incluso detenciones ilegales (en sentencia judicial firme) como las llevadas a cabo contra militantes del PP que, tras una manifestación de la AVT, tuvieron la mala suerte de aparecer fotografiados junto a un Bono que no fue bien recibido ('el Ministro quiere detenciones, y habrá detenciones'), y que asimismo forzaron la dimisión del entonces Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Constantino Méndez.

Y todo porque un Gobierno del PP se ha atrevido a someter a la aprobación de las Cámaras una Ley... ¡de Seguridad Ciudadana! Y eso sí que no: la derecha, genuinamente represora según los cánones de la progresía hispana, no tiene legitimidad alguna para regular en la materia, por muchos votos que haya logrado en las urnas; bastante con que se le permita gobernar. De ahí que nuestras inefables izquierdas hayan tenido a bien bautizarla como 'Ley mordaza', haciendo gala una vez más de una originalidad verdaderamente deslumbrante.

Sin embargo, la 'mordaza' se impone cuando se piden represalias contra periodistas en el libre ejercicio de su profesión y su derecho a la libertad de expresión, tal y como hace la izquierda 'ultra' y 'podemista', y no cuando se intenta impedir que se utilice el derecho de manifestación como parapeto de actitudes violentas para apropiarse, sí, de las calles por las bravas (por cierto, las concentraciones frente al Congreso, sede de la soberanía nacional, seguirán permitiéndose, al contrario que en muchos países europeos); tampoco cuando, por ejemplo, se dota de cobertura legal a quienes todos los días luchan en nuestras fronteras contra la inmigración ilegal. De todas formas, resulta sarcástico que levanten la voz contra supuestos recortes de derechos, fundamentalmente el de manifestación, los mismos que tienen como faro del mundo al régimen chavista de Venezuela, donde se dispara y asesina a manifestantes y se detiene a líderes de la oposición. Y sin que tales actos de verdadera represión les haya merecido el más mínimo reproche; bien al contrario en algún caso.

Como no podía ser de otra manera, el proyecto de Ley de Protección de Seguridad Ciudadana ha contado con el aval del Consejo de Estado como impecablemente respetuosa con los derechos y libertades fundamentales recogidos en la Constitución. Pero a nuestras izquierdas, pese a su nula autoridad moral también en materia de libertades, les encanta jugar a que se oponen a una derecha retrógada y opresora que cuando gobierna impone un Estado policial. Pero se trata de un tópico manido y gastado que pocos se creen ya. Y por sus obras les conoceréis.

martes, 16 de diciembre de 2014

CONTRA EL OCCIDENTE QUE TE TOLERA Y ACOGE

El de Man Monis, el criminal que ha mantenido secuestradas a 21 personas en un café de Sidney y provocado (él, no la Policía, que cumplió con su obligación) la muerte de dos de ellas (además de la suya propia), es un ejemplo paradigmático de un islamista que se aprovecha de la tolerancia y hasta generosidad de un país de su odiado Occidente (el satán) para cometer sus desmanes. Una vez que Australia le concedió asilo político, se permitió agradecer el gesto a su nación de acogida enviando cartas ofensivas y amenazadoras a familiares de soldados australianos que perdieron la vida en Afganistán; además, pesaban sobre él más de 40 cargos por abusos sexuales, que no tuvo empacho alguno en presentar como 'denuncias políticas' (al modo Assange), e incluso llegó a ser procesado por ser cómplice de la muerte de su exmujer, asesinato por el que no debía responder aplicando, por supuesto, sus fanáticos y misóginos cánones fundamentalistas. Todo lo cual sin que las autoridades 'aussies' hayan tenido a bien ni encerrarle, ni obligarle a volver a su país de origen.

Hasta que un mal día decidió que ya era hora de acudir a la llamada de Alá, eso sí, llevándose a unos cuantos infieles por delante. Una joyita el clérigo, al que sin embargo no le faltaban seguidores y admiradores: sin ir más lejos, su página de facebook acumulaba antes del cautiverio 14.725 'me gusta'. Y es que una parte nada despreciable de esa misma sociedad occidental que basa su razón de ser en la defensa de la dignidad y la libertad individual y los principios democráticos se encuentra moralmente muy enferma; precisamente por la alarmante pérdida de valores que lleva sufriendo desde hace décadas, lo que, favorecido por el desarrollo de corrientes como el multiculturalismo (que se empeña en colocar en pie de igualdad al Occidente liberal y democrático con respecto a otras 'culturas' liberticidas) y el pacifismo buenista (que basa su defensa de 'la paz' en la rousseaniana concepción del 'hombre bueno por naturaleza'), ha desembocado en un relativismo moral elevado paradógicamente a absoluto.

De ahí que, por ejemplo, muchos occidentales engrosen los 'ejércitos' del Estado Islámico, y que incluso se presten a desempeñar el sanguinario cometido de verdugos de los secuestrados; y que células yihadistas, no solo operen en suelo europeo, sino que cuenten con la participación de nacionales del Viejo Continente. Lo cual para el fundamentalismo islamista no denota más que la decadencia y debilidad de un Occidente al que, ahora más que nunca, cabe derrotar y borrar de la faz de la tierra. Y lo peor es que lo pueden conseguir si no reaccionamos.

domingo, 14 de diciembre de 2014

LIBRES DE ÉBOLA


En ‪#‎ElPulso‬ del diario La Opinión de Murcia, como corresponde al debate de cada sábado, respondo a la pregunta que yo mismo planteo: ¿se ha gestionado bien la crisis del ébola en España? 

57 días después de aquella zozobra que supuso el primer caso de ébola detectado en un país occidental, España ha sido declarada oficialmente país libre del virus. La coordinación entre los ámbitos político y sanitario, aunque tardara en llegar tras superar unos primeros días de desconcierto; el protagonismo concedido a los profesionales sanitarios, que han demostrado una vez más su gran competencia y preparación; y, por supuesto, la calidad de nuestro sistema sanitario, que solo parece ponerse en duda cuando gobierna la derecha, han propiciado el cumplimiento de los objetivos: curar a la auxiliar contagiada, evitar la propagación del virus y, finalmente, liberarnos definitivamente de cualquier brote. Además, transmitiendo la calma necesaria para desactivar el alarmismo generado por los bulos de los agitadores y carroñeros de turno. En suma, una razón para sentirnos serenamente orgullosos como españoles: no somos ese país chapucero y atrasado que nosotros mismos pintamos para zaherirnos.

martes, 9 de diciembre de 2014

IGLESIAS TURRIÓN, DE ENHORABUENA, SÍ



'Cualquier demócrata debería preguntarse si no sería razonable que los presos de ETA y aquellos vinculados al independentismo vasco no deberían ir saliendo de las cárceles'. He aquí, y tal y como puede advertirse en el vídeo que abre esta entrada, una de las 'perlas' del Gran e Intocable Timonel de la izquierda antisistema en las que, no solo pide la excarcelación de los etarras, sino que además ejerce de abogado defensor de la banda terrorista, que justifica su razón de ser y actividad, y sus adláteres, a los que elogia sin ambages. No es de extrañar, pues, que presos etarras se hayan dejado de zarandajas y pidan ahora el voto directamente para Podemos.

Sin embargo, a Sergio Martín, presentador y moderador del programa de debate del Canal 24 horas de TVE, le quiere crucificar la progresía mediática por atreverse a recibir al Caudillo con coleta de la siguiente guisa: '“Si uno pone Pablo Iglesias en Internet aparecen miles de vídeos del pasado, presente, del pasado lejano... Y hay uno en el que hemos visto a Pablo Iglesias defender la salida de los presos de ETA de las cárceles. Esta semana está usted de enhorabuena entonces...”. ¿Cómo no iba a estarlo si ciertos jueces de la Audiencia Nacional habían hecho realidad sus demandas? Pues bien, resaltar la obviedad de unas declaraciones y apelar sobre ellas al político que las pronunció, comportamiento que, al menos hasta ahora, cabía esperar de un periodista en un régimen democrático, de opinión pública y de libertades como las de expresión e información, resulta que es intolerable cuando el interpelado es el Cristo redivivo de la Santa y Madre Izquierda.

Hasta el punto de que hemos oído de una exministra del Gobierno más nefasto de la democracia, el de Zapatero, expresiones tales como 'hay que echar a ese tío'. ¿Por qué, por ser incómodo con el político de turno? ¿No es precisamente ese el papel de control que en una democracia debe desempeñar la prensa, el llamado 'cuarto poder', ante el poder político, sea cual sea, y nos guste particularmente o no? ¿O es que la Gloriosa Venida del Providencial Iglesias Turrión también va a cambiar el periodismo para convertirlo todo él en 'oficial' y mero apéndice del poder, como cualquier dictadura que se precie? Aunque, bueno, las respuestas a estas preguntas también se antojan obvias dadas las declaradas simpatías 'bolivarianas' del podemismo y sus secuaces.

De aquí a las 'listas negras' de periodistas 'desafectos', y a la consiguiente depuración, solo hay un paso: el de la conquista del poder. Mientras tanto, reivindiquemos el derecho a la libertad de expresión e información de cualquier ciudadano y, muy especialmente, el del periodista en su fundamental cometido en democracia; llámese Sergio Martín o, por ejemplo, Ana Pastor. Y sí, el señor Iglesias Turrión, a tenor de sus declaraciones sobre el particular, de las que de momento no ha expresado el menor arrepentimiento, está de enhorabuena por la última suelta de etarras.

sábado, 6 de diciembre de 2014

'FRACKING': REGULADO, UNA OPORTUNIDAD

Hoy, en ‪#‎ElPulso‬ de los sábados en La Opinión de Murcia, expreso mi posición particular sobre el llamado 'fracking', asunto de debate planteado por mi contrincante, y tras haberme informado y documentado con artículos y argumentos a favor y en contra. Esta es mi conclusión, resumida en 150 palabras.

