viernes, 31 de octubre de 2008

¿DEBE OPINAR LA REINA?



Mucha cola está trayendo el muy discutido último libro de Pilar Urbano, en el que aparecen publicadas determinadas opiniones de S.M. la Reina sobre la actualidad política y social. Quien desde luego más beneficio va a obtener de esta polémica es la propia autora, que seguramente conseguirá unos magníficos índices de ventas. Pero el problema reside en que últimamente se está desvirtuando el papel que ha de desempeñar la Monarquía, cuando hace unos pocos años parecía estar claro. La Corona, como poder moderador y símbolo de la permanencia y unidad de la nación española, es una institución que representa a todos los españoles, sin distinción de ideologías ni de ninguna otra consideración. Por tanto, los miembros de la Familia Real deberían abstenerse de pronunciarse en público acerca de asuntos polémicos o que sean susceptibles de provocar controversias entre los españoles. Precisamente si por algo se había distinguido hasta ahora doña Sofía era por su gran discreción, y, pese a este borrón, hemos de seguir estando orgullosos de su extraordinaria labor como Reina de España. Pero en esta ocasión algo ha debido de fallar entre el personal de la Casa Real, y creo que, en tal caso, además de procurar que no se repitan situaciones similares, sería conveniente que se asumieran responsabilidades. Porque, ¿quién ha dado el visto bueno a que se hicieran públicas opiniones que no deberían haber traspasado el ámbito de lo privado?

jueves, 30 de octubre de 2008

PUDO HABER SIDO UNA MASACRE


Esta mañana nos hemos sobresaltado con una nueva siniestra aparición de la banda terrorista ETA. Aunque afortunadamente sólo hay que lamentar heridos leves, todo parece indicar que los etarras buscaban provocar una auténtica masacre. Esta vez, los objetivos de sus designios criminales eran estudiantes, profesores y demás personal de la Universidad de Navarra. Porque, muy al contrario de lo que de forma deplorable se ha llegado a afirmar (y no sólo desde el ámbito del nacionalismo vasco), a los asesinos etarras no les importa matar a personas que nada tengan que ver ni con la política ni con las fuerzas de seguridad del Estado. Por desgracia, tenemos trágicos ejemplos de ello. Lo que siempre han perseguido ha sido sembrar de terror y dolor su odiada España, con el fin de chantajear al Gobierno de turno. La experiencia nos ha demostrado que el único método para intentar acabar con esta lacra es combatir con toda la firmeza del Estado de Derecho a estos criminales y a quienes les apoyan y prestan cobertura. El inmenso y dramático error de buscar la distensión, tratarlos como meros descarriados y concederles la categoría de interlocutores políticos no debe volver a repetirse.

miércoles, 29 de octubre de 2008

EL COLMO DEL CINISMO


Todo un ejemplo a seguir. En estos momentos en los que, pese a la crisis que soportamos, determinados cargos públicos del más alto nivel (léanse los Benach, Touriño y otros virreyes) no reparan en dispendios, hay sin embargo probos dirigentes políticos que se sacrifican en pos de la buena salud de nuestras cuentas públicas. El ínclito e incombustible ministro Rubalcaba, con el empaque propio de un acreditado farsante, ha destacado el caso de Joan Mesquida, secretario de Estado de Turismo y a la sazón ex-director general de la Policía y la Guardia Civil. Y es que el político balear, aunque tiempo ha que ha dejado tan importante desempeño en el Ministerio del Interior, sigue viviendo en un cuartel de la Guardia Civil en Madrid. ¿Y a qué se debe tal decisión, dado que su actual cargo nada tiene que ver con la Benemérita? Porque uno podría pensar que el señor Mesquida está haciendo uso 'gratis total' (esto es, con el dinero de nuestros impuestos) de una residencia que debería estar ocupada por una familia de la Guardia Civil. Pero menos mal que el señor Rubalcaba nos ha sacado del error: En realidad se trata de una medida austera y beneficiosa para el erario, ya que, además de garantizar la seguridad del señor Mesquida, se abaratan costes, puesto que, tal y como indicó, 'nos ahorramos cinco o seis policías'.
Es el colmo del cinismo: Una utilización descarada de los recursos públicos para usos privados se nos vende como un acto de sobriedad y desprendimiento. Pero así es Rubalcaba, que tantísimas lecciones de moral viene impartiendo desde que ejerciera de portavoz del Gobierno de los GAL.
Aunque si tan barato cuesta vivir en un cuartel de la Benemérita, nuestros dirigentes políticos deberían pensar en cambiar de lugar de residencia, sobre todo para dar ejemplo en estos tiempos difíciles. Entre ellos, el mismísimo presidente del Gobierno, cuyos 'gastos de Palacio' nos salen por un ojo de la cara.

