martes, 30 de junio de 2015

QUE NO CUNDA EL EJEMPLO DE SYRIZA

'Así pues, nada impide que el 'Podemos griego' (pese a su sorprendente pacto con la derecha nacionalista griega; colectivista e intervencionista al fin y al cabo) aplique desde el primer día en que tome posesión del Gobierno su disparatado programa antieconómico basado en una ilimitada expansión del gasto público (cómo hacerlo posible es harina de otro costal), drásticas subidas de impuestos 'a los ricos' (que, como muestra irremisiblemente la experiencia, siempre termina afectando a las clases medias que cobran por nómina) y numerosos impedimentos al libre mercado (dentro de una ya de por sí muy intervenida economía griega). Y si finalmente el nuevo Ejecutivo heleno no paga la deuda de la manera pactada, es decir, incumple los contratos y compromisos adquiridos, siempre se puede salir de un euro en el que quizá jamás se debió entrar; máxime los 'recortes', 'sufrimientos' y 'penurias' que, según el mismo populismo demagógico victorioso, la integración en la moneda única europea ha terminado provocando en el noble y castigado pueblo griego.

En Grecia a partir de ahora saborearán las mieles de la tierra prometida por la nueva (pero casposa) izquierda mesiánica. Así lo ha querido la mayoría en las urnas. Adelante, pues. En otros lares de la vieja Europa a buen seguro que se tomará cumplida nota'.

Modestamente, adquieren vigencia estas palabras que escribí hace cinco meses en este mismo blog con motivo de la victoria electoral del comunistoide Syriza en Grecia, saludada con indisimulado contento por parte de la izquierda celtibérica (y no solo la 'ultra'). Pues bien, ya nos situamos en el 'corralito' heleno y a un paso de la salida del euro de un país cuyo Gobierno, en lugar de afrontar su responsabilidad, se limita con su convocatoria de referéndum por la vía rápida a escudarse en la demagogia promovida y extendida por el mismo partido extremista que lo sostiene. Y todo con tal de no cumplir sus compromisos de pago (recordemos que nos deben 26.000 millones de euros que los españoles pusimos de nuestros impuestos a la vez que se nos empezaba a exigir enormes sacrificios), continuar viviendo subvencionado y de prestado (y con ello seguir haciendo de la griega una sociedad generalmente cautiva y subsidiada) y, sobre todo, no asumir el coste electoral de unas medidas tan necesarias como impopulares. Aun así, Grecia tiene por delante la oportunidad de librarse de una vez de las garras de la vil 'Troika' y la malvada Merkel, volver al 'dracma' y generar toda la inflación que sus benéficos, sabios y soberanos gobernantes deseen. El paraíso populista, por fin; Argentina o Venezuela, en los Balcanes.

Claro, le faltó tiempo al Mesías Iglesias para salir en defensa de su amigo Tsipras y su irresponsable y suicida proceder, que nuestra extrema izquierda populista se permite presentar incluso como espejo en que mirarse: así, ni corto ni perezoso, llegó a denunciar nada menos que 'una operación mafiosa de terrorismo financiero' contra el noble pueblo griego y su admirable Gobierno; consigna que su ejército 'virtual' de corifeos no tardaron en difundir, faltaría más. Esto es, por ejemplo, de los 26.000 millones de euros que los españoles pusimos de nuestros castigados bolsillos para ayudar a la insolvente economía griega, supongo que también mediando tácticas mafiosas, ya nos podemos olvidar, porque es parte de una deuda que, por proceder de una exigencia basada en el terrorismo financiero, no se debe pagar. Así da gusto: basta con hilvanar un relato peliculero y victimista, de malos muy malos y buenos muy buenos, y por supuesto con ribetes conspiranoicos, para que uno se haga acreedor a ser eximido de sus compromisos. 