El ´fracking´ consiste en extraer hidrocarburos del subsuelo introduciendo agua y productos químicos; la experiencia de su práctica combinada con la tecnología lo han convertido en seguro y respetuoso con el medio ambiente. Así, se inició hace 65 años en Estados Unidos, donde, además de no haber sufrido las diez plagas bíblicas que ciertos profetas del Apocalipsis llevan anunciando, han conseguido bajar el precio del gas un 44%, frente a una subida del 23% en Europa. De ahí que países antes reacios como el Reino Unido hayan optado por regular su práctica, al igual que la misma Unión Europea. Porque, adoptando los debidos controles, es una oportunidad para autoabastecerse y abaratar los precios energéticos. Aunque hagamos caso a los ecologistas de salón que hacen negocio con el miedo, sigamos dependiendo de países como Argelia y ´disfrutando´ de una energía cara e ineficiente. Eso sí, a ´verdes´ no nos ganará nadie.

jueves, 4 de diciembre de 2014

ES LA DEMOCRACIA, QUERIDOS CHAVISTAS

Distintas informaciones apuntaban ya a que quien promete hacer de la nuestra una democracia más 'progresista' (al chavista modo, claro) viene cobrando de un régimen como el iraní de los ayatolás, como es bien sabido harto respetuoso con los principios democráticos y los derechos humanos (que, por ejemplo, cuelguen a homosexuales en las calles ha de deberse tan solo a que de vez en cuando se les va la mano). Pero ahora lo confirma su exsocio en Canal 33, Enrique Riobóo, que además ha reconocido que le pagó en dinero negro ante la expresa petición de quien, en cambio, se permitió rasgarse las vestiduras ante otros supuestos y conocidos pagos en 'B' y definirlos con gesto desencajado como 'maldito escándalo'; ya sabemos: haced lo que yo digo, no lo que yo haga. Ejemplares maneras de proceder, y muy coherentes con sus contundentes y aleccionadoras prédicas, que redundan en la ingenería fiscal llevada a cabo con su productora, que, pese a su estatus jurídico como asociación sin ánimo de lucro, ofreció y realizó servicios audiovisuales como empresa.

¿Y qué hace el adalid de la transparencia y el debate abierto, el que se burlaba del 'plasma' de Rajoy, ante tamañas acusaciones? Esconderse, y muy 'a lo casta' por cierto. Parece ser que todavía sufre del 'síndrome Pastor', de resultas de aquella única aparición en televisión en la que no se limitaron a bailarle el agua; y claro, aún no se ha recuperado del 'shock'. Pero, ay, para cualquiera que pretenda ejercer de Caudillo providencial e infalible, un régimen de opinión pública y libertad de prensa como el felizmente vigente en España tiene estos impedimentos: no es de extrañar que quiera cargárselo, como ha dado a entender al despotricar expresamente de los 'medios privados': los mismos que le ensalzaron y lo promocionaron, y los mismos que le pueden llevar a la tumba política.

Aunque no os guste cuando os toca a vosotros (como al sospechosa y nepóticamente becado Errejón, que ha llegado a ser suspendido de empleo y sueldo por la Universidad de Málaga junto con su padrino), que se destapen determinadas 'vergüenzas', y que incluso os veáis en la obligación de explicaros, son consecuencias del pluralismo informativo y del control de los medios de comunicación al poder político, queridos chavistas. Es decir, se trata pura y simplemente de la democracia liberal, aquella que tanto os repele.

martes, 2 de diciembre de 2014

EY, QUE EL PARO SIGUE BAJANDO, Y MUCHO...

Casi 15.000 parados menos en un mes tan poco propicio para la creación de empleo como es noviembre, hasta el punto de ser el mejor dato de toda la serie histórica: hay que tener en cuenta que en noviembre siempre ha subido el desempleo, excepto el año pasado, cuando también bajó aunque de forma mucho menos sensible: en 2.500 personas. Tremendamente significativo, pues, tamaño punto de inflexión. Además, el pasado mes terminó con más de 5.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social: la cifra más positiva desde 2007, antes de que empezara la crisis. Así pues, noviembre tampoco ha sido un obstáculo para que continúe creándose empleo neto.

En términos interanuales, el paro se ha reducido en 296.792 personas, la mayor caída desde 1998. En cuanto al número de cotizantes a la Seguridad Social, hay 402.209 afiliados más que hace un año.

A semejantes e inéditos guarismos de reducción del desempleo (y de creación de puestos de trabajo) que se llevan publicando desde hace aproximadamente año y medio se les suele poner el mismo pero: se trata de empleo temporal, e incluso 'precario' (como si los contratos sin Seguridad Social de la época del socialismo felipista no los hubiese derogado el PP en su momento). Pues bien, cabe resaltar que en noviembre subió la contratación indefinida en un 25% con respecto al año anterior. Se hace camino al andar.

Pese a que parece ser que las cifras del paro han dejado de ser noticia desde que empezaron a bajar de manera sostenida (exactamente igual que en el caso de la prima de riesgo, por cierto; hace años, al menos desde que gobierna el PP, muchos se empeñan en destacar solo lo negativo y pintar un desastre general), no está de más recordar que el más nefasto de los legados del PSOE de Zapatero fueron unos altísimos niveles de desempleo, sin precedentes en nuestra historia, que el Gobierno que tomara el relevo debía afrontar como prioridad para solventarlo; esto es, al PP se le votó en gran medida para que 'arreglara' el problema del paro. Y aunque es evidente que todavía queda mucho por hacer en la materia, se están cumpliendo objetivos a un ritmo tan rápido como inusual y en un entorno económico no excesivamente favorable.

Si el paro no bajara como lo está haciendo, al Gobierno de Rajoy se le crucificaría, y no sin justicia, por no ser capaz de superar el reto primordial de nuestra economía, de hacer realidad la demanda más importante de la sociedad española. De hecho se le llegó a pedir su dimisión en el primer tramo de la legislatura, cuando una economía todavía sometida a unos ajustes tan duros como ineludibles continuaba destruyendo empleo. Bien, ahora la tendencia ha cambiado de forma radical, por lo que algún mérito, siquiera mínimo, habrá que atribuirle al mismo al que se le responsabilizaría de una coyuntura mucho menos positiva.

lunes, 1 de diciembre de 2014

¿NO A LE PEN, PERO SÍ A PODEMOS?

Apenas dos semanas después de que en España el ultraizquierdista ('chavista' según el mismísimo Diario de Cuba) Podemos naciera como partido político y su principal impulsor fuera ungido como líder indiscutible y todopoderoso, en Francia la 'hijísima' Marine Le Pen ha sido reelegida por preceptiva unanimidad como presidenta del ultraderechista Frente Nacional. Justo en el momento en que ambas fuerzas políticas antisistema encabezan las encuestas de intención de voto en sus respectivos países. Compartimos, pues, con nuestro país vecino una misma amenaza para nuestros regímes democráticos: la del populismo extremista, emergente al calor de la crisis económica y política; fenómeno que, no obstante, no es precisamente nuevo en el Viejo Continente a pesar de que en España nos hayamos mantenidos ajenos hasta ahora: recordemos, por ejemlo, que el FPÖ de Haider llegó a ser decisivo para gobernar en Austria, y que el 'augusto' padre de Madame Le Pen lograría disputarle a Chirac la segunda vuelta de las presidenciales francesas. 

En efecto, como bien resalta Ramón Pérez Maura, los partidos populistas antisistema, pese a la radicalidad de sus discursos (o quizá precisamente por eso), son capaces de captar votos entre electorados proclives a ideologías distintas y hasta opuestas (así por ejemplo, buen número de adhesiones al mismo Frente Nacional proceden de exvotantes comunistas), pero que tienen en común el descontento, la animadversión y el hartazgo con un sistema político y económico al que se culpa de todos los males. De tal forma que escasas diferencias encontramos entre un Pablo Iglesias II y una Marine Le Pen cuando se refieren, no solo a los políticos 'tradicionales', sino a la globalización, al capitalismo, al liberalismo, al euro y a la Unión Europea en general, a los que siempre dedican sendas críticas feroces y señalan como los grandes enemigos a batir.

¿Y por qué muchos de los que, con toda la razón del mundo, manifiestan su inquietud y rechazo ante el ascenso de Le Pen presentan en cambio a Podemos como un fenómeno positivo y hasta saludable para la democracia? Ni más ni menos, porque basta con colocarse la etiqueta izquierdista para obtener el perdón por ser 'ultra': no es ya que se suela tener a un totalitarismo como menos malo que el otro, sino que al primero se le sigue concediendo un halo de respetabilidad e incluso compatibilidad con la democracia por la supuesta mayor 'nobleza' de sus ideales. Por mucho que en su nombre se hayan engendrado los peores horrores de la Humanidad.

sábado, 29 de noviembre de 2014

EL DÉFICIT ES UN LASTRE

Hoy, en ‪#‎ElPulso‬ de los sábados en La Opinión de Murcia, planteo yo mismo el siguiente debate: ¿debe mantenerse el principio de estabilidad presupuestaria en la Constitución? He aquí mi respuesta, que pretende ser clara y sin ambages: Sí; el déficit es un lastre.