miércoles, 22 de octubre de 2008

DEL INTERVENCIONISMO DESATADO AL ROBO LEGALIZADO


Era cuestión de tiempo que pasara algo así. Al albur del vendaval intervencionista que asola prácticamente al mundo entero, poco iban a tardar los populistas fabricantes de miseria en decretar expolios y atropellos a la propiedad privada. En suma, a conceder al robo carta de naturaleza legal. Y de esta forma se ha apresurado a proceder el Gobierno argentino de la inefable Cristina Fernández de Kirchner, que no ha tenido mejor idea que arrebatar de forma alevosa los ahorros de jubilación depositados en fondos privados. Tantos años de esfuerzo y previsión por parte de tantísimos argentinos para que alguien con ínfulas de Evita Perón los reduzca a la nada. En estos tiempos de práctica deificación del gran Leviatán, la señora de Kirchner ha encontrado el momento oportuno para erigir al manirroto Estado argentino en el único y exclusivo amo y proveedor de los ahorros de los ciudadanos. Y de paso, con esta requisa se le proporciona un poco de oxígeno a un Estado en quiebra, que también parece merecer un 'rescate'.
Decía el genial Borges que los peronistas no son ni de derechas ni de izquierdas, sino incorregibles. Lo que sí es cierto es que han logrado convertir al que fuera uno de los países más desarrollados del mundo en una auténtica ruina. Y por desgracia no cejan en el empeño de empeorarlo aún más si cabe.
Mucho me temo que sólo hemos visto la punta del iceberg...

EL ANTIAMERICANISMO PASA FACTURA


Muy poco después de que Zapatero culpara de forma explícita a EEUU de la crisis que sufrimos, va y mendiga ante un atribulado Sarkozy un puesto de invitado a una Cumbre, la del G-8, de la que, no sólo no formamos parte, sino que precisamente el Gobierno estadounidense ejerce de líder y anfitrión. Y es que había llegado a creerse los cantos de sirena de un Gordon Brown al que le quedan unos pocos telediarios. Pero parece ser que el presidente galo no ha podido ser más claro con él: España merece por su parte todos los elogios habidos y por haber, pero no está en su mano convocarle. Vamos, que le ha remitido a su denostado Bush, quien, desde que le dejó con un palmo de narices en Irak, no consigue que se le ponga al teléfono. Mal pinta la cosa.
Parece mentira, pero Zapatero sigue sin aprender la lección. No se puede ir ofendiendo a quienes, le guste o no, son la indiscutible primera potencia mundial y encima esperar situarse al lado de los más grandes del panorama internacional. Haciendo alarde de antiamericanismo queda muy bien ante una buena parte del electorado y determinados ámbitos mediáticos, pero al final esa irresponsable actitud acaba pasando factura. Él prometió en su momento sacarnos de la foto de las Azores, y a fe que lo ha conseguido. Lo peor de todo es que hemos desembocado en la más absoluta inanidad.
Nefastos días para nuestro presidente, que para más inri pasó ayer un muy mal trago en el debate de sus Presupuestos.

