martes, 28 de octubre de 2014

QUE NO SE QUEDE EN EL ESPECTÁCULO

Esta vez no se trata de reminiscencias de aquel periodo de trinques al por mayor y al calor del 'boom' inmobiliario, no: la llamada 'Operación Púnica' es el resultado de unas investigaciones sobre una trama corrupta edificada durante los dos últimos años, y que extendía sus redes en distintos organismos públicos hasta ayer mismo. En este sentido, no cabe dudar del celo de los aparatos del Estado (Fiscalía, Poder Judicial, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad) en la lucha contra la corrupción, tanto la pasada como la presente, que una vez más queda patente que es máximo; y en concreto del actual Gobierno, del que dependen tanto la Guardia Civil (a través del Ministerio del Interior) como, pese a su esencia tardofelipista, la Fiscalía Anticorrupción (sometida jerárquicamente a la Fiscalía General del Estado), y así hay que resaltarlo y reconocerlo.

Ahora bien, es de esperar que, tras el ruido, lleguen las nueces: que la espectacularidad de la misma macrorredada, de los registros y las detenciones que ha traído consigo (y que tanto nos ha recordado a aquellas tristemente célebres 'Producciones Rubalcaba', aquellos alardes de grandes operaciones policiales con los que se lograba abrir los telediarios), no se quede en la transitoria efectividad mediática y sirva realmente para esclarecer los hechos sujetos a investigación y dirimir las correspondientes responsabilidades ante la Justicia. Y caiga quien caiga, por supuesto. En caso contrario, nos limitaríamos a colgar 'sambenitos' incluso a personas que posiblemente después queden exentas de toda culpabilidad (como ha ocurrido en tantísimas ocasiones), pero sin llegar al fondo del asunto: con lo cual, quizá se cumplan determinados objetivos de desgaste político, pero se acabaría haciendo un flaco favor a la lucha contra la corrupción, que es en suma de lo que debería tratarse. Esperemos que esta vez no sea así, y que todo el peso de la Justicia termine cayendo sobre quienes realmente hayan incurrido en prácticas corruptas.

Mientras tanto, el populismo de extrema izquierda sigue contando con todavía más munición... Frente a ello, además de demostrar que hay más transparencia y que se persigue la corrupción, había que responder con ejemplaridad en las propias filas de los partidos políticos: y en esta ocasión, dada la magnitud mediática de la operación, se ha procedido con inusitada rapidez suspendiendo inmediatamente de militancia a los afiliados implicados y exigiendo su abandono de los cargos públicos. Bien está que se depuren responsabilidades políticas con tanta diligencia, sobre todo dada la especial sensibilidad de la opinión pública ante la corrupción política en la actualidad: y es que también cabe congratularse de que hayamos pasado del 'yo también lo haría' de los años felices a la justa indignación generalizada de los actuales tiempos difíciles.

jueves, 23 de octubre de 2014

PEDRO SÁNCHEZ Y LOS LEGADOS

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y en su primer debate de Presupuestos como líder de la oposición, Pedro Sánchez calificó de 'obsceno' reivindicar 'el legado de Rato (incurso en el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid) y Acebes (sorprendentemente imputado por el juez Ruz a propósito del 'caso Bárcenas')'. Quizá el legado que haya que reivindicar es el de Zapatero, o más bien el de Felipe González, su declarado ejemplo a seguir: en ambos casos, el de los récords de paro, los déficits galopantes y, en suma, la práctica quiebra económica de España. Ruinosas herencias, auténticos desaguisados socialistas que el PP ha tenido que arreglar: el PP de Aznar, propiciando la etapa de mayor prosperidad y más creación de empleo de la democracia; el PP de Rajoy, de momento, ahuyentando el fantasma del rescate de nuestra economía, que incluso muestra visos de mejoría por primera vez desde que empezó la crisis. Es la pura realidad, independientemente de que cada cual deba rendir cuentas por comportamientos nada edificantes, en algún caso supuesto, y que, de todas formas, nada tienen que ver con la brillante gestión económica del periodo 1996-2004.

Sea como fuere, en efecto, el economista pero muy ocurrente Pedro Sánchez, que poco ha tardado en apuntarse a la demagogia más pueril (y es que Podemos aprieta, y mucho), era miembro de la Asamblea de Caja Madrid cuando tuvieron lugar hechos tan escandalosos y vergonzosos, y que también protagonizaron miembros de su partido y de la izquierda caviar en general. ¿Y qué hacía entonces el ahora líder del socialismo hispano? Desde luego, parece ser que, junto al resto de asamblearios, carecía de tiempo y recursos para detectarlos, aunque no para lograr condiciones hipotecarias especialmente ventajosas. Y es que ha tenido que llegar el actual Gobierno, sí, para que, a través de las investigaciones del FROB, por fin se destapara la ignominia.