Cabe recordar que quien derogó la ley de estabilidad presupuestaria de Aznar fue Zapatero para que hubiera barra libre en el gasto público, que se disparó con las dañinas consecuencias que todavía colean; si luego reculó y elevó el equilibrio presupuestario a principio constitucional, con el preceptivo acuerdo con el PP, fue debido a una exigencia de Bruselas. El déficit, como ha quedado tantas veces demostrado, es un lastre para la economía en general, que la deteriora, para el funcionamiento y mantenimiento de las prestaciones y servicios públicos, cuya financiación acaba dificultando, y para la creación de empleo, ya que de por sí genera paro. No por casualidad la mejoría de nuestra economía va aparejada a la reducción del déficit. Pero Pedro Sánchez quiere parecerse tanto a Pablo Iglesias II que se enmienda a sí mismo y vuelve al socialismo manirroto y ruinoso de siempre. Tan demagógico como irresponsable.

viernes, 28 de noviembre de 2014

LAS OCASIONES PERDIDAS CONTRA LA CORRUPCIÓN

Informar de los indultos cada seis meses; prohibición de las tarjetas de crédito para abonar gastos de representación; los afiliados deberán participar en la elección de los órganos de dirección de los partidos; suspensión de militancia a quienes se les haya abierto juicio oral por casos de corrupción que conlleven inhabilitación; prohibir las donaciones de personas jurídicas a los partidos políticos y limitarlas en el caso de personas físicas; ilegalizar las condonaciones de deudas a los partidos, que deberán hacer públicos sus presupuestos; se establecerá por primera vez en democracia el delito específico de financiación ilegal de los partidos, se endurecerán las penas de inhabilitación y se garantizará la recuperación del dinero birlado o defraudado; se fijará un plazo máximo de instrucción de los macroprocesos...

He ahí, condensado, el paquete de medidas y reformas legislativas contra la corrupción presentado por el presidente Rajoy en el Congreso de los Diputados. Se trata, por discutibles que puedan ser algunas de las propuestas, del plan 'anticorrupción' más completo y exhaustivo de un Gobierno de la democracia. Por desgracia, hemos tenido que esperar a un periodo de 'digestión' de una crisis económica, durante el cual los sacrificios y privaciones de la ciudadanía en general han llevado a ésta a ser más exigente con el uso de los fondos públicos y especialmente intolerante con la corrupción, para que por fin llegaran iniciativas de tal calibre.

Se dice en estos casos que nunca es tarde si la dicha es buena, si bien han sido demasiadas las ocasiones perdidas: ni tan siquiera durante los últimos años del felipismo, cuando nos desayunábamos con un caso de corrupción día sí y día también, ni inmediatamente después, cuando todavía resonaban los ecos de tamaños escándalos, se emplearon los Gobiernos de entonces con un mínimo de celo legislativo en la materia. Quizá porque la indignación ciudadana contra los desmanes y desfalcos entre la llamada 'clase política', pese a su repercusión mediática, no estaba en aquella época tan extendida: es más, era muy frecuente escuchar afirmaciones exculpatorias tales como 'yo también lo haría'; y muy significativos fueron los 9,4 millones de votos que consiguió en las elecciones generales de 1996 un PSOE absolutamente minado por la corrupción, que aun así fue capaz de cosechar la que se definió como 'dulce derrota': se quedó a apenas 1,2 puntos del PP de Aznar.

Pero el estallido de la crisis económica y sus consecuencias, además de un populismo alimentado por el éxito de la demagogia fácil, ha generado en España una corriente crítica y moralizante de la que cabe congratularse. Y es hora de que además se actúe en consecuencia, sin necesidad de caer en un contraproducente 'savoranolismo'.

lunes, 24 de noviembre de 2014

EL POPULISMO VA GANANDO TAMBIÉN EN ESPAÑA

Como en Grecia (Syriza, ultraizquierda), como en Italia (Movimiento Cinco Estrellas, populismo antieuropeo), como en Francia (Frente Nacional, nacionalismo de ultraderecha), como en Gran Bretaña (UKIP, nacionalismo antieuropeo)... Al albur de la dolorosa digestión de la crisis y el consecuente desprestigio de la llamada 'clase política', fenómenos europeos, también en España el populismo antisistema, enfermedad de la que hasta hace poco parecíamos vacunados, irrumpe ya como primera fuerza política en intención de voto. Ha bastado con que adquiriera suficiente visibilidad, y hasta apoyo mediático, un partido que pudiese aglutinar buena parte de un cada vez más extendido descontento (o más bien cabreo), y que además, bajo un discurso basado en la antipolítica y la demagogia fácil, se presentara como 'nuevo' y radicalmente distinto y distante de un 'sistema' al que se culpa (tan injusta como eficazmente) de todos los males, para que, tras su inesperado éxito en las elecciones europeas, llegue a liderar las preferencias electorales de los españoles.

Desde luego, el panorama que dibuja la última encuesta de 'El Mundo' es más que inquietante: unos ideólogos marxistoides que, sin ir más lejos, tienen al chavismo que continúa oprimiendo y arruinando Venezuela como ejemplo a seguir, e incluso como benefactor, pueden conseguir su objetivo de alcanzar el poder en España. Y en un tiempo récord. Obviamente, la diferencia que señala con respecto al PP, que con ese 26% parece haber tocado suelo (el tiempo dirá si de manera coyuntural), es tan escasa (dos puntos porcentuales) que todo quedaría pendiente de los escaños que, provincia a provincia (Podemos lo tendría mucho más difícil en las más pequeñas, donde es mucho menos conocido), arañara cada uno de los (ahora) tres partidos más votados. Y todavía sería factible la solución de urgencia, en realidad la única salida que propiciaría la supervivencia del vigente régimen constitucional si se acabaran produciendo tales resultados en unas elecciones generales: una gran coalición 'a la alemana' entre el PP y el PSOE.

Sea como fuere, e independientemente de que finalmente lleguen a La Moncloa, el mero hecho de que los antisistema de Pablo Iglesias II logren situarse en las encuestas incluso por delante de los dos grandes partidos que se han ido alternando en el Gobierno (el 'bipartidismo', tan denostado ahora como presente en las democracias más prestigiosas y consolidadas) ha supuesto sin duda un verdadero terremoto electoral de consecuencias todavía imprevisibles; una auténtica sacudida en el corazón del sistema democrático, a su vez, muy indicativa de un hartazgo que, empero, está por ver que se mantenga en el momento de depositar el voto en unas elecciones en las que, esas sí, los españoles nos jugamos las cosas del comer.

Al menos sí hay algo positivo: queda todavía un año para que se celebren comicios generales, tiempo más que suficiente para que los partidos que defienden (o deberían defender) el régimen constitucional nacido de la concordia en 1978, y sobre los que se asienta la estabilidad institucional y política, reaccionen por fin, esto es, que se decidan a hacer política de una vez (en el caso del PP, vuelve a confirmarse que los logros económicos no bastan por sí mismos); y también para desenmascarar la verdadera y oscura naturaleza de quienes, por mucho que se vendan a sí mismos como 'regeneradores' y contrarios a 'la casta', ya muestran un cúmulo de incoherencias, incumplimientos, y hasta irregularidades y comportamientos fraudulentos... y sin tan siquiera haber tocado todavía poder.

domingo, 23 de noviembre de 2014

HAY QUE DEFENDERLA, NO MANOSEARLA


En ‪#‎ElPulso‬ de los sábados en La Opinión de Murcia, mi contrincante Carlos Rodríguez Ibáñez planteó el siguiente debate: ¿es necesaria una reforma constitucional? He aquí mi respuesta en forma de breve artículo.

Los españoles recuperamos las libertades y nuestra soberanía política y nos dimos en 1978 una Constitución de todos, tras enterrar tantísimos años de enfrentamientos cainitas y alcanzando un consenso nacional ejemplar. No deberíamos desperdiciar tan precioso legado, que además dio paso al periodo de mayor estabilidad política, prosperidad y progreso de nuestra historia. Sin embargo, el populismo ´podemista´, emergente al calor de una crisis larga pero coyuntural, aboga, no por la reforma puntual, sino por la tabla rasa para, al modo de su venerado Chávez en Venezuela, imponer sus reglas de juego a la mitad de España: sería volver a las andadas de antes de 1978. Por su parte, el PSOE, siempre acomplejado ante los nacionalismos, cree que con calificar de ´federal´ al muy descentralizado sistema autonómico contentaríamos a quienes solo se contentarían con romper la unidad de España. El momento político actual requiere defender nuestra Constitución, y no manosearla.

lunes, 17 de noviembre de 2014

PABLO IGLESIAS II, ¿COMO LULA?

Se empeñan algunos, especialmente quienes se han pasado, con armas y bagajes y sin solución de continuidad, de la ceja a la coleta, en presentarnos al incontestable (y ay de quien se mueva) líder de la otrora corriente, ahora partido político, de la izquierda antisistema como un buen chico con, eso sí, algunos pecadillos veniales de los que pronto nos olvidaremos; ya que sus 'coqueteos' con los totalitarismos etarra, chavista e incluso islamista, por mucho que durante un pasado inmediato les declarara su admiración, prestara su colaboración y hasta contara en algún caso con su financiación, quedarán definitivamente desterrados de su ideario político y programático cuando el tiempo (y la realidad) le hagan transmutarse en un socialdemócrata moderado.