Precisamente allí donde no tienen validez los acuerdos y contratos, ni los deberes como contrapartida a los derechos, ni tan siquiera la palabra dada, se genera el mejor caldo de cultivo para que surja la mafia e imponga su ley de la selva. Sea como fuere, donde pueden advertirse comportamientos dizque mafiosos es más bien en la caradura mentirosa, chulesca y perdonavidas de los Tsipras y Varoufakis; y qué decir del nuevo aliado del Gobierno ultraizquierdista griego en su intención de no pagar lo que debe, el partido neonazi de Amanecer Dorado, formado por unos verdaderos expertos en actos violentos, criminales y terroristas. O para mafia de verdad, el 'primo del Zumosol' al que Syriza tiene previsto arrimarse para el caso de que la UE no se allane a sus inaceptables pretensiones: nada menos que la Rusia de Putin, como es bien sabido todo un dechado de democracia, Estado de Derecho y respeto por los derechos y libertades individuales.

Sea como fuere, si tan oneroso está siendo para Grecia someterse a los 'mafiosos' y 'terroristas' designios de Bruselas y Berlín, su Gobierno no tiene más que, en efecto, propinarle un soberano corte de mangas a semejante eje del mal y, por qué no, acogerse a la magnanimidad del Padrino Vladimiro. ¿Por qué no se decide a dar tal paso, empero? Porque quiere seguir siendo socio de un club que le reporta muchas ventajas y privilegios, pero sin querer asumir ninguna obligación ni coste. En ningún caso se debería permitir que tan nefasto ejemplo cundiera.

martes, 23 de junio de 2015

LA DELINCUENCIA COMO INSTRUMENTO ANTICAPITALISTA

No está de más recordar la típica campaña de 'agit-prop' que le montaron a Sergio Martín, periodista del Canal 24 horas, por atreverse a preguntarle al mismísimo Mesías, presente en carne mortal en los estudios de RTVE, por su más que previsible satisfacción por una suelta de etarras decretada en aquellos días... '¡Hay que echar a ese tío!', llegaría a exclamar una insigne exministra zapaterina de 'soluciones habitacionales', ahora tertuliana, haciéndose eco de la indignación de la progresía en general por semejante trato al Líder Máximo. Pues bien, quien no tuviera recato alguno en proclamar en una 'herriko taberna' su admiración por la causa de la 'izquierda abertzale' (vulgo ETA y sus adláteres), y quien hace poco ha llevado a los proetarras de Bildu a la Alcaldía de Pamplona, lo normal es que termine expresando públicamente su honda preocupación por que todavía haya etarras en las cárceles; para alguien como él, que 'comprende' las motivaciones políticas de sus actos, en el fondo se trata de unos 'luchadores por la libertad'; para cualquiera que albergue, no ya unos principios básicos sobre Estado de Derecho y convivencia en democracia, sino un mínimo de decencia moral, unos criminales y asesinos sobre los que debe caer todo el peso de la ley. Y ya puede seguir haciéndose el ofendido cada vez que le inquieren sobre si condena o no a la ETA, porque sus declaraciones, además de coincidir punto por punto con los de cualquier abogado defensor de los terroristas, evidencian que su enorme interés por los presos etarras es inversamente proporcional al que suele mostrar por sus víctimas; esto es, nulo.

Sea como fuere, la fascinación de la extrema izquierda antisistema por la delincuencia, a la que no en balde llega a considerar como valioso instrumento de desgaste de la bicha capitalista, es proverbial: si partimos del mismísimo Che Guevara, icono izquierdista pese a su condición de asesino cruel y compulsivo, y pasando por bandas terroristas como la Baader Meinhof en Alemania, las Brigadas Rojas en Italia o los Grapo y la ETA en España, llegamos a 'Alfon': un sujeto con antecedentes penales (entre otros, atraco, agresión sexual y tráfico de drogas) que pretendía volar una sucursal bancaria; cuya encarcelación ha sido calificada de 'injusta' por el Mesías, y cuya liberación ha sido vergonzantemente demandada en las calles por esa misma ultraizquierda que, gracias a un PSOE que ahora saca a relucir la bandera rojigualda (y no la tricolor que reclaman sus nuevos socios políticos, que han emitido las correspondientes protestas), ostenta el poder en el Ayuntamiento de Madrid. Y es que organizaciones criminales y delincuentes de la peor especie son reivindicados como los más destacados 'activistas' e incluso 'héroes' por esa sedición que ha conseguido arribar a las instituciones de un sistema político, económico y social (el 'capitalista' y 'burgués') que reputan de injusto y represor. Y que en consecuencia, no nos engañemos, intentará horadar desde dentro.