lunes, 20 de octubre de 2008

UN POCO DE POLÍTICA-FICCIÓN





'El agua es de todos los españoles, de todos. Las decisiones sobre el agua las toman todos los españoles, y no sólo una parte'. 'Hay que llevar agua de donde sobre a donde se necesite, y Murcia la necesita'. 'Habrá Plan Hidrológico Nacional'.
Hagamos un poco de política-ficción e imaginémosnos que estas palabras las pronuncia el presidente Zapatero en Murcia. Sé que es un ejercicio harto difícil, pero esforcémonos por un momento. ¿Qué diría una gran parte de los medios y articulistas de nuestra Región? Los elogios le lloverían por doquier. A buen seguro que escucharíamos y leeríamos comentarios del siguiente tenor: Estamos ante un presidente que, consciente por fin de nuestra necesidad de agua, ha decidido comprometerse firmemente con Murcia. Ha tenido la virtud de rectificar y plantea ahora los trasvases como solución. Por tanto, el Tajo-Segura no está en peligro, y hemos de esperar que otros acueductos lleguen a ser una realidad, ya que ha prometido desarrollar un Plan Hidrológico Nacional. Por su parte, los socialistas murcianos ensalzarían la talla de hombre de Estado de Zapatero, nuevo artífice del trasvase Tajo-Segura y de otros que están por venir, sensible y solidario con la España seca de la que formamos parte. Darían otro bandazo de los que nos tienen acostumbrados, sin que Pedro Saura se viera en la necesidad de mostrar público arrepentimiento por votar en su momento a favor de la derogación del trasvase del Ebro.
Pero, como se sabe, el autor de esas frases no fue Zapatero, sino Mariano Rajoy. En cambio, esas declaraciones han recibido calificaciones tales como de 'insuficientes' y 'ambiguas' (cuando no de 'vacías' en algún caso) por parte de la práctica totalidad de los columnistas y comentaristas de nuestra prensa, incluidos quienes se supone más afines (al menos ideológicamente) al PP. No pretendo con ello poner en solfa al periodismo de nuestra Región, de una excelente calidad por otra parte. Sólo quiero resaltar que hemos alcanzado tal extremo que se le exige más claridad y concreción al líder de la oposición que al mismísimo presidente de un Gobierno al que, nos guste o no, le compete única y exclusivamente tomar decisiones en este terreno.
Además, cada uno debe pechar con las consecuencias de sus actos: Fue el PSOE de Zapatero el que eliminó el trasvase del Ebro y el que empezó a poner en duda la continuidad del Tajo-Segura, del que desde entonces nos ha llegado agua a cuentagotas. Y es el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha el que pretende ponerle fecha de caducidad. Al menos de momento, los murcianos sí parecen tener claro cuál es la postura y la consiguiente forma de actuar de unos y otros. Cabe recordar que en las últimas elecciones generales, en las que también se le acusaba a Rajoy de ser confuso en la defensa de los trasvases, el PP consiguió en Murcia los mejores resultados de su historia.