Vamos, que el de Pablo Iglesias II (el I fue, obviamente, el fundador del PSOE) acabará siendo un caso parecido al de Lula da Silva; quien, en un Brasil lastrado por la insolvencia económica y la cleptocracia, ganó unas elecciones encabezando un partido entonces de tendencia comunistoide y abanderando un populismo atroz, si bien una vez en la presidencia de la República atemperó su ideario doctrinario y se inclinó por el pragmatismo. Es decir, que Pablo Iglesias II será algo así como el Lula español. Ya hay quien le ha comparado hasta con Felipe González y la ilusión que generaba 'el cambio' que anunciaba, quizá sin pararse a pensar en las muchas expectativas defraudadas por un felipismo caracterizado por la apropiación de las instituciones del Estado, la corrupción y un paro galopante.

Es más: según muchos de sus ahora abundantes panegiristas, ya está moderando su discurso y su programa. Semejante aseveración se basaría más bien en una confusión entre los conceptos 'moderación' e 'indefinición', puesto que resulta muy fácil prometer el impago de la deuda, una renta básica 'universal', atar perros con longanizas, el oro y el moro... pero no tanto aterrizar en el terreno concreto y explicar cómo llevar a cabo medidas tan difícilmente realizables y, sobre todo, contraproducentes. Aun así, el nuevo Salvador en la tierra, el mismísimo Cristo redivivo, se encarga cada vez que tiene ocasión de desmentir, de obra y de palabra, a sus aduladores procedentes de la izquierda más o menos 'correcta' (e incluso de una parte, mínima, de la derecha acomplejada): así por ejemplo, y tras ser aclamado, y muy a lo 'casta' por cierto, como guía todopoderoso de la nueva (pero ideológicamente rancia) formación política, no ha tenido empacho alguno en reafirmar su intención de acabar con el régimen constitucional vigente; el que los españoles nos dimos en 1978 tras enterrar tantísimos años de enfrentamientos cainitas y lograr alcanzar un consenso político ejemplar.

Una Constitución que, pese a que reconoce y garantiza el ejercicio de unos derechos y libertades fundamentales que nada tienen que envidiar a las democracias más prestigiosas y consolidadas (en virtud de los cuales, por ejemplo, puede el mismo interfecto manifestarse y expresarse libremente en contra de ella y promover su liquidación, algo que no todas las Cartas Magnas permiten), y que además recoge unos procedimientos para su misma reforma (y para lo cual, como es preceptivo, se requiere asimismo un amplio consenso), se ha permitido comparar con un 'candado' que urge 'abrir'. Un régimen constitucional que quiere derribar a pesar de que, desde su instauración, ha dado paso al periodo de mayor estabilidad política y prosperidad económica de nuestra historia, y cuya crisis actual no se distingue en demasía de la que se está viviendo en toda Europa y Occidente en general. Pues bien, el en el fondo más 'moderado' Pablo Iglesias II no aboga por propiciar un acuerdo político general para reformar aquello que pueda ser susceptible de mejora o adaptación a nuevas demandas, sino simple y llanamente por la tabla rasa, y sin ningún tipo de contemplaciones. Lo que por otra parte no resulta extraño viniendo de la extrema izquierda antisistema, que siempre ha abjurado de nuestra transición política, y en realidad de la democracia parlamentaria burguesa y liberal.

Pretender apoyarse en una mayoría coyuntural para imponer definitivamente sus propias reglas de juego al resto de la sociedad política discrepante, y convertir así las libertades en una ficción y dificultar sobremanera la posibilidad de que la oposición alcance legítimamente el poder, no es proceder propio de Lula, sino de su admirado Chávez. Y en hipotético trance, en España volveríamos a las andadas de antes de la Constitución del 78: de nuevo, media España sometería políticamente a la otra media. Por favor, que la fascinación que despierta el personaje en tantísimos pagos, y en estos tiempos abonados a la demagogia fácil y al populismo maniqueo, no llegue al extremo de intentar hacernos comulgar con ruedas de molino.

sábado, 15 de noviembre de 2014

NI HACIENDO TRAMPAS


Mi respuesta en #ElPulso, sección del diario La Opinión de Murcia en la que participo los sábados. Hoy el debate lo he planteado yo mismo: ¿ha sido el 9-N un fracaso del nacionalismo catalán?

El ejercicio del tan demandado ´derecho a decidir´ de los catalanes se ha plasmado, por obra del nacionalismo catalán, en un grotesco circo seudoplebiscitario: sin censo (hay quien ha votado hasta tres veces), con urnas de cartón y sin garantías de imparcialidad. Una farsa que, no por ridícula, debería dejar de tener consecuencias ante la Justicia, ya que ha supuesto toda una burla, no solo a las reglas de juego de la democracia, sino a la soberanía nacional del pueblo español y al Estado de Derecho. Pero ni haciendo trampas: incluso dando por buenos los resultados publicados por la Generalitat, de los llamados a participar en tamaña pantomima, lo hizo un escuálido 36%; y tan solo un 30% votó a favor de la independencia. ¿En tan exiguos porcentajes se cifra el intenso deseo del 'derecho a decidir'? ¿Esta es la irrefrenable ola independentista que invade Cataluña?

viernes, 14 de noviembre de 2014

SÁNCHEZ: DIFERENTES VARAS DE MEDIR

Tan raudo y terminante en dar de baja a militantes socialistas implicados en el caso de Caja Madrid, como prudente y condescendiente con Chaves y Griñán, sometidos a investigación por el Tribunal Supremo por su posible participación en los ERE falsos, la más ignominiosa trama de corrupción de la democracia. ¿Y a qué se debe semejante diferencia de trato? Porque si el límite lo situamos en la imputación, como ha sugerido el propio Sánchez y aseverado Susana Díaz, usuarios de las tarjetas 'black' como Virgilio Zapatero no han sido, al menos todavía, imputados, y sin embargo con ellos se ha sido absolutamente implacable.

Y es que Chaves y Griñán (por cierto, los dos últimos presidentes del PSOE) son dos verdaderos prebostes del socialismo, a los que a Sánchez le resulta mucho más difícil atreverse a tocarles un solo pelo; y más estando delante, o detrás, Susana Díaz, a la que tanto debe el nuevo secretario general del PSOE. Además, tienen a favor la menor repercusión mediática del caso (al menos respecto al de Caja Madrid, por su naturaleza especialmente escandalosa, o a la trama Púnica, que conllevó un despliegue policial espectacular y convenientemente resaltado por las televisiones): al hecho de que a un progre, como tal depositario de una supuesta superioridad moral, se le suele aplicar una exigencia de responsabilidades políticas mucho más laxa que a alguien del PP, derechista y por tanto sospechoso aunque llegara a demostrarse su inocencia, ni Chaves ni Griñán han sido objeto de ninguna detención ni de la correspondiente 'pena de telediario', causa de tantísimos ceses y dimisiones.

Porque en el ámbito mediático-político todavía hay clases, sí. Y de ahí también las diferentes varas de medir.

domingo, 9 de noviembre de 2014

EL 'BUTIFARRÉNDUM' SÍ DEBE TENER CONSECUENCIAS

El circo seudoplebiscitario que, cumpliendo sus amenazas, ha montado el nacionalismo catalán el 9-N no es más que un espectáculo grotesco; una ópera bufa (con ausencia de censo, urnas de cartón, votos de mentira, participación de 'voluntarios', la única 'supervisión' de los independentistas...) que no cumple los más mínimos y elementales requisitos legales y democráticos y que, como tal, no produce el efecto que perseguían los separatistas, que no era otro que la ruptura de la unidad de España. Pese a los denonados intentos del secesionismo, Cataluña mañana seguirá formando parte de España.

Cierto es, y se lo debemos a la serena pero firme defensa de nuestro sistema constitucional llevada a cabo por las instituciones del Estado, empezando por el Gobierno de la nación como es su obligación. Pero ello no habría de implicar que la celebración del llamado 'butifarréndum', y toda la ridícula parafernalia que ha traído consigo (incluidos 'avances de resultados' hechos públicos por la misma Generalitat), dejaran de tener consecuencias jurídicas (además de políticas), puesto que han supuesto toda una burla, y gravísima, a las reglas de juego de la democracia, a la soberanía nacional del pueblo español y, en suma, al Estado de Derecho. Un monumental fraude que, para más inri, puede sentar un indeseable precedente. Y nada de bromas cuando se trata de garantizar tanto el cumplimiento de la legalidad (nunca se insistirá lo suficiente: sin ley no hay democracia) como, en última instancia, el ejercicio de los derechos y libertades de todos los españoles.

Durante el 9-N en Cataluña, la mera intención de atentar contra la ley sí que ha pasado a actuación pura y dura, y quienes han cometido los delitos de 'desobediencia, prevaricación y malversación' (según el mismo juez de Barcelona que ha rechazado retirar las urnas de cartón), esto es, los miembros del Gobierno autonómico catalán con su presidente a la cabeza, han de responder de sus actos. Y aplicándoles toda la firmeza de nuestro Estado de Derecho. En este sentido, la Fiscalía ha de estar acometiendo la labor de defensa de la legalidad que se espera de ella y, por tanto, acumulando denuncias sobre posibles responsabilidades penales para presentarlas 'ipso facto' ante los Tribunales de Justicia; tal y como ha confirmado, y como no podía ser de otra manera, el Ministro Catalá.