Poco después, se dieron a conocer los nuevos datos de la Encuesta de Población Activa, que siguen batiendo marcas: 195.200 desempleados menos en el tercer trimestre, lo que lleva a que la tasa de paro baje del 24% por primera vez desde el último trimestre de 2011, justo cuando el PP llegó al Gobierno. Además, se sigue creando empleo neto: concretamente, 151.000 nuevos puestos de trabajo entre junio y septiembre, lo que supone el mayor incremento desde 2007, es decir, cuando empezaba una crisis que algunos, o muchos, se empeñaban en negar entonces. Con todo, el número total de ocupados alcanza la cifra de 17.504.000, guarismos que no se alcanzaban desde el tercer trimestre de 2012.

Magnífica noticia que cabe resaltar en su justa medida, porque el hecho de que cada vez más personas, y a un ritmo intenso y hasta ahora desconocido, encuentren empleo es para destacarlo y, desde luego, congratularse. Y más ahora cuando hay quien habla de 'legados' que se deberían o no 'reivindicar'. En efecto, no hay que más que comparar datos objetivos bajo unos Gobiernos respecto de otros.

miércoles, 22 de octubre de 2014

CONTRA EL ÉBOLA: PRIMEROS OBJETIVOS CUMPLIDOS

No por esperada ha sido menos gratificante la noticia: Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, ha superado el virus, tras 16 días ingresada en el Hospital Carlos III de Madrid. Además, si todo se desarrolla con normalidad, España quedará libre de ébola 42 días después de este brote superado: por tanto, el 2 de diciembre será la fecha límite del final de la emergencia sanitaria en la que todavía nos encontramos.

Una vez detectado el primer (y hasta ahora único) caso de ébola en España, las prioridades consistían en curar a la auxiliar afectada y evitar que el virus pudiera propagarse al resto de la población: pues bien, se han conseguido ambos objetivos. La coordinación entre los ámbitos político y sanitario, que quizá tardó en llegar, el protagonismo concedido a los profesionales sanitarios, que han demostrado una vez más su gran competencia y preparación, y, por supuesto, la calidad de nuestro sistema sanitario (que solo parece ponerse en duda cuando gobierna la derecha) lo han hecho posible. Transmitiendo la calma necesaria y sin grandes alharacas.

Si se me permite la salida patriótica, incluso ha sido de esos días en que uno se siente serenamente orgulloso de ser español: hemos sido capaces de demostrar al mundo desarrollado que no somos ese país chapucero y atrasado que, con ese complejo de inferioridad que nos caracteriza, solemos pintar nosotros mismos para zaherirnos. Bien al contrario: España ha recibido felicitaciones de la UE por su gestión ante el primer brote de ébola en Europa; parabienes que, por cierto, han pasado prácticamente desapercibidos por estos lares.

A partir de ahora, a aprender de los errores, que los hubo como puede haberlos en cualquier empresa humana. Y a asumir las correspondientes responsabilidades que de la investigación pudieran derivarse: además de las más generales y políticas, también las más directas e individuales; porque las primeras no deberían anular a las segundas. Si bien cabe puntualizar que en los Estados Unidos, cuya tradición democrática desde su misma fundación como nación le dota de un indiscutible prestigio como ejemplo a seguir en cuanto a responsabilidades políticas, no han llegado a dimitir ni el Secretario de Sanidad de la Administración Obama (equivalente aquí al Ministro de Sanidad), y ni tan siquiera el Comisionado del Departamento de Salud del Gobierno de Texas (cargo semejante al del Consejero autonómico de Sanidad); y muy a pesar de que allí ha habido, no uno, sino dos casos de contagio de ébola.

jueves, 16 de octubre de 2014

SÍ HABÍA ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Sí había armas de destrucción masiva en Irak. Más de diez años después de la intervención militar en aquel país, es la conclusión derivada de investigaciones realizadas por 'The New York Times'; diario, por cierto, de tendencia 'liberal' en el sentido norteamericano del término (calificable de algo así como 'progre' en Europa), y muy crítico en su momento con la controvertida iniciativa liderada por el presidente George W. Bush.