jueves, 18 de junio de 2015

¿QUÉ PODÍAMOS ESPERAR DE LA EXTREMA IZQUIERDA?

Todo empezó cuando se supo de los viles desahogos del que, por mor de Carmena y Carmona, era el nuevo Concejal de Cultura (!) del Ayuntamiento de Madrid, lo que a su vez puso de actualidad otra buena cantidad de basura esparcida en las redes sociales por otros miembros de la facción 'podemita' de ese mismo equipo de gobierno municipal. El consiguiente escándalo mediático y político ha sido monumental, si bien había que hacerse la siguiente pregunta: ¿a estas alturas nos íbamos a sorprender de que sujetos de extrema izquierda se nos muestren como cabe esperar de ellos, entre otras 'cualidades' que les adornen como promotores del odio y la violencia hacia quienes consideran, no adversarios, sino enemigos políticos, y de que alguno incluso terminara expresando sus inclinaciones proetarras y antisemitas, y que en consecuencia hiciera mofa y befa de las víctimas del terrorismo etarra y del holocausto nazi?

Por supuesto que el tal Zapata no iba en ningún caso a dimitir ni a ser cesado, porque él se ha atenido a los deleznables paradigmas de su ideología liberticida, totalitaria y genocida, y tanto él mismo como su jefa de filas creen que con rebajarse a pedir perdón frente a tanto prejuicio burgués ya es bastante. Pero deberían tomar nota los madrileños (y los españoles en general) que han votado a una ultraizquierda que poco ha tardado en dejar constancia de su verdadera y terrible condición; porque del PSOE, esto es, de aquellos que le han entregado el poder pese a que el inefable Carmona se rasgara las vestiduras, no cabía esperar absolutamente nada. Como de hecho así ha sido.

Pero los acontecimientos que vinieron después no hicieron sino incidir en el escarnio: semejante individuo renunciaba a gestionar las competencias de Cultura, pero no a su acta de edil. Es decir, que el hecho de banalizar y burlarse del cruel asesinato de las niñas de Alcásser y de Marta del Castillo y de las víctimas de los crímenes etarras y del genocidio nacionalsocialista inhabilitan para ejercer de concejal de Cultura, pero no de Distrito. Una auténtica tomadura de pelo, y muy propia, por cierto, de los actos más rechazables de la 'vieja política': hago como que dimito, pero me agarro al cargo. Menos mal que los apóstoles del Mesías Iglesias venían a regenerar la vida política. Qué repugnante.


A mayor abundamiento, y a propósito del procesamiento de la portavoz de Carmena, la ya afamada Rita Maestre, por asaltar junto a otras ridículas emuladoras de las grotescas Femen la capilla de la Complutense, surgió una ocasión de oro para que los 'podemitas' se aplicaran a sí mismos la medicina que exigen a los demás, a los de 'la casta': la sola imputación ha de conllevar la dimisión o el cese inmediatos. Pero va a ser que no. ¿Argumento para defender, una vez más, la ley del embudo, y muy a pesar de la rigurosa doctrina sobre responsabilidades políticas expresada en campaña por la misma Carmena? Que no se trata de un caso de corrupción política. Y es cierto: tan solo de un delito contra los derechos y libertades fundamentales, como la libertad religiosa y de conciencia, penado con un año de cárcel. Y eso es, no ya pecata minuta, sino meros convencionalismos del sistema político burgués contra los que, además, hay combatir.