Más en concreto, la actitud chulesca y desafiante de quien según la Constitución es el representante ordinario del Estado en Cataluña no ha de quedar en absoluto impune. El señor Mas debe quedar inhabilitado para los restos, tanto política como legalmente. Y aquí no caben salidas ni soluciones 'intermedias'.

sábado, 8 de noviembre de 2014

HAGAMOS BALANCE

Mi comentario en la sección de ‪#‎ElPulso‬ de hoy, en el diario La Opinión de Murcia, en la que participaré finalmente los sábados. Respondo a la siguiente pregunta: ¿debe dimitir Mariano Rajoy? Argumento mi respuesta en un breve balance de 150 palabras.

Quizá por haber evitado un rescate de Bruselas que se tenía por irremisible (la única salida según tantísimos ´expertos´), y con ello un colapso económico ´a la griega´; quizá porque se crea empleo neto por primera vez desde el inicio de la crisis, y a un ritmo sin precedentes; quizá porque la economía española crece mientras que Francia, Italia y Alemania se estancan; quizá, en suma, porque se vislumbra que la peor herencia (socialista) de la democracia quedará pronto en mal recuerdo. ¿O es debido a que sin alardes, pero con toda la ley, logre Rajoy tumbar los planes y retos del separatismo catalán? Ya, pero... ¿y la corrupción? Bien: no se hubiesen destapado chanchullos como los de Caja Madrid sin el FROB (que es Gobierno), ni tramas como la Púnica sin la Guardia Civil ni la Fiscalía (que son Gobierno). ¿Alguien con semejante bagaje debería dimitir?

miércoles, 5 de noviembre de 2014

OBAMA, EL TÍPICO 'PATO COJO'

No, no parece que la presidencia de Obama, que, según la progresía mediática y política, particularmente la europea, iba a significar un punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos, haya logrado cambiar lo más mínimo la mentalidad e idiosincrasia del norteamericano medio. Bien al contrario: esa América profunda, individualista y que abjura del intervencionismo económico, y que nos aseguraban que la revolución obamita lograría convertir en minoritaria, ha conseguido imponerse en las urnas de una manera tan abrumadora que apenas ha habido precedentes: hasta el punto de que los republicanos han batido su propio récord de asientos en la Cámara de Representantes, fijado nada menos que en 1946. E incluso estados de arraigada tradición 'liberal' como Maryland y Massachusetts han elegido gobernadores republicanos.

Y es que Obama y los demócratas han sufrido un batacazo histórico tanto en las elecciones legislativas (a la totalidad de la Cámara de Representantes y a un tercio del Senado) como en los comicios a gobernador. De tal forma que los republicanos aumentan su mayoría en la Cámara Baja (hasta hacerse con 250 escaños, 16 más de los que tenían) y arrebatan a los demócratas la Cámara Alta (con 54 senadores, tres por encima de la mayoría absoluta). Y en cuanto a las elecciones a gobernador, nada menos que 35 de los 50 estados estarán regidos por un republicano. Con todo, Obama también ha batido una marca, en este caso negativa: ha pasado a ser el presidente que más escaños ha perdido en el poder legislativo desde Eisenhower, que abandonó la Casa Blanca en 1960.

Los votantes norteamericanos han querido que Barack Obama sea en el tramo final de su mandato el típico 'pato cojo', un presidente con escasa capacidad de maniobra: a su imposibilidad legal de presentarse a la reelección dado que es su segunda presidencia, se suma el hecho de que deberá afrontar una mayoría adversa en ambas Cámaras, por lo que deberá negociar cada iniciativa a cara de perro. No es desde luego la primera vez que se presenta semejante panorama en la historia de los Estados Unidos, donde el pragmatismo y el que se considera interés general de los norteamericanos suele finalmente imponerse sobre intereses partidarios; máxime cuando allí el representante político debe rendir cuentas directamente ante el electorado de su distrito, que es el que le elige, y no ante la cúpula de su partido. 'Peculiaridad' democrática de la que deberíamos tomar cumplida nota por estos lares.

Sea como fuere, y a pesar de los pesares, Estados Unidos sigue siendo Estados Unidos.

domingo, 2 de noviembre de 2014

DE 'CAPITALISMO', NADA


He aquí mi primera participación en la sección de ‪#‎ElPulso‬ del diario La Opinión de Murcia, donde expondré (brevemente tal y como exige el formato) mis posiciones sobre asuntos de actualidad política todos los fines de semana, y en contraste con la perspectiva izquierdista de Carlos Rodríguez Ibáñez. Hoy respondemos a la siguiente pregunta, que me he permitido plantear yo: ¿Promueve el sistema financiero un 'capitalismo de amiguetes'? 

De los polvos de la politización de las cajas, los lodos del trinque sin distinción; así, fueron usuarios de tarjetas ´black´, además de Blesa y Rato, Virgilio Zapatero (PSOE), Santín (IU), Martínez (UGT)... Uno no entiende cómo tantísimos socialistas en las altas esferas financieras (con MAFO a la cabeza) pudieron permitir, e incluso favorecer, ese 'capitalismo de amiguetes' que Pedro Sánchez se ha permitido denunciar... ahora, y no cuando era asambleario de Caja Madrid; ¿o, más bien, dado el intervencionismo político del felizmente fenecido régimen de cajas de ahorro implantado (por el PSOE) en 1984, cabría calificar semejante conchabeo de 'socialismo de amiguetes'? Porque que unas entidades financieras se encuentren politizadas hasta el tuétano y no se rijan por criterios de racionalidad económica no es propio del capitalismo, sino todo lo contrario. Y ha sido el actual Gobierno el que por fin ha reformado y despolitizado el sistema financiero.

martes, 28 de octubre de 2014

QUE NO SE QUEDE EN EL ESPECTÁCULO

Esta vez no se trata de reminiscencias de aquel periodo de trinques al por mayor y al calor del 'boom' inmobiliario, no: la llamada 'Operación Púnica' es el resultado de unas investigaciones sobre una trama corrupta edificada durante los dos últimos años, y que extendía sus redes en distintos organismos públicos hasta ayer mismo. En este sentido, no cabe dudar del celo de los aparatos del Estado (Fiscalía, Poder Judicial, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad) en la lucha contra la corrupción, tanto la pasada como la presente, que una vez más queda patente que es máximo; y en concreto del actual Gobierno, del que dependen tanto la Guardia Civil (a través del Ministerio del Interior) como, pese a su esencia tardofelipista, la Fiscalía Anticorrupción (sometida jerárquicamente a la Fiscalía General del Estado), y así hay que resaltarlo y reconocerlo.

Ahora bien, es de esperar que, tras el ruido, lleguen las nueces: que la espectacularidad de la misma macrorredada, de los registros y las detenciones que ha traído consigo (y que tanto nos ha recordado a aquellas tristemente célebres 'Producciones Rubalcaba', aquellos alardes de grandes operaciones policiales con los que se lograba abrir los telediarios), no se quede en la transitoria efectividad mediática y sirva realmente para esclarecer los hechos sujetos a investigación y dirimir las correspondientes responsabilidades ante la Justicia. Y caiga quien caiga, por supuesto. En caso contrario, nos limitaríamos a colgar 'sambenitos' incluso a personas que posiblemente después queden exentas de toda culpabilidad (como ha ocurrido en tantísimas ocasiones), pero sin llegar al fondo del asunto: con lo cual, quizá se cumplan determinados objetivos de desgaste político, pero se acabaría haciendo un flaco favor a la lucha contra la corrupción, que es en suma de lo que debería tratarse. Esperemos que esta vez no sea así, y que todo el peso de la Justicia termine cayendo sobre quienes realmente hayan incurrido en prácticas corruptas.

Mientras tanto, el populismo de extrema izquierda sigue contando con todavía más munición... Frente a ello, además de demostrar que hay más transparencia y que se persigue la corrupción, había que responder con ejemplaridad en las propias filas de los partidos políticos: y en esta ocasión, dada la magnitud mediática de la operación, se ha procedido con inusitada rapidez suspendiendo inmediatamente de militancia a los afiliados implicados y exigiendo su abandono de los cargos públicos. Bien está que se depuren responsabilidades políticas con tanta diligencia, sobre todo dada la especial sensibilidad de la opinión pública ante la corrupción política en la actualidad: y es que también cabe congratularse de que hayamos pasado del 'yo también lo haría' de los años felices a la justa indignación generalizada de los actuales tiempos difíciles.

jueves, 23 de octubre de 2014

PEDRO SÁNCHEZ Y LOS LEGADOS

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y en su primer debate de Presupuestos como líder de la oposición, Pedro Sánchez calificó de 'obsceno' reivindicar 'el legado de Rato (incurso en el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid) y Acebes (sorprendentemente imputado por el juez Ruz a propósito del 'caso Bárcenas')'. Quizá el legado que haya que reivindicar es el de Zapatero, o más bien el de Felipe González, su declarado ejemplo a seguir: en ambos casos, el de los récords de paro, los déficits galopantes y, en suma, la práctica quiebra económica de España. Ruinosas herencias, auténticos desaguisados socialistas que el PP ha tenido que arreglar: el PP de Aznar, propiciando la etapa de mayor prosperidad y más creación de empleo de la democracia; el PP de Rajoy, de momento, ahuyentando el fantasma del rescate de nuestra economía, que incluso muestra visos de mejoría por primera vez desde que empezó la crisis. Es la pura realidad, independientemente de que cada cual deba rendir cuentas por comportamientos nada edificantes, en algún caso supuesto, y que, de todas formas, nada tienen que ver con la brillante gestión económica del periodo 1996-2004.