Ya se dio a conocer en 2006 que el Ejército norteamericano había encontrado en Irak algunas armas químicas: en concreto, y según un informe desclasificado, más de 500 proyectiles con gas mostaza y sarín. Aunque hasta ahora se desconocía que los hallazgos pudieran tener una importancia significativa por su magnitud: nada menos que 5.000 ojivas de distintos proyectiles y misiles que contenían agentes químicos.

La pregunta que cabe hacerse resulta, pues, obvia: ¿por qué la Administración Bush no dio la correspondiente publicidad a unos descubrimientos que confirmaban sus sospechas y respaldaban el argumento al que (quizá erróneamente) concedió mayor peso en pro de la intervención en Irak (y que servirían para desmentir a aquellos que promulgaban a los cuatro vientos que se trataba de una guerra 'basada en mentiras')? Parece ser que las propias carencias materiales con las que los soldados norteamericanos debían afrontar la desactivación de tales armas, sin las medidas de seguridad necesarias (de hecho varios resultaron heridos), y que además buena parte del arsenal hallado fuera fabricado en Occidente, fueron consideradas como circunstancias conexas lo suficientemente adversas de cara a la opinión pública como para obrar con tan excesiva cautela; hasta el punto de renunciar a difundir tan importantes y significativos hallazgos. Lo que a su vez denota que la fe de la derecha política norteamericana en sus propias facultades comunicativas es tan reducida como la que suele mostrar, por ejemplo, la española.

Ahora bien, no se trata meramente de un asunto relativo al pasado más inmediato y que pudiera servir para hacer justicia histórica (lo que no carecería de importancia): resulta ciertamente preocupante que muchas de las armas químicas encontradas se hallaran en los alrededores de las ruinas de la sede del organismo creado por Sadam Hussein para su fabricación, el Centro Estatal Muhatnna, que en la actualidad está situado en territorio controlado por el Estado Islámico. Razón lo suficientemente consistente como para que el actual presidente norteamericano, Barack Obama, se decidiera a liderar la lucha de Occidente contra el yihadismo, no limitándose a bombardear 'a lo Clinton', método de comprobada ineficacia por sí solo, sino además llevando tropas sobre el terreno, que es como se consiguen ganar las guerras; y el EI hace tiempo que nos la ha declarado.

lunes, 13 de octubre de 2014

SOBRE CAINISMOS Y COMPLEJOS DE INFERIORIDAD

Desde que se empezó a tener noticia del primer caso de ébola en España (el primero fuera de África), conocidos tertulianos progres se convirtieron de la noche a la mañana en expertos sanitarios y epidemiólogos, y todo para dictar la correspondiente y esperada sentencia: el 'recortador' (por malvado) Gobierno de la infame derecha, culpable. Por supuesto, faltaría más. En pos de ese mismo objetivo, los apóstoles virtuales y mediáticos del apocalipsis han hecho su agosto en apenas una semana, aunque, por fortuna, la evolución positiva dentro de la gravedad de la propia auxiliar afectada (a la que supuestas 'informaciones' daban por muerta) y el hecho de que de momento no se haya detectado ningún otro contagio del virus (pese a los burdos bulos difundidos), han impedido que se genere ese estado de psicosis que se perseguía sin ningún tipo de miramientos. Sea como fuere, siempre resulta conveniente separar la información veraz y contrastada de los rumores e infundios propagados con aviesas intenciones cainitas.

En ese mismo sentido, sería muy adecuado que la política de comunicación del Gobierno empezara a experimentar siquiera una leve mejoría, porque lo cierto es que, hasta ahora, ha dejado bastante que desear. Parece ser que hay quien a estas alturas no se ha enterado de que, desde el mismo momento en que se informó del caso de ébola, se ha puesto en marcha una auténtica estrategia de 'agit-prop', basada como no podía ser de otra manera en la propagación de bulos, mentiras y medias verdades, por parte de terminales mediáticas y virtuales de la izquierda más o menos radical. Y la reacción del Gobierno para contrarrestar semejante campaña ha sido hasta ahora... prácticamente inexistente; y cuando no, torpe.