Como, además, corresponde a la extrema izquierda, y tal y como se ha encargado de dejar claro el mismísimo Mesías cuando apareciera en carne mortal en los estudios de Radio Nacional de España: las protestas 'pacíficas' (porque así califica violentar los sentimientos religiosos del prójimo y la libertad de culto, y proferir amenazas del tipo 'arderéis como en el 36') no siempre han de ajustarse a derecho. Con lo cual volvemos a la máxima expresada en su momento por la 'escracheadora' Ada Colau, nueva Alcaldesa de Barcelona con el apoyo, entre otros, del PSC: las leyes que nos parezcan injustas nos las saltaremos a la torera (con perdón). ¿Porque qué es eso del Estado de Derecho, sino otra ficción del parlamentarismo burgués-liberal?

Que otra joyita 'podemita' que ha logrado ser concejal, además de ciscarse en la Constitución y en la transición, haya expresado sus deseos de que resucite la banda terrorista Grapo; que alguna representante política haya permanecido sentada mientras sonaban los acordes del himno nacional (y habría que dar gracias de que no haya imitado a los aficionados futboleros del Camp Nou); los vivas a la organización criminal Terra Lliure en constituciones de ayuntamientos catalanes; las amenazas de muerte, al más puro estilo batasuno, a los ediles que se hayan atrevido a no apoyar a la marca 'podemita' de turno... En efecto, la sedición callejera del 15-M, no es solo que haya llegado a las instituciones, sino que, gracias a la complicidad del PSOE de Sánchez, ha alcanzado los gobiernos de importantes consistorios; y de qué manera, bien que dejan su sello. El panorama político resultante, que haría las delicias del mismísimo Valle-Inclán y su España del esperpento, no había de ser otro. ¿Y qué podíamos esperar?

domingo, 14 de junio de 2015

FRAGMENTACIÓN Y FRENTISMO

(Mapa del diario ABC)

Tras la constitución de los Ayuntamientos y los sucesivos pactos para elegir Alcaldes, este es el balance final sobre el signo político de los gobiernos municipales de las capitales de provincia:

- PP: 21 (Almería, Granada, Málaga, Jaén, Ceuta, Melilla, Mérida, Cáceres, Salamanca, Ávila, León, Palencia, Burgos, Orense, Santander, Logroño, Teruel, Guadalajara, Cuenca, Albacete y Murcia). Como partido más votado y, en la inmensa mayoría de los casos, con la abstención de Ciudadanos.

- PSOE: 17 (Huelva, Sevilla, Córdoba, Ciudad Real, Toledo, Segovia, Valladolid, Soria, Lugo, Oviedo, Huesca, Lérida, Tarragona, Castellón, Palma de Mallorca, Alicante y Las Palmas de Gran Canaria). Casi siempre gracias al apoyo de la extrema izquierda (del pancatalanismo separatista en la Comunidad Valenciana y Baleares), y habiendo sido el más votado en tan solo cinco de esas capitales: Huelva, Segovia, Soria, Lérida y Tarragona.

- Podemos (marcas y coaliciones): 5 (Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz y La Coruña). Siempre aupados por el PSOE y, excepto en Barcelona, sin ser los más votados.

- PNV: 3 (Bilbao, San Sebastián y Vitoria). En la capital alavesa, merced a un vergonzante pacto con Bildu y la marca 'podemita', con el que han logrado desbancar a Maroto, del PP.

- Bildu: 1 (Pamplona). Los proetarras regirán el Ayuntamiento de la capital navarra gracias al deleznable, pero previsible, apoyo de la marca de Podemos y otras fuerzas de ultraizquierda.

- Compromís: 1 (Valencia). Los pancatalanistas secesionistas gobernarán la capital del Turia formando un 'tripartito' con el PSOE y la marca 'podemita'.