Sea como fuere, en efecto, el economista pero muy ocurrente Pedro Sánchez, que poco ha tardado en apuntarse a la demagogia más pueril (y es que Podemos aprieta, y mucho), era miembro de la Asamblea de Caja Madrid cuando tuvieron lugar hechos tan escandalosos y vergonzosos, y que también protagonizaron miembros de su partido y de la izquierda caviar en general. ¿Y qué hacía entonces el ahora líder del socialismo hispano? Desde luego, parece ser que, junto al resto de asamblearios, carecía de tiempo y recursos para detectarlos, aunque no para lograr condiciones hipotecarias especialmente ventajosas. Y es que ha tenido que llegar el actual Gobierno, sí, para que, a través de las investigaciones del FROB, por fin se destapara la ignominia.


Poco después, se dieron a conocer los nuevos datos de la Encuesta de Población Activa, que siguen batiendo marcas: 195.200 desempleados menos en el tercer trimestre, lo que lleva a que la tasa de paro baje del 24% por primera vez desde el último trimestre de 2011, justo cuando el PP llegó al Gobierno. Además, se sigue creando empleo neto: concretamente, 151.000 nuevos puestos de trabajo entre junio y septiembre, lo que supone el mayor incremento desde 2007, es decir, cuando empezaba una crisis que algunos, o muchos, se empeñaban en negar entonces. Con todo, el número total de ocupados alcanza la cifra de 17.504.000, guarismos que no se alcanzaban desde el tercer trimestre de 2012.

Magnífica noticia que cabe resaltar en su justa medida, porque el hecho de que cada vez más personas, y a un ritmo intenso y hasta ahora desconocido, encuentren empleo es para destacarlo y, desde luego, congratularse. Y más ahora cuando hay quien habla de 'legados' que se deberían o no 'reivindicar'. En efecto, no hay que más que comparar datos objetivos bajo unos Gobiernos respecto de otros.

miércoles, 22 de octubre de 2014

CONTRA EL ÉBOLA: PRIMEROS OBJETIVOS CUMPLIDOS

No por esperada ha sido menos gratificante la noticia: Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, ha superado el virus, tras 16 días ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid. Además, si todo se desarrolla con normalidad, España quedará libre de ébola 42 días después de este brote superado: por tanto, el 2 de diciembre será la fecha límite del final de la emergencia sanitaria en la que todavía nos encontramos.

Una vez detectado el primer (y hasta ahora único) caso de ébola en España, las prioridades consistían en curar a la auxiliar afectada y evitar que el virus pudiera propagarse al resto de la población: pues bien, se han conseguido ambos objetivos. La coordinación entre los ámbitos político y sanitario, que quizá tardó en llegar, el protagonismo concedido a los profesionales sanitarios, que han demostrado una vez más su gran competencia y preparación, y, por supuesto, la calidad de nuestro sistema sanitario (que solo parece ponerse en duda cuando gobierna la derecha) lo han hecho posible. Transmitiendo la calma necesaria y sin grandes alharacas.

Si se me permite la salida patriótica, incluso ha sido de esos días en que uno se siente serenamente orgulloso de ser español: hemos sido capaces de demostrar al mundo desarrollado que no somos ese país chapucero y atrasado que, con ese complejo de inferioridad que nos caracteriza, solemos pintar nosotros mismos para zaherirnos. Bien al contrario: España ha recibido felicitaciones de la UE por su gestión ante el primer brote de ébola en Europa; parabienes que, por cierto, han pasado prácticamente desapercibidos por estos lares.

A partir de ahora, a aprender de los errores, que los hubo como puede haberlos en cualquier empresa humana. Y a asumir las correspondientes responsabilidades que de la investigación pudieran derivarse: además de las más generales y políticas, también las más directas e individuales; porque las primeras no deberían anular a las segundas. Si bien cabe puntualizar que en los Estados Unidos, cuya tradición democrática desde su misma fundación como nación le dota de un indiscutible prestigio como ejemplo a seguir en cuanto a responsabilidades políticas, no han llegado a dimitir ni el Secretario de Sanidad de la Administración Obama (equivalente aquí al Ministro de Sanidad), y ni tan siquiera el Comisionado del Departamento de Salud del Gobierno de Texas (cargo semejante al del Consejero autonómico de Sanidad); y muy a pesar de que allí ha habido, no uno, sino dos casos de contagio de ébola.

jueves, 16 de octubre de 2014

SÍ HABÍA ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Sí había armas de destrucción masiva en Irak. Más de diez años después de la intervención militar en aquel país, es la conclusión derivada de investigaciones realizadas por 'The New York Times'; diario, por cierto, de tendencia 'liberal' en el sentido norteamericano del término (calificable de algo así como 'progre' en Europa), y muy crítico en su momento con la controvertida iniciativa liderada por el presidente George W. Bush.

Ya se dio a conocer en 2006 que el Ejército norteamericano había encontrado en Irak algunas armas químicas: en concreto, y según un informe desclasificado, más de 500 proyectiles con gas mostaza y sarín. Aunque hasta ahora se desconocía que los hallazgos pudieran tener una importancia significativa por su magnitud: nada menos que 5.000 ojivas de distintos proyectiles y misiles que contenían agentes químicos.

La pregunta que cabe hacerse resulta, pues, obvia: ¿por qué la Administración Bush no dio la correspondiente publicidad a unos descubrimientos que confirmaban sus sospechas y respaldaban el argumento al que (quizá erróneamente) concedió mayor peso en pro de la intervención en Irak (y que servirían para desmentir a aquellos que promulgaban a los cuatro vientos que se trataba de una guerra 'basada en mentiras')? Parece ser que las propias carencias materiales con las que los soldados norteamericanos debían afrontar la desactivación de tales armas, sin las medidas de seguridad necesarias (de hecho varios resultaron heridos), y que además buena parte del arsenal hallado fuera fabricado en Occidente, fueron consideradas como circunstancias conexas lo suficientemente adversas de cara a la opinión pública como para obrar con tan excesiva cautela; hasta el punto de renunciar a difundir tan importantes y significativos hallazgos. Lo que a su vez denota que la fe de la derecha política norteamericana en sus propias facultades comunicativas es tan reducida como la que suele mostrar, por ejemplo, la española.

Ahora bien, no se trata meramente de un asunto relativo al pasado más inmediato y que pudiera servir para hacer justicia histórica (lo que no carecería de importancia): resulta ciertamente preocupante que muchas de las armas químicas encontradas se hallaran en los alrededores de las ruinas de la sede del organismo creado por Sadam Hussein para su fabricación, el Centro Estatal Muhatnna, que en la actualidad está situado en territorio controlado por el Estado Islámico. Razón lo suficientemente consistente como para que el actual presidente norteamericano, Barack Obama, se decidiera a liderar la lucha de Occidente contra el yihadismo, no limitándose a bombardear 'a lo Clinton', método de comprobada ineficacia por sí solo, sino además llevando tropas sobre el terreno, que es como se consiguen ganar las guerras; y el EI hace tiempo que nos la ha declarado.

lunes, 13 de octubre de 2014

SOBRE CAINISMOS Y COMPLEJOS DE INFERIORIDAD

Desde que se empezó a tener noticia del primer caso de ébola en España (el primero fuera de África), conocidos tertulianos progres se convirtieron de la noche a la mañana en expertos sanitarios y epidemiólogos, y todo para dictar la correspondiente y esperada sentencia: el 'recortador' (por malvado) Gobierno de la infame derecha, culpable. Por supuesto, faltaría más. En pos de ese mismo objetivo, los apóstoles virtuales y mediáticos del apocalipsis han hecho su agosto en apenas una semana, aunque, por fortuna, la evolución positiva dentro de la gravedad de la propia auxiliar afectada (a la que supuestas 'informaciones' daban por muerta) y el hecho de que de momento no se haya detectado ningún otro contagio del virus (pese a los burdos bulos difundidos), han impedido que se genere ese estado de psicosis que se perseguía sin ningún tipo de miramientos. Sea como fuere, siempre resulta conveniente separar la información veraz y contrastada de los rumores e infundios propagados con aviesas intenciones cainitas.

En ese mismo sentido, sería muy adecuado que la política de comunicación del Gobierno empezara a experimentar siquiera una leve mejoría, porque lo cierto es que, hasta ahora, ha dejado bastante que desear. Parece ser que hay quien a estas alturas no se ha enterado de que, desde el mismo momento en que se informó del caso de ébola, se ha puesto en marcha una auténtica estrategia de 'agit-prop', basada como no podía ser de otra manera en la propagación de bulos, mentiras y medias verdades, por parte de terminales mediáticas y virtuales de la izquierda más o menos radical. Y la reacción del Gobierno para contrarrestar semejante campaña ha sido hasta ahora... prácticamente inexistente; y cuando no, torpe.

Después de todo, incluso parece confirmarse que 'la chapuza' o 'la improvisación', de producirse, no son modos de proceder atribuibles en exclusiva a una supuesta, peculiar y funesta idiosincrasia española, mito con el que tanto nos mortificamos, sino a la misma condición humana, imperfecta por naturaleza. Hasta en los mismísimos Estados Unidos, con todos sus grandes adelantos en materia sanitaria ('allí sí pueden repatriar a compatriotas suyos porque sí están preparados para acoger a enfermos de ébola, pero no nosotros', ha sido hasta ahora el lugar común), no han sido capaces de evitar la incidencia del fallo humano, que es por cierto la causa del contagio que también aducen las autoridades políticas y sanitarias norteamericanas.