viernes, 17 de octubre de 2008

QUÉ SERÍA DE NOSOTROS SIN ELLOS







Están encantados de haberse conocido. Y es que los europeos no nos merecemos unos dirigentes tan excelsos. Pese a la crisis que estamos sufriendo, hemos de estar tranquilos: Ellos y sólo ellos podrán encontrar el remedio, ya que son capaces de manejar como nadie el dinero de nuestros impuestos.
Lo dijo Zapatero, y no podía ser otro: 'La crisis viene de EEUU y se va a superar gracias a la Unión Europea'. Con un par. El antiamericano patológico ha dado en el clavo: Este mal, como todos, procede exclusivamente del odiado Imperio, pero menos mal que existe Europa, que salvará al mundo. Al igual que debe imponerse el multilateralismo pacifista europeo frente al unilateralismo belicista estadounidense en la resolución de los conflictos (por mucho que ellos a la hora de la verdad nos saquen las castañas del fuego, como fueron los casos de las dos guerras mundiales y el conflicto en los Balcanes), el 'capitalismo salvaje' ha de ser derrotado por la economía 'social' (y no se dice 'socialista' porque chirriaría mucho) de mercado. Eso sí, de momento limitémosnos a copiar las medidas tomadas en aquel embrutecido país, que además los europeos sabemos mejor que ellos lo que es tirar del dinero público para solucionar los problemas.
No podía faltar Sarkozy, quien, dando una vuelta de tuerca más a su últimamente muy acentuada megalomanía (propio de quien llega a ocupar el Palacio del Elíseo; no todo es culpa de Carla Bruni), propone nada menos que 'refundar el capitalismo'. Es para ponerse a temblar. ¿En qué sentido? ¿En el de la economía francesa, caracterizada por altos impuestos, un gigantesco sector público y un intervencionismo asfixiante? Si es así, nos espera el estancamiento que vive desde hace décadas la nación que preside.
¿Y quién aparece como líder moral en estos momentos difíciles? Pues ni más ni menos que el premier británico Gordon Brown, absolutamente desprestigiado en su país (creo que la ventaja que le lleva el conservador David Cameron ronda ahora los veinte puntos). Pero, en fin, quizá pretenda despedirse prestando un gran servicio a su patria y a Europa, de la que le creíamos más bien escéptico. ¿O bien su verdadera intención es presentarse como gran conjurador de la crisis para mejorar sus deterioradas expectativas electorales?
Los liberales de la llamada escuela austriaca ya nos avisaron de las consecuencias de las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales, cuando ajustan los tipos de interés por debajo de su tasa natural. Se produce con ello una inflación del crédito que lleva a un colapso del sistema. Fueron, pues, capaces de predecir la crisis actual, tal y como hicieron también con el 'crack' del 29. Por tanto, ¿no deberían nuestros políticos tomar nota de las propuestas de Mises, Hayek y compañía, y no limitarse a Keynes?

miércoles, 15 de octubre de 2008

DE AQUELLOS POLVOS...



'Pasqual, apoyaré el Estatuto que apruebe el Parlamento de Cataluña'. Esta frase levantó de su asiento al entonces presidente de la Generalitat catalana y provocó la ovación del público asistente a un mitin electoral del PSC. Y ahí empezó todo. Zapatero, entonces aspirante a presidir el Gobierno, daba a entender con ese inaudito e irresponsable compromiso que la voluntad expresada por una asamblea autonómica no debía tener más límite que la conveniencia política; ni las leyes, ni la Constitución, ni tan siquiera la soberanía nacional representada en las Cortes Generales. Y en efecto, el 'Estatut' que ahora rige en Cataluña es una verdadera burla a los principios recogidos en nuestra Carta Magna: Desde su mención a la 'nación catalana', pasando por la bilateralidad en las relaciones Estado-Generalitat, hasta la ruptura de la unidad jurisdiccional. Todo ello con el agravante de que su principal impulsor fuera quien debería ser garante de la nación española, el mismísimo presidente del Gobierno.
A partir de entonces, hemos asistido a una auténtica carrera protagonizada por determinados Gobiernos autonómicos (de distintos colores) que compiten por sacar adelante el Estatuto que más pueda parecerse al catalán, por mucho que en todos los casos se intente mantener la impresión de que se respeta el marco constitucional. En este sentido, hizo muy bien en su momento el Ejecutivo regional murciano al no sumarse a esta corriente: En nuestra Comunidad Autónoma, como en todas las demás, hay necesidades mucho más perentorias. Pero el resultado no podía ser otro: La paulatina conversión de un Estado 'semifederal' como es el Estado de las autonomías en una especie de confederación de reinos de taifas. A ello hay que unir el 'talante' insolidario que, de palabra y de obra y debido fundamentalmente a razones de supervivencia política, caracteriza al Gobierno de Zapatero, sobre todo a propósito del espinoso asunto del agua. Tras la derogación del trasvase del Ebro, a murcianos, valencianos y almerienses se nos ofrece la desalación masiva como única solución, y es que en esta nueva Confederación Ibérica de Naciones se impone que cada región, autonomía o virreinato haga de su capa un sayo y, por tanto, viva única y exclusivamente de sus recursos propios.
El Estatuto de Castilla-La Mancha que se ha tomado en consideración en el Congreso es uno de los productos más acabados del presente cuarteamiento de la soberanía nacional. Dados los inmediatos antecedentes, los políticos castellano-manchegos se sienten absolutamente legitimados para fijar una fecha de caducidad al trasvase Tajo-Segura. Si ha quedado enterrado el del Ebro porque ese tipo de acueductos son, según el Gobierno actual, caducos, trasnochados, costosos y nocivos para el medio ambiente, ¿qué sentido tiene mantener el del Tajo? ¡Si hasta Zapatero llegaría a confesarle al presidente Valcárcel que no cree en los trasvases! ¿Y qué más da que arrogarse competencias en materia de recursos hídricos sea una flagrante inconstitucionalidad? ¿Qué mayor ataque a nuestra Constitución que el 'Estatut' vigente en Cataluña?
De aquellos polvos vienen estos lodos. Ahora cabe esperar que los diputados que nos representan en las Cortes sepan estar a la altura de las circunstancias. No sólo por Murcia. Sobre todo, por España.