- IU: 1 (Zamora). Tras un pacto con el PSOE... y una disensión del propio PSOE.

- CiU: 1 (Gerona).

- BNG: 1 (Pontevedra).

- Coalición Canaria: 1 (Santa Cruz de Tenerife). Con el apoyo del PP.

Así pues, el nuevo mapa político municipal no deja de ser un reflejo de la fragmentación del voto de las últimas elecciones locales. Ahora bien, el PP, pese a haber perdido buena parte (13 alcaldías) del mayor poder municipal que jamás ha ostentado un partido en democracia, y tras cuatro años de gestión y digestión de una gravísima crisis económica y a pesar del frentismo político y mediático anti-PP, sigue gobernando la mayoría de las capitales de provincia (21 de 52, esto es, el 40%): no está tan mal si tenemos en cuenta que hay quienes han querido hacer ver que al PP no le votó casi nadie el 24M, pero la realidad es que, mal que bien, resiste.

El PSOE, es cierto, y a pesar de haber obtenido sus peores resultados en unos comicios locales, ha logrado aumentar su poder municipal, aunque a costa de unir sus escaños a los de la ultraizquierda y llevar a esta a los gobiernos locales de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza. Así, Pedro Sánchez pasará a la historia como el líder del socialismo supuestamente 'moderado' que entregó los ayuntamientos que gobiernan sobre cuatro millones de españoles a los 'monaguillos de Maduro' (definición literal de Felipe González, histórico del PSOE), a la extrema izquierda antisistema que, como tal, se coaliga allí donde puede con unos proetarras con los que se identifica política e ideológicamente.

Eso sí, cabe puntualizar que este nuevo mapa de poder municipal no es reflejo, en rigor, de la voluntad de los españoles expresada en las urnas (al PP se le ha impedido gobernar en 20 ayuntamientos de capitales de provincia en los que ha sido el partido más votado), sino de pactos, sí, absolutamente legítimos, pero en la gran mayoría de los casos movidos por el frentismo puro y duro... y, por cierto, muy propios de los hábitos de la 'vieja política'.

viernes, 12 de junio de 2015

IMPUTADOS E IMPUTADILLOS

Los últimos acontecimientos vuelven a confirmar que hay imputados de izquierdas e imputados de derechas: a los primeros, no es ya que sean los únicos a los que se les aplica la presunción de inocencia mediática, sino que incluso se les concede el privilegio de presentarse como víctimas de oscuros contubernios; a los segundos, en cambio, se les declara culpables de manera irremisible e inapelable, sin esperar a que la Justicia dictamine tan siquiera si se les abre juicio oral. Por tanto, mientras que a estos últimos sí que les cuadraría el atributo de imputados, con todas las letras y connotaciones negativas y desprovistas de su originaria concepción como garantía del derecho de defensa, a los primeros, si acaso, el de algo así como 'imputadillos': imputados, pero solo un poquito y sin que apenas se note.

Y para muestra, dos, o más bien tres, botones. Cabe recordar la conmoción que produjera, sobre todo en los medios panfletarios de la extrema izquierda, la imputación de cierta heroína de platós, tertulias y reportajes de revista, aquella musa de la ultraizquierda, aquella Savonarola roja que se rasgaba las vestiduras mientras impartía lecciones de ética, aquella... excompañerísima sentimentalísima (y aspirante a Primera Dama) del Mesías Iglesias, que se permitía tachar de 'machista' a cualquiera que se atreviera a preguntarle sobre su honestidad. Pero, claro, ante semejante delito de lesa progrez, solo podía haber un culpable: el PP, por supuesto, que cometió el pecado de presentar en sede judicial las correspondientes denuncias (cuando así procede un partido de izquierdas es siempre en aras de la justicia y la lucha contra la corrupción). La Sexta y José Miguel Monzón, una vez recuperados del susto, bien que se encargaron de resaltarlo convenientemente.