¿Han hecho, por tanto, el ridículo mundial también en la indiscutible primera potencia? ¿O era simple cuestión de tiempo que el ébola, debido entre otras razones a la apertura de fronteras y al cada vez mayor contacto entre ciudadanos de todos los continentes, también acabara afectando al desarrollado Occidente; donde, afortunadamente, contamos en general con mucho mejores medios tanto para lograr que la incidencia del virus sea mucho menor (tal y como se está demostrando, también en España) como para luchar contra él y terminar encontrando un remedio? ¿Hay todavía quien sostiene que el ébola ha de ser un asunto exclusivamente 'africano' y que allá se las den todas, incluidos los compatriotas que, sea cual sea el motivo, viajen allí y se contagien?

Por favor, ya está bien de complejos de inferioridad a los que tan dados somos; y de los que, por ejemplo, tanto provecho saca el nacionalismo separatista catalán, que ya tenía incluso preparada una interpelación parlamentaria para reprochar al 'Estado español' que sea el único país fuera de África con un caso detectado de ébola. El tiro les ha salido por la culata, pero se trata de su discurso de siempre, y que por desgracia muchos fuera de Cataluña también suscriben: España es sinónimo de atraso y chapuza; vamos, una birria de la que conviene alejarse. Particularmente, y poniendo por delante que como ciudadanos de un régimen democrático y de opinión pública debería guiarnos un sano y constructivo espíritu crítico (en especial con el poder político de turno), me niego a adherirme a corriente tan injusta, ceniza y cainita; y gobierne quien gobierne.

martes, 7 de octubre de 2014

DE FÚTBOL Y DE MEDICINA...

Desde que se tuvo noticia del primer caso de ébola fuera de África, que por desgracia ha tenido lugar en España, surgen por doquier en tertulias televisivas y radiofónicas y en las redes sociales de Internet tal cantidad de epidemiólogos y expertos en protocolos (sanitarios) que sientan cátedra acerca de cómo se debería haber actuado o dejado de actuar, que uno todavía no sale de su asombro. Y es que a este asunto es perfectamente aplicable aquel conocido refrán procedente del rico acervo popular español: 'De fútbol y de medicina, todo el mundo opina'. Aunque es bien conocido que lleva tiempo proliferando por los medios de comunicación, tanto virtuales como convencionales, la figura del tertuliano y/o 'twittero' y/o 'bloguero' omnisciente y sabelotodo, que, pese a su en muchos casos limitadísima formación académica, pontifica incluso sobre cualquier ámbito científico cuyos entresijos escapan a la comprensión y al conocimiento del común de los mortales.

Antes de generar alarmismos injustificados y jugar a la politiquería de baja estofa, es el momento de dar la iniciativa y el protagonismo a quienes verdaderamente poseen los conocimientos pertinentes en la materia, tanto para tratar debidamente a la enfermera contagiada y evitar riesgos para el resto de la población, como para investigar los fallos que se hayan podido cometer. Ahora resulta lo más oportuno, precisamente para, entre otros fines, detectar posibles responsabilidades en las mejores condiciones y, en su caso, tomar las correspondientes medidas. Lo contrario es limitarse a intentar pescar en río revuelto, pero sin llegar al necesario fondo de la cuestión que nos sirva para encontrar las adecuadas respuestas y soluciones.

Eso sí, muchos de los que se presentan a sí mismos como los campeones de la solidaridad y ostentadores del monopolio de los buenos y nobles sentimientos humanitarios, los mismos que ahora aseveran que deberíamos haber dejado morir en África a los religiosos españoles infectados de ébola, están quedando perfectamente retratados. Habrá tiempo también de ponerlos en su sitio.

jueves, 2 de octubre de 2014

¿POR QUÉ SE CREA EMPLEO NETO?

Si bien en términos absolutos, y como era de prever en un mes que suele ser negativo para la creación de empleo debido al final de la campaña de verano, el paro se ha incrementado en septiembre en 19.720 personas (en cualquier caso, la menor subida desde 2007, cuando empezó la crisis), si desestacionalizamos los guarismos hay 33.127 desempleados menos, lo que significa la mayor reducción desde nada menos que 1996. Además, septiembre ha terminado con más de 12.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, la octava subida consecutiva (con lo que se ha alcanzado la cifra de 356.258 puestos de trabajo en los últimos doce meses, el mayor incremento desde 2007): datos que muestran que se sigue creando empleo neto.

En términos interanuales, el paro ha bajado en 276.705 personas; y en lo que llevamos de año, es decir, de enero a septiembre, hay 253.688 desempleados menos, lo que supone la mayor reducción desde nada menos que 1998, en plena expansión económica.

Se trata, en suma, del mejor mes de septiembre en materia de empleo desde 2006, incluso antes de que comenzara la crisis. Así pues, y con todos los matices que se puedan o quieran contraponer, y a los que haremos referencia, son datos objetivamente positivos, y de los que cabe congratularse dado que confirman el óptimo cambio de tendencia que lleva observándose en el mercado laboral.

Y es que, fundamentalmente, la liberalización y flexibilización introducida por la reforma laboral está sirviendo para que se genere empleo con un crecimiento de la economía inferior al 1%, cuando antes era necesario que el PIB aumentara entre el 2 y el 3%; además, a un ritmo tal que incluso antes de que termine la legislatura se ha conseguido que haya menos parados que los que dejó Zapatero... en 2011, amén de que desde empezó 2014 se lleva creando empleo neto por primera vez desde que comenzó la crisis.

Ante datos tan significativos y contundentes, se suele aducir que la mayor parte del empleo que se genera es de carácter 'precario' (cuando en sentido estricto esa modalidad, sin Seguridad Social, que implantó en su momento un Gobierno socialista, uno de los de Felipe González, hace muchos años que dejó de existir): ¿quizá es mejor entonces que se siga incrementando la lista del paro; más vale parado que un empleo que no te case con la empresa, incluidos los jóvenes que han de empezar a adquirir experiencia en el mercado laboral? Nos guste o no, las tendencias del mercado, cada vez más abierto y globalizado, hace décadas que cambiaron, y la reforma precisamente ha adaptado nuestra legislación laboral, que antes era básicamente la heredada del paternalista franquismo, a la flexibilidad que demandan los nuevos tiempos; y los resultados están a la vista: empieza a bajar el paro y crearse empleo en un entorno económico no muy favorable, cuando hace poco propiciaba todo lo contrario, que se destruyeran puestos de trabajo a un ritmo vertiginoso.

Sin embargo, en su primer cara a cara en el Congreso de los Diputados con el presidente del Gobierno, el nuevo líder del socialismo español, Pedro Sánchez, dio a conocer su primera gran propuesta. ¿Y en qué consistía? Justamente, en derogar la reforma que precisamente lleva reportando los resultados positivos más evidentes: la laboral; y, además, subir el Salario Mínimo Interprofesional, pese a que, según la generalidad de los economistas de distinto pelaje, no haría sino generar más paro.

Qué fácil sería, ¿verdad? ¿Por qué conformarnos con un SMI de 750 euros y no lo subimos, por ejemplo, a 1.000? Así todos ganaríamos más, ¿no? Pero es que resulta que no es así, ni mucho menos; bien al contrario. La misma fijación de un SMI expulsa a buena parte de un determinado sector de la sociedad, concretamente al más joven y sin titulación, del mercado laboral, porque con ello la oferta de trabajo dirigida a ese sector disminuye considerablemente: vamos, que el mismo SMI crea ya de por sí paro. Y cabe imaginar hasta qué punto si además lo subimos arbitrariamente, o al albur de corrientes más o menos demagógicas o electoralistas. Y no lo afirmo yo, ni los economistas llevados por sus prejuicios favorables al 'capitalismo salvaje'; prácticamente cualquier economista más o menos solvente, sea liberal, sea socialdemócrata (y que no tenga como tarea, muy legítima por otra parte, desgastar al Gobierno de turno), sostiene lo mismo, porque además la práctica en ese sentido es muy reveladora: precisamente aquellos países europeos que carecen de Salario Mínimo (como Suiza, Suecia y Alemania), no solo cuentan con los índices de desempleo más bajos, sino que los sueldos que se pagan por esos lares son, por ejemplo, un 65% superiores a los de la media en España.

Sea como fuere, de sobra sabemos que la autoridad moral del PSOE en materia de empleo se sitúa por debajo del cero. Y por mucho 'glamour' que tenga su nuevo secretario general.

martes, 30 de septiembre de 2014

TAMBIÉN NOS AFECTA LA YIHAD, Y MUCHO

Las detenciones en Melilla y Nador de miembros de células terroristas vinculadas al Estado Islámico han puesto de manifiesto, no solo la presencia de redes islamistas en suelo patrio, sino la participación en ellas de ciudadanos con pasaporte español: de tal forma que, por ejemplo, el cabecilla de la pequeña red de Melilla, afortunadamente puesto a disposición de la Justicia, ostenta la nacionalidad española. No es hecho baladí que nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lleven tiempo detectando en España, concretamente en los aledaños de mezquitas y en determinadas barriadas de marcada influencia islamista, como en las de Ceuta y Melilla, labores de captación y reclutamiento de futuros 'yihadistas' para ser enviados principalmente a los predios del Estado Islámico en Siria e Irak; y para lo cual no dudan en utilizar instrumentos tecnológicos típicamente occidentales como las redes sociales de Internet, a través de las cuales contactan con individuos que sientan atracción o simple curiosidad por la 'yihad' para acabar adoctrinándolos y ganándolos para la causa integrista. Tenemos al enemigo aquí mismo, dentro de casa.