Después de todo, incluso parece confirmarse que 'la chapuza' o 'la improvisación', de producirse, no son modos de proceder atribuibles en exclusiva a una supuesta, peculiar y funesta idiosincrasia española, mito con el que tanto nos mortificamos, sino a la misma condición humana, imperfecta por naturaleza. Hasta en los mismísimos Estados Unidos, con todos sus grandes adelantos en materia sanitaria ('allí sí pueden repatriar a compatriotas suyos porque sí están preparados para acoger a enfermos de ébola, pero no nosotros', ha sido hasta ahora el lugar común), no han sido capaces de evitar la incidencia del fallo humano, que es por cierto la causa del contagio que también aducen las autoridades políticas y sanitarias norteamericanas.

¿Han hecho, por tanto, el ridículo mundial también en la indiscutible primera potencia? ¿O era simple cuestión de tiempo que el ébola, debido entre otras razones a la apertura de fronteras y al cada vez mayor contacto entre ciudadanos de todos los continentes, también acabara afectando al desarrollado Occidente; donde, afortunadamente, contamos en general con mucho mejores medios tanto para lograr que la incidencia del virus sea mucho menor (tal y como se está demostrando, también en España) como para luchar contra él y terminar encontrando un remedio? ¿Hay todavía quien sostiene que el ébola ha de ser un asunto exclusivamente 'africano' y que allá se las den todas, incluidos los compatriotas que, sea cual sea el motivo, viajen allí y se contagien?

Por favor, ya está bien de complejos de inferioridad a los que tan dados somos; y de los que, por ejemplo, tanto provecho saca el nacionalismo separatista catalán, que ya tenía incluso preparada una interpelación parlamentaria para reprochar al 'Estado español' que sea el único país fuera de África con un caso detectado de ébola. El tiro les ha salido por la culata, pero se trata de su discurso de siempre, y que por desgracia muchos fuera de Cataluña también suscriben: España es sinónimo de atraso y chapuza; vamos, una birria de la que conviene alejarse. Particularmente, y poniendo por delante que como ciudadanos de un régimen democrático y de opinión pública debería guiarnos un sano y constructivo espíritu crítico (en especial con el poder político de turno), me niego a adherirme a corriente tan injusta, ceniza y cainita; y gobierne quien gobierne.

martes, 7 de octubre de 2014

DE FÚTBOL Y DE MEDICINA...

Desde que se tuvo noticia del primer caso de ébola fuera de África, que por desgracia ha tenido lugar en España, surgen por doquier en tertulias televisivas y radiofónicas y en las redes sociales de Internet tal cantidad de epidemiólogos y expertos en protocolos (sanitarios) que sientan cátedra acerca de cómo se debería haber actuado o dejado de actuar, que uno todavía no sale de su asombro. Y es que a este asunto es perfectamente aplicable aquel conocido refrán procedente del rico acervo popular español: 'De fútbol y de medicina, todo el mundo opina'. Aunque es bien conocido que lleva tiempo proliferando por los medios de comunicación, tanto virtuales como convencionales, la figura del tertuliano y/o 'twittero' y/o 'bloguero' omnisciente y sabelotodo, que, pese a su en muchos casos limitadísima formación académica, pontifica incluso sobre cualquier ámbito científico cuyos entresijos escapan a la comprensión y al conocimiento del común de los mortales.

Antes de generar alarmismos injustificados y jugar a la politiquería de baja estofa, es el momento de dar la iniciativa y el protagonismo a quienes verdaderamente poseen los conocimientos pertinentes en la materia, tanto para tratar debidamente a la enfermera contagiada y evitar riesgos para el resto de la población, como para investigar los fallos que se hayan podido cometer. Ahora resulta lo más oportuno, precisamente para, entre otros fines, detectar posibles responsabilidades en las mejores condiciones y, en su caso, tomar las correspondientes medidas. Lo contrario es limitarse a intentar pescar en río revuelto, pero sin llegar al necesario fondo de la cuestión que nos sirva para encontrar las adecuadas respuestas y soluciones.

Eso sí, muchos de los que se presentan a sí mismos como los campeones de la solidaridad y ostentadores del monopolio de los buenos y nobles sentimientos humanitarios, los mismos que ahora aseveran que deberíamos haber dejado morir en África a los religiosos españoles infectados de ébola, están quedando perfectamente retratados. Habrá tiempo también de ponerlos en su sitio.

jueves, 2 de octubre de 2014

¿POR QUÉ SE CREA EMPLEO NETO?