Además, tras la última macrorredada policial en las provincias de Almería, Granada, Córdoba, Jaén, Málaga y Cádiz contra principalmente altos cargos de diferentes gobiernos socialistas de la Junta andaluza, más de uno se hacía la siguiente pregunta: ¿darán de sí los calabozos en Andalucía? Pero da igual: ya puede seguir creciendo exponencialmente el número de detenidos e imputados por los ERE falsos y casos aledaños, que el PSOE ha obtenido su redención sometiéndose a los sagrados y purificadores designios del Mesías Iglesias. Gracias a sus pactos con una extrema izquierda chavista contra la que, por cierto, ha llegado a bregar uno de sus líderes históricos en mismísimo suelo venezolano (el escaso tiempo que le dejaron), el PSOE ya no es casta; si acaso, tonto útil.

Por cierto, qué escasísima repercusión mediática obtuvo semejante redada de detenciones; en cambio, si hubiese tenido lugar, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, los telediarios de absolutamente todas las cadenas hubiesen abierto en su momento con la noticia y con todo lujo de detalles... y la izquierda política y mediática hubiera puesto el grito en el cielo y, de paso, aprovechado para exigir a Ciudadanos que se sumara al cordón sanitario contra el PP y dejara gobernar a su Gabilondo. Eso sí, en Andalucía doña Susana ha conseguido tener por fin el camino expedito para presidir la Junta... con el apoyo de Ciudadanos. En fin, la doble vara de medir.

Y es que da la sensación de que los 'centristas' de Ciudadanos ('ni rojos ni azules') se adhieren a la referida distinción entre imputados e imputadillos cuando se muestran tan condescientes con Susana Díaz en Andalucía, y en cambio intransigentes con Cristina Cifuentes en Madrid y Pedro Antonio Sánchez en Murcia; hasta el extremo de meterse en casa, o partido, ajeno, no solo cuando imponen el modo de elección de sus candidatos, sino incluso cuando piden de manera terminante 'cabezas' de cargos orgánicos o internos que han dejado de ser públicos. Sea como fuere, ha quedado patente que ciertas demandas supuestamente derivadas de pretensiones de limpieza tienen mucho de pose: así, quizá pueda presentarse como una demostración de sentido de 'estabilidad' (más que de Estado) el hecho de garantizar la continuidad del régimen del PSOE en Andalucía, y para más inri apoyando a una presidenta bajo cuya égida ha tenido lugar una adjucación, la de la mina de Aznalcóllar, absolutamente escandalosa, y con Chaves y Griñán, cuyas sendas dimisiones eran antes condición inexcusable siquiera para 'ponerse al teléfono' (Rivera 'dixit'), todavía en sus escaños...; pero difícilmente como ejemplo de regeneración democrática. 

En cualquier caso, siempre resulta mucho más edificante que un partido moderado y constitucionalista, aun con todas sus fallas, renuncios e incoherencias, ejerza de bisagra a que lo haga una organización antisistema y de extrema izquierda... a la que además, como consecuencia de unas coaliciones basadas en el frentismo puro y duro, se le conceda importantes parcelas de poder. Mientras unos, los de Albert Rivera, se han limitado a perder su virginidad política, trance por el que tarde o temprano tenían que pasar, otros, los de Pedro Sánchez, han emprendido una deriva irresponsable y suicida... a la que ojalá no terminen arrastrando a España.

viernes, 5 de junio de 2015

SOBRE FRENTISMOS Y SINVERGONZONERÍAS

Esperanza Aguirre, no lo olvidemos, la candidata más votada en la capital de España, estaba dispuesta a ceder la Alcaldía de Madrid al socialista (o 'socialdemócrata', como se define él) Antonio Miguel Carmona, al que le ha sacado casi 20 puntos y 12 concejales, si con ello se propiciara un pacto constitucionalista que evite que el Ayuntamiento madrileño quede en manos de una extrema izquierda que pretende 'abrir el candado del 78', es decir, demoler el sistema democrático que nos dimos todos tras lograr la reconciliación y el consenso nacionales. Pero Carmona, que quizá no se vea en otra y cuyas coincidencias programáticas son mucho mayores con el PP que con Podemos, contestó desde el principio con un rotundo no, pero porque no le dejan: ni el Grupo Prisa, ni la ultraizquierda asentada en medios como La Sexta, le perdonarían que llegara a ser Alcalde de Madrid con el apoyo de la política más odiada y vilipendiada por la progresía.