Y es que, pese al tradicional aislacionismo en materia de política exterior que caracteriza a la opinión pública española, que se podría resumir en la frase 'no queremos problemas, allá se las arreglen los americanos y los ingleses' (y que tanto se manifestó a propósito de la segunda intervención en Irak), la guerra que continúa librando el terrorismo integrista islámico contra Occidente (no solo contra Estados Unidos), y de la que las acciones criminales y terroristas llevadas a cabo por los crueles esbirros del llamado Estado Islámico no son más que el episodio más actual, también afecta, y muy de lleno, a España. Además de que, como parte del Occidente de raíz cristiana que somos, nos consideran tan 'infieles' como los estadounidenses o los británicos, y como tales ajusticiables, no solo Ceuta y Melilla, sino toda España como 'al-Ándalus' que fue, son territorios recuperables para el Islam. Razón distinta es que no queramos reconocer realidad tan cruda y que, inmersos todavía en el 'síndrome de Irak' (o más bien del 11-M), alberguemos todavía la ilusión de que basta con estarnos quietecitos y no involucrarnos en ningún conflicto internacional contra el islamismo para que nos dejen tranquilos. Quizá lo hicieran si nos rindiéramos y nos allanáramos a su objetivo de acabar aquí también con cualquier vestigio de régimen de democracia y libertades (radicalmente incompatible con la 'yihad', que pasaría a regir nuestros destinos), y así terminar convertidos en un Califato más.

Aun con todos los riesgos, uno sigue prefiriendo la libertad: su defensa nunca ha sido fácil.

domingo, 28 de septiembre de 2014

CONTRA EL SEPARATISMO, CONSTITUCIÓN Y LEY

Nadie está por encima de la soberanía de la nación española ni de la Constitución y las leyes de la que emanan, y que como tales la protegen y garantizan; ni tan siquiera un iluminado con ínfulas de grandeza que responde al nombre de Arturo. El nacionalismo separatista catalán ha hecho realidad su amenaza con la firma del decreto por el que se convoca un referéndum ilegal, tan es así que pretende birlarle al conjunto del pueblo español su soberanía, y el Gobierno de la nación, como garante de la legalidad y su cumplimiento, ha empezado a responder al órdago golpista con los instrumentos del Estado de Derecho. Un Consejo de Ministros Extraordinario, con el informe solicitado al Consejo de Estado en las manos, presentará los pertinentes recursos al Tribunal Constitucional, que suspenderá automáticamente la convocatoria de la consulta secesionista antes de emitir su fallo.

El señor Mas deberá respetar las resoluciones del Alto Tribunal, so pena de declararse en rebelión; en tal caso, habría que aplicar las previsiones legales y constitucionales al respecto: en concreto, sí, el artículo 155 de nuestra Carta Magna, que reza así: '1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general; 2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas'.

Contra la amenaza separatista de romper la unidad de España, es hora de la Constitución y la ley.

martes, 23 de septiembre de 2014

COHERENCIA... Y DIMISIÓN



Quién lo diría hace apenas unos meses. Quien durante tantísimos años ha sido presentado como el destacado 'verso suelto' del PP por sus posiciones heterodoxas y que frecuentemente se salían de los cánones ideológicos del centro-derecha, hasta hacerse con una imagen de 'progre' dentro del PP que él mismo no se recataba en cultivar, se ha visto obligado a abandonar carrera política tan fulgurante y prometedora (tanto, que incluso parecía apuntar a La Moncloa)... por mantenerse incólume en principios que, como el de la defensa del no nacido, se han tenido, al menos hasta ahora, como fundamentales en el ideario tradicional de la derecha liberal-conservadora. Alberto Ruiz-Gallardón ha acabado dimitiendo cuando más coherente se ha mostrado con el programa y la que debería ser ideología de su partido; y se ha sentido forzado a renunciar precisamente por serlo, decisión que, por su escasísima frecuencia por estos lares de nuestra política, tanto honra y engrandece la figura de quien ya de por sí ha sido un hombre de gran estatura política. Y no solo se ha marchado por una cuestión de principios, sino que además ha sabido hacerlo: como todo un señor, sin un solo reproche. Para quitarse el sombrero, y hasta el cráneo, como diría el personaje valle-inclanesco.

Así pues, la cantada retirada del proyecto integral de reforma de la malhadada ley Aído, confirmada por el mismo presidente, ya ha traído consigo la primera crisis de Gobierno de la era Rajoy. Como daño inmediato, y de momento, no está nada mal, sobre todo si tenemos en cuenta los beneficios políticos y electorales que, según brillantes y arriolanos augures y estrategas, iba a reportar semejante vaivén programático. Porque, partiendo de mi supina ignorancia en materia sociológica y electoral, máxime si me comparo con tales e inmensos sabios, uno no termina de entender cómo provocando, en unos casos el desconcierto, y en otros directamente el cabreo, en aquel electorado precisamente más comprometido e identificado con la línea ideológica del centro-derecha, puede haber más posibilidades de ganar unas elecciones. Pero, en fin, el tiempo será de nuevo ese juez insobornable que da y quita razones; y allá cada cual con los asesores y sociólogos de cabecera en los que, pese a su más que discutible historial de aciertos, confíe casi ciegamente, como si del oráculo de Delfos se tratara.

En lo que a mí modesta y particularmente respecta, y como en al menos muy buena parte de los afiliados, simpatizantes y votantes del Partido Popular, nada que añadir a lo que en esta materia llevo tiempo defendiendo tanto aquí como en las redes sociales. Desde luego, limitar toda la reforma a retornar al consentimiento paterno para que las menores de 16 y 17 años puedan abortar me parece, con ser imprescindible, insuficiente; y poco o nada se puede consensuar con quienes nada quieren acordar con una derecha que siempre pretenden presentar como ‘rancia’, ‘facha’ y ‘clerical’ (y que ahora venden esta marcha atrás del Gobierno como un triunfo suyo, por cierto). Algunos lo seguiremos proclamando alto y claro.

viernes, 19 de septiembre de 2014

ESCOCIA DICE NO, PERO...

Finalmente se ha impuesto la cordura en las urnas, donde una vez más una mayoría silenciosa ha logrado superar a una minoría más estridente: un 55,3% de los escoceses se ha inclinado por mantener a Escocia en el Reino Unido, frente a un 44,7% que abogaba por la independencia, en un referéndum que ha superado todos los récords de participación. Sin duda que la más audaz e intensa campaña llevada a cabo por los defensores de la secesión ha conseguido movilizar al electorado más afín al nacionalismo escocés, al que se ha sumado buena parte de los descontentos con el estado de cosas actual (básicamente con un Gobierno, el del dúo Cameron-Clegg, que se ha caracterizado por sus medidas impopulares ante la crisis económica); pero también ha acudido masivamente a votar aquel sector consciente de los graves perjuicios de tipo económico y político que la separación iba a acarrear para, en primer lugar, la propia Escocia (algo en lo que se ha insistido en el tramo final de la campaña). Sin duda, el triunfo electoral del unionismo es en principio una buena noticia para el fortalecimiento de la Unión Europea, cuya viabilidad pasa por la integridad de las naciones que forman parte de ella.

Eso sí, cabe puntualizar que ni desde el punto de vista histórico, ni legal, ni constitucional, son comparables los casos de Escocia y Cataluña, por mucho que los voceros y propagandistas del secesionismo catalán, y de las distintas ramas del nacionalismo en general, se empeñen en hacernos ver lo contrario. Escocia sí fue un reino independiente de Inglaterra, al que se unió en 1707 por medio del Acta de Unión, una serie de leyes de contenido político y económico aprobadas por los parlamentos escocés e inglés; los cuales, a partir de entonces, por cierto, quedaron disueltos para establecer un único Parlamento de Gran Bretaña, con sede en el Palacio de Westminster. Y además el Reino Unido, como es sabido, no se rige por una Constitución escrita, sino por una serie de convenciones fundamentadas precisamente en la doctrina de la soberanía parlamentaria, en virtud de la cual los estatutos y leyes que se aprueban en el Parlamento británico son fuente suprema: de ahí que se afirme en las Islas británicas que un partido que ostente la mayoría en la Cámara de los Comunes, y por ende el Gobierno que salga de él, es capaz de hacerlo todo. Incluso de permitir un referéndum por el que una parte del Reino Unido pueda decidir desgajarse de él.

Sea como fuere, y pese a la victoria del 'no' a la independencia, no ha quedado precisamente diluída la inmensa torpeza política de David Cameron; puesto que, si bien se ha librado finalmente del dudoso honor de pasar a la historia como el Primer Ministro que facilitó la separación de Escocia del Reino Unido, el daño ya está hecho: la celebración del referéndum ha servido, no solo para promocionar las posiciones de los partidarios de la secesión, sino también para que queden plasmadas en un porcentaje nada despreciable de apoyo (casi un 45%), al que se agarrarán Salmond y demás prebostes del nacionalismo escocés para continuar exigiendo más plebiscitos... hasta conseguir ganar. Véase el ejemplo de Québec. Porque sabemos de buena tinta lo insaciable que puede llegar a ser el nacionalismo, que tiene en la reivindicación permanente su razón de ser.