Si bien en términos absolutos, y como era de prever en un mes que suele ser negativo para la creación de empleo debido al final de la campaña de verano, el paro se ha incrementado en septiembre en 19.720 personas (en cualquier caso, la menor subida desde 2007, cuando empezó la crisis), si desestacionalizamos los guarismos hay 33.127 desempleados menos, lo que significa la mayor reducción desde nada menos que 1996. Además, septiembre ha terminado con más de 12.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, la octava subida consecutiva (con lo que se ha alcanzado la cifra de 356.258 puestos de trabajo en los últimos doce meses, el mayor incremento desde 2007): datos que muestran que se sigue creando empleo neto.

En términos interanuales, el paro ha bajado en 276.705 personas; y en lo que llevamos de año, es decir, de enero a septiembre, hay 253.688 desempleados menos, lo que supone la mayor reducción desde nada menos que 1998, en plena expansión económica.

Se trata, en suma, del mejor mes de septiembre en materia de empleo desde 2006, incluso antes de que comenzara la crisis. Así pues, y con todos los matices que se puedan o quieran contraponer, y a los que haremos referencia, son datos objetivamente positivos, y de los que cabe congratularse dado que confirman el óptimo cambio de tendencia que lleva observándose en el mercado laboral.

Y es que, fundamentalmente, la liberalización y flexibilización introducida por la reforma laboral está sirviendo para que se genere empleo con un crecimiento de la economía inferior al 1%, cuando antes era necesario que el PIB aumentara entre el 2 y el 3%; además, a un ritmo tal que incluso antes de que termine la legislatura se ha conseguido que haya menos parados que los que dejó Zapatero... en 2011, amén de que desde empezó 2014 se lleva creando empleo neto por primera vez desde que comenzó la crisis.

Ante datos tan significativos y contundentes, se suele aducir que la mayor parte del empleo que se genera es de carácter 'precario' (cuando en sentido estricto esa modalidad, sin Seguridad Social, que implantó en su momento un Gobierno socialista, uno de los de Felipe González, hace muchos años que dejó de existir): ¿quizá es mejor entonces que se siga incrementando la lista del paro; más vale parado que un empleo que no te case con la empresa, incluidos los jóvenes que han de empezar a adquirir experiencia en el mercado laboral? Nos guste o no, las tendencias del mercado, cada vez más abierto y globalizado, hace décadas que cambiaron, y la reforma precisamente ha adaptado nuestra legislación laboral, que antes era básicamente la heredada del paternalista franquismo, a la flexibilidad que demandan los nuevos tiempos; y los resultados están a la vista: empieza a bajar el paro y crearse empleo en un entorno económico no muy favorable, cuando hace poco propiciaba todo lo contrario, que se destruyeran puestos de trabajo a un ritmo vertiginoso.

Sin embargo, en su primer cara a cara en el Congreso de los Diputados con el presidente del Gobierno, el nuevo líder del socialismo español, Pedro Sánchez, dio a conocer su primera gran propuesta. ¿Y en qué consistía? Justamente, en derogar la reforma que precisamente lleva reportando los resultados positivos más evidentes: la laboral; y, además, subir el Salario Mínimo Interprofesional, pese a que, según la generalidad de los economistas de distinto pelaje, no haría sino generar más paro.

Qué fácil sería, ¿verdad? ¿Por qué conformarnos con un SMI de 750 euros y no lo subimos, por ejemplo, a 1.000? Así todos ganaríamos más, ¿no? Pero es que resulta que no es así, ni mucho menos; bien al contrario. La misma fijación de un SMI expulsa a buena parte de un determinado sector de la sociedad, concretamente al más joven y sin titulación, del mercado laboral, porque con ello la oferta de trabajo dirigida a ese sector disminuye considerablemente: vamos, que el mismo SMI crea ya de por sí paro. Y cabe imaginar hasta qué punto si además lo subimos arbitrariamente, o al albur de corrientes más o menos demagógicas o electoralistas. Y no lo afirmo yo, ni los economistas llevados por sus prejuicios favorables al 'capitalismo salvaje'; prácticamente cualquier economista más o menos solvente, sea liberal, sea socialdemócrata (y que no tenga como tarea, muy legítima por otra parte, desgastar al Gobierno de turno), sostiene lo mismo, porque además la práctica en ese sentido es muy reveladora: precisamente aquellos países europeos que carecen de Salario Mínimo (como Suiza, Suecia y Alemania), no solo cuentan con los índices de desempleo más bajos, sino que los sueldos que se pagan por esos lares son, por ejemplo, un 65% superiores a los de la media en España.

Sea como fuere, de sobra sabemos que la autoridad moral del PSOE en materia de empleo se sitúa por debajo del cero. Y por mucho 'glamour' que tenga su nuevo secretario general.