Qué no se estaría diciendo y escribiendo si una formación política de ultraderecha, que hubiese cantado las alabanzas de, por ejemplo, un régimen como el de Pinochet, o que se hubiera dedicado a 'explicar' y justificar los actos criminales de una organización de extrema derecha, estuviese a punto de hacerse con la Alcaldía de Madrid; y para más inri merced al apoyo de un partido de centro-derecha, o derecha moderada, como el PP (al que además en tal caso se crucificaría mediática y políticamente, y con toda justicia). Pero basta con declararte 'de izquierdas' para que se te perdone todo, hasta que seas 'ultra' y tengas como norte y sostén a las peores dictaduras. Y es que cederle el mando del Ayuntamiento al socialista Carmona era, pese a la incomprensión incluso de buena parte del electorado del PP, un acto de generosidad necesario, y también excepcional, ante la posibilidad de que Madrid pase a convertirse, en el mejor de los casos, en laboratorio de experimentos del chavismo. Quizá todavía no seamos conscientes de la gravedad del asunto, al menos para quienes defendemos la Constitución, el Estado de Derecho, la propiedad (privada) y el libre mercado, por lo que entonces nos mereceríamos tener en la capital de España un gobierno municipal de extrema izquierda.
 
Y es que Pedro Sánchez ha terminado mostrándose como un Zapatero cualquiera, aunque más guaperas. De ahí que no tenga reparo alguno en emular a su antecesor en su estrategia de conquista del poder: menos con el Partido Popular, pactar con cualquiera, incluso con quienes abogan por acabar con el vigente sistema constitucional y por políticas que debiliten, no solo la estabilidad política y económica, sino la seguridad jurídica que se asienta en el principio de legalidad (que la insigne 'escracheadora' Ada Colau pretende saltarse como Alcaldesa de Barcelona cuando lo considere oportuno). Pero todo vale con tal de echar al PP de los gobiernos municipales y autonómicos: tripartitos, cuatripartitos, pentapartitos..., sean cuales sean los socios de coalición: lo mismo da la 'derecha civilizada' (palabras textuales suyas) de Ciudadanos, que nacionalistas y secesionistas como los de Cataluña y los pancatalanistas de la Comunidad Valenciana y Baleares (ya se ha encargado de dejar claro el portavoz socialista en el Congreso que la vergonzosa pitada al himno nacional en el Camp Nou, y en presencia del Rey, no fue más que un acto de 'libre expresión', tal y como prescribe el pensamiento único nacionalista), que quienes tienen como modelo a 'la Venezuela de Chávez' (como precisaba el propio Sánchez cuando juraba y perjuraba que jamás pactaría con Podemos); estos últimos, para más inri, y gracias al apoyo de su partido, regirán previsiblemente los Ayuntamientos de las tres principales capitales españolas. Y es que quien ha sido presentado como 'niño bonito' de la derecha no es más que otro sectario de los que abundan en la progresía.

Mientras tanto, el mismísimo Mesías Iglesias, a la vez que se halla preparando el óleo para ungir a Pedro Sánchez como 'no casta' (si no lo ha hecho ya en el reservado donde, al más puro estilo de la 'vieja política', se han reunido recientemente), se permite tachar de sinvergüenza a todo aquel que denuncia que su partido llevará en volandas a Bildu a la Alcaldía de Pamplona y muy posiblemente al Gobierno de la Comunidad foral de Navarra; algo que empero no nos debería extrañar dado que son de la misma calaña: todavía resuenan ciertas palabras de elogio pronunciadas en sede de 'herriko taberna'. Ahora bien, ¿cómo cabría calificar entonces a quienes ponen sus escaños a disposición de los proetarras para que estos se hagan con las instituciones navarras y procedan a intentar su anexión al País Vasco, esto es, a hacer realidad el sueño etarra, como tal pesadilla totalitaria, del 'Anschluss' a Navarra? Indecentes, infames, colaboracionistas..., siendo suaves.