martes, 14 de octubre de 2008

OBAMA: 62%; McCAIN: 7%



No, obviamente no se trata de la última encuesta de intención de voto en los EEUU. De momento, la ventaja de Obama no llega a tanto. Son los resultados de un sondeo encargado por Antena 3 sobre las preferencias de los españoles si tuvieran la oportunidad de elegir al presidente norteamericano. ¿Sería imaginable que en una democracia mínimamente asentada el candidato del centro-derecha obtuviera menos del 10% de los sufragios? Cabe recordar, por ejemplo, que la otrora Alianza Popular conseguía en sus momentos más difíciles, en plena hegemonía felipista, un 26%. ¿A qué se debe entonces que los españoles, incluida una gran mayoría de los que votan al centro-derecha, se pronuncien casi de forma unánime a favor de una sola opción?
No creo que la explicación resida únicamente en el 'fenómeno Obama': El primer candidato negro con posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca, y además joven, atractivo y con su halo de romanticismo, frente al anciano y no tan telegénico McCain, que encima es un poco cascarrabias y, para más inri, más blanco que la leche. Este tipo de encuestas realizadas en España y en cualquier país de Europa (si exceptuamos Gran Bretaña) han proporcionado siempre los mismos resultados: Un apoyo testimonial al candidato republicano (George W. Bush, el personaje público más vilipendiado en la historia reciente, conseguía exactamente el mismo porcentaje que ahora McCain) y, por tanto, una abrumadora predilección por el aspirante demócrata.
Se trata de una consecuencia directa, no sólo de la desinformación y del desconocimiento sobre la política y la historia tanto internacional como de los EEUU (general en nuestro continente y, sobre todo, en nuestro país), sino también de la versión, absolutamente distorsionada, que nos transmite la inmensa mayoría de los medios de comunicación. Lo que nos llega es que los demócratas representan a la parte más civilizada y 'pro-europea' de ese país de bárbaros, mientras que los republicanos son el genuino exponente de la América profunda, intolerante, violenta y belicista. Y no sólo la televisión y los terminales mediáticos izquierdistas y antiamericanos, sino incluso ciertos periódicos supuestamente afines al centro-derecha; es el caso del diario 'El Mundo', cuyo director tiene como uno de sus deportes favoritos meterse con todo lo que huela a Partido Republicano. Uno de los resortes de manipulación más utilizados es jugar a la confusión con el término 'liberal', que en los EEUU adquiere un sentido totalmente distinto al de aquí: El de izquierdista o 'progre'.
Y es que, por ejemplo, pocos saben que el Partido Republicano, fundado en 1854 por Abraham Lincoln, nació como organización impulsora tanto de la unidad de la nación estadounidense como de la libertad y de los derechos civiles de los negros, frente a la política esclavista de los Estados del sur, curiosamente dominados por los demócratas durante casi un siglo. Y más adelante, un presidente republicano, Eisenhower, promotor de la Ley de Derechos Civiles de 1957, llegaría a mandar soldados a Arkansas para acabar con la segregación escolar. Respecto de la supuesta tradición belicista o 'intervencionista' en política exterior, la historia demuestra que en muchas más ocasiones los presidentes demócratas involucran a los EEUU en guerras: Así, la impopular Guerra de Vietnam fue iniciada por el idolatrado demócrata Kennedy, y fue el detestado republicano Nixon el que la terminó (aunque mal que bien). Otro argumento que se suele utilizar es el de la libre tenencia de armas, cuando, con más o menos restricciones, es un derecho que defiende también la mayoría de los demócratas, entre otras razones porque lo recoge la mismísima Constitución. ¿Y qué decir de la pena de muerte? ¿Cuántos de los encuestados por Antena 3 sabían que Obama no está precisamente por su abolición?
Desde luego que hay ciertas diferencias entre el Partido Republicano (más liberal en lo económico y más conservador en lo social) y el Partido Demócrata (un poco más intervencionista y menos tradicionalista), pero les une un acendrado patriotismo y una misma fe en los principios y valores que han hecho grande a los EEUU. Los matices los aportan más bien las personas que encuentran acomodo en estas dos grandes plataformas: Por ejemplo, hay muchas posibilidades de que un demócrata del sur agrícola sea más conservador que un republicano del norte industrial. El fanatismo con el que caracterizan a los republicanos la práctica totalidad de los medios de comunicación europeos nada tiene que ver con la realidad norteamericana, mucho más compleja de lo que nos quieren hacer ver.