Por cierto, que en su día el actual PSOE de Sánchez se puso muy estupendo cuando aseveró que, en efecto, no pactaría con el PP, pero tampoco con... Bildu: pues bien, además del alarde de vileza que supone situar en el mismo nivel de rechazo al brazo político de la ETA con respecto a un partido constitucionalista que, para más inri, ha derramado tantísima sangre de víctimas de la vesania etarra, ahora no parece importarle apoyar y apoyarse en quienes propiciarán que los bildutarras tomen el poder en Navarra. Pero lo importante es unir los escaños socialistas a los de la extrema izquierda con tal de tapar un fracaso estrepitoso, como ha sido obtener los peores resultados del PSOE en unas elecciones municipales. Sobre todo, que doña Susana no se atreva a comerle la tostada. 

martes, 2 de junio de 2015

QUE NADIE ESTORBE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA

Hace tiempo que no es noticia de portada que el paro baje (cuando subía como consecuencia de los coletazos del zapaterismo sí que lo era, generalmente para culpar de ello a un Gobierno recién constituido), y que además lo haga batiendo récords absolutos; pero conviene resaltar hecho tan grato y por el que todos deberíamos felicitarnos, entre otras razones porque no solo se trata, no lo olvidemos, del cumplimiento del principal encargo de los votantes al PP de Rajoy, sino que además todavía no se ha publicado ninguna encuesta que indique que el desempleo haya dejado de ser la primera preocupación de la mayoría de los españoles. Y lo cierto es que continúa reduciéndose, y de qué manera.

Así, ha habido 117.985 parados menos en el mes de mayo, marca jamás alcanzada; además, 213.105 nuevos afiliados a la Seguridad Social, la mejor cifra desde 2005. En el último año, el número de puestos de trabajo netos ha aumentado en 592.937 personas (3,57%), más del doble que en 2014, cuando lo hizo en 261.361. Además, los datos continúan desmintiendo a aquellos que propagan la consigna de que el empleo que se crea es de carácter 'precario', ya que repuntan los contratos indefinidos: concretamente, acumulan un crecimiento hasta mayo del 15,4%, porcentaje que se eleva hasta el 18,4% en el caso de la contratación fija a tiempo completo.

En suma, ahora hay 207.328 desempleados menos respecto al total de parados que había en diciembre de 2011, al inicio de la legislatura. Conclusión: sigue habiendo menos parados bajo el Gobierno del PP que los que dejó en herencia el PSOE de Zapatero. Además, se continúa generando más empleo neto que nunca, y de cada vez mayor calidad. Y hay que decirlo alto y claro, porque es de justicia hacerlo.

Y es que la economía española en general sigue viento en popa: creció un 0,9% durante el primer trimestre del año, lo que lleva a un aumento del 2,7% anual, incluso por encima de lo previsto. Cabe esperar, ahora que el PSOE muestra su inclinación a alcanzar pactos de gobierno con aquellos que abogan por políticas que debiliten el libre mercado, el rigor en el gasto público, el derecho a la propiedad y el Estado de Derecho, que la reactivación económica, que tanto ha costado conseguir, no sufra parón alguno; para ello es necesario, amén de no dar ningún paso atrás con las reformas emprendidas, garantizar la estabilidad politica y económica y la seguridad jurídica y, por supuesto, no ahuyentar las inversiones. De lo contrario, se pondría en riesgo el crecimiento y la recuperación de nuestra economía y, por consiguiente, la creación de empleo.