viernes, 10 de octubre de 2008

EN MONCLOA NO HAY CRISIS


Las familias españolas, conscientes y sufridoras de las consecuencias de la crisis económica, se 'aprietan el cinturón'. Pero no así el insigne clan Rodríguez-Espinosa que habita en el Palacio de la Moncloa. Claro, ahora se explica cómo ha estado el presidente del Gobierno negando durante tanto tiempo la crisis: Él personalmente no la ha notado en absoluto. Es más, incluso su economía mejora en estos tiempos difíciles, ya que Presidencia del Gobierno contará con un presupuesto que asciende a un total de 49 millones de euros, un 3,3% más que en 2008. Supone nada menos que un 77,5% más que en las últimas cuentas aprobadas por el Ejecutivo de Aznar, aunque, bueno, ya conocemos al ex-presidente, tan cicatero y tacaño en el uso del dinero público, cuando, como sentenciaría una brillante celebridad que llegaría a ser Ministra de Cultura, 'no es de nadie'. A este respecto, resulta especialmente significativo el incremento en el presupuesto de energía eléctrica: Será de 806.000 euros en 2009, frente a los 510.000 de 2004. ¿Acaso el Ministro de Industria no va a obsequiar a su presidente con algunas de esas bombillas de bajo consumo que se comprometió a regalarnos (con ese dinero que no tiene dueño, claro)?
Algo sí hay que reconocerle a Zapatero: Ha conseguido que la crisis no alcance a su hogar.

miércoles, 8 de octubre de 2008

UN POCO DE AUDACIA Y ORIGINALIDAD, POR FAVOR



Nos preguntábamos si el hasta hace poco malvado y estulto Bush habrá sido merecedor de la absolución tanto de la influyente 'progresía' como del tan extendido antiamericanismo (a izquierda y derecha) en general. No sabemos si tendremos la oportunidad de disfrutar de un acto de público desagravio al nuevo apóstol del intervencionismo. Pero lo que sí es cierto es que los Gobiernos de la Unión Europea, tan formalmente distanciados y críticos con la actual Administración norteamericana, se han apresurado a copiar el Plan keynesiano aprobado en los EEUU. Y entre ellos, el mismísimo Zapatero, que ha cimentado buena parte de su fulgurante carrera política en la explotación del resentimiento, tan generalizado en el electorado, hacia la primera potencia mundial y su actual presidente. Desconocemos la cantidad de bilis que habrá tenido que tragar. Porque, por mucho que haya querido diferenciar su proyecto del paquete de medidas norteamericano, su Plan es el Plan Bush, pero con miles de millones de euros en lugar de dólares.
Al menos en los EEUU, los representantes del Congreso, que tuvieron la oportunidad de conocer, debatir, revisar y, finalmente, votar en libertad el Plan, arrancaron el compromiso de una reducción de impuestos para empresas y familias. Pero tal medida ni asoma por el Plan presentado por Zapatero: Y es que esos miles de millones de euros que inyectarán liquidez a bancos y cajas de ahorros (y veremos a quiénes más) saldrán de unas arcas deficitarias, lo que generará una deuda que a buen seguro tendrán que afrontar varias generaciones de españoles. Por tanto, ni hablar de bajadas de impuestos. Y habrá que encomendarse a todos los santos para que nos dejen como estamos y no nos los suban.
Se echa en falta un poco de valentía, audacia y originalidad en los dirigentes políticos de nuestra vieja Europa. Además de hacer lo más fácil, pero también lo más oneroso, que es tirar con pólvora del Rey (y el que venga detrás, que arree), se limitan a fusilar un Plan bastante contestado en su país de origen (aunque siempre estamos dispuestos a copiar lo malo que nos llega de esa gran nación). Porque, vale, acudimos al rescate de las entidades financieras con el dinero de los contribuyentes, ¿y ya está? ¿Y qué hay del paro que esta crisis está provocando? ¿De esta manera se creará empleo? Al contrario, puesto que estas medidas de expansión del gasto público generarán inflación, y con ello desempleo. ¿Y ya no merece la pena luchar contra la subida de los precios? No se plantea, por ejemplo, la necesidad de flexibilizar el mercado laboral, de liberalizar e introducir competencia en tantos mercados intervenidos (como los energéticos), de reformar el comercio minorista, de bajar los impuestos a empresas, familias y ciudadanos para que dispongan de más dinero para hacer frente a la crisis, y, aunque precisamente no case con esta ola intervencionista, de reducir el gasto público. Y, por supuesto, se debe regular más adecuadamente el sector financiero.
Última hora: El Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos han acordado bajar los tipos de interés en medio punto: En la Eurozona, se queda en el 3,75%, mientras que en los EEUU, en el 1,5%. El dólar, casi regalado. ¡Más vino para el borracho!


sábado, 4 de octubre de 2008

APROBADO EL PLAN BUSH, PERO SIN CONSENSO


La segunda vez no hubo sorpresas: Un Plan Bush-Paulson matizado aunque sin perder su carácter eminentemente keynesiano, tras conseguir la luz verde del Senado, obtuvo la aprobación definitiva de la Cámara de Representantes. No obstante, un 40% del Congreso (una mayoría de los republicanos, 108, más 63 demócratas) votó en contra, por lo que sería exagerado afirmar que haya habido consenso. Las mejoras introducidas en el Plan, tales como reducciones de impuestos a empresas y familias y un aumento en la garantía de los depósitos (propuesta conjunta de los candidatos Obama y McCain), han logrado el cambio de parecer de la mayoría de los representantes contrarios en la primera votación, si bien está por ver si conseguirán convencer a un electorado en general muy consciente de sus derechos como contribuyentes.

Antes de la votación, el líder de la mayoría demócrata, Steny Hoyer, después de urgir a los congresistas a que apoyaran el Plan 'para salvar la economía', se refirió de una manera un tanto hipócrita a la 'irresponsabilidad' de los altos ejecutivos, que no merecían recibir 'paracaídas de oro'. Pero sea cual sea el material del que estén hechos, no dejarán de ser paracaídas y salvavidas que se les proporcionará y utilizarán; y que para más inri estarán fabricados con el dinero del sufrido impositor. Además, de esta forma precisamente se premiará y, con ello, promoverá la irresponsabilidad, ya que los grandes bancos y compañías adquieren la certeza de que siempre podrán contar con la ayuda del Estado cuando las cosas vengan mal dadas. Si no hay riesgo, deja de existir la economía de mercado.

Por otra parte, no hemos presenciado los cataclismos que se anunciaban de no aprobarse el Plan. Muchos aseguraban que lo que se nos venía encima iba a dejar corto al 'crack' del 29. Vamos, que íbamos a contemplar horrorizados la caída en masa de ejecutivos e inversores desde lo alto de los edificios de Nueva York. Sin embargo, incluso al día siguiente de la negativa del Congreso, 'Wall Street' amaneció con subidas. Y es que poco tiene que ver la economía norteamericana de principios de los años 30 con la actual, mucho más diversificada y en la que el sector de las nuevas tecnologías cumple un papel importante.

Lo que me ha fascinado especialmente estos días es el entusiasmo con el que han apoyado el Plan Bush quienes hasta ayer mismo pintaban al todavía presidente de EEUU con cuernos y rabo. ¿Obtendrá, merced a su 'conversión' al keynesianismo, la redención de sus pecados y el consiguiente perdón de la secta 'progre'?

jueves, 2 de octubre de 2008

CUBA, ESA ESPERANZA DE LOS DESHEREDADOS DE LA TIERRA

Además del irrefutable logro de la igualdad (por abajo, todos iguales de pobres), el comunismo de Fidel Castro puede apuntarse otro tanto: Un 'apartheid' caribeño. Tres significativos y sonoros ejemplos de lo que es en realidad Cuba:
¿Quién puede tener un móvil en Cuba?
¿Cómo comprar productos cubanos en Cuba?
¿Quién puede hospedarse en el hotel 'Habana Libre'?

miércoles, 1 de octubre de 2008

ZAPATERO PRESUME... Y EL PARO SUBE


Zapatero sigue erre que erre. Tras haberse comportado como un perfecto aldeano fanfarrón en Nueva York, donde llegaría a afirmar que es la envidia de Berlusconi y el terror de Sarkozy, hoy en el Parlamento ha presumido de que 'con MI política económica, hemos superado en renta per cápita a Italia'. Porque, claro, los datos económicos, si son buenos, son indiscutibles méritos personales suyos. Mientras tanto, Eurostat daba cuenta del aumento del paro en España de hasta el 11,3% en agosto, lo que coloca a nuestro país como el Estado miembro con más desempleo, seguido de Eslovaquia (9,9%). Pero estas cifras ya no son producto de la política económica de Zapatero, no, sino seguramente tanto de la de Aznar como la de sus amigos, los 'neocons' estadounidenses, quienes, como se sabe, están hundiendo al mundo entero. Vamos, que hay razones para que nuestro dilecto presidente continúe en su estado de euforia: Por mucho que siga subiendo el paro, lo que siempre será culpa de otros, conseguiremos alcanzar en renta a Francia, gracias al providencial y gran hacer de Zapatero. Y de todas formas, ¿qué más da que España se sitúe como el país desarrollado con mayor tasa de paro? Lo verdaderamente importante es que nuestros sueldos sean equiparables a los de italianos, franceses y alemanes, y sobre todo que nuestro presidente pueda pavonearse por ello ('yo tengo mucho más paro que tú, Sarkozy, ¡pero te he superado en renta!'). A eso sí que se le puede llamar 'sensibilidad social'.