miércoles, 28 de septiembre de 2011

RUBALCABIANO Y BURDO

Si cualquier marciano que aterrizara inopinadamente en la Tierra, o cualquier extranjero despistado y desinformado que visitara España, visionara el último vídeo electoral perpretado por el PSOE, adquiriría el convencimiento de que en nuestro país no rige un Gobierno socialista ni nada que se le parezca; en el supuesto de que haya alguno al frente de la nación, claro. Y que quienes mandan son solo unos dirigentes regionales del PP que, sin ni tan siquiera distinguir entre aquellos que llevan años gobernando y quienes acaban de heredar una catastrófica gestión de Ejecutivos autonómicos socialistas, se han puesto a recortar a troche y moche para desproteger a los desfavorecidos y dejar a los pobres viejecitos sin nada que llevarse a la boca. Porque sí, porque la derecha es así de malvada y cruel. Para ello, la propaganda rubalcabiana mezcla datos reales con falsos, mentiras con medias verdades y saca de contexto determinadas declaraciones de Rajoy y de los presidentes autonómicos Esperanza Aguirre y Ramón Luis Valcárcel. Todo en el marco de un mapa de España teñida absolutamente de azul (para intentar inculcar la gran mentira de la ausencia de cualquier presencia o responsabilidad socialista), y con la narración de voces en 'off' propias de cualquier informativo de televisión (con el objetivo de pretender transmitir asepsia e imparcialidad en la enumeración de datos y cifras).

Semejante alarde de adulteración de la realidad es, desde luego, de pura calaña rubalcabiana; pero, a su vez, tremendamente burdo. Porque, por mucho que el PSOE pretenda convertir en inexistente su Gobierno durante los menos de dos meses que quedan para las elecciones, los españoles sabemos muy bien quiénes han habitado en La Moncloa y dirigido los Ministerios y, por tanto, quiénes han gestionado de manera tan deficiente la economía nacional durante la crisis. También somos muchos los que comprendemos que la reducción, más o menos drástica, del gasto público emprendida por la mayor parte de los Ejecutivos regionales es una obligación derivada del déficit acumulado por la falta de ingresos, consecuencia directa de la inactividad económica; y que ha tenido que ser aun más intensa allí donde gobernaban los socialistas, que para más inri cometían la perfidia de ocultar el verdadero estado de las cuentas públicas. Y que precisamente Rubalcaba y el PSOE carecen de toda autoridad moral para criticar 'recortes', e incluso inventárselos, ya que el suyo, por ejemplo, ha sido el primer Gobierno de la democracia que ha congelado las pensiones y reducido el sueldo a los funcionarios. Y bajo cuyo mandato más millones de españoles han perdido su empleo, que es el peor recorte que se puede sufrir.

Quizá este vídeo sirva para que el votante más radical y fiel de la izquierda vea confirmados sus prejuicios acerca de la naturaleza diabólica del PP, pero no para alterar la intención de voto de los sectores más moderados del electorado, plenamente conscientes, según las encuestas, de la necesidad de un cambio político. Apelar a estas alturas al miedo a la derecha, cuando el PP ya ha gobernado y dejado claro que incluso lo puede hacer mejor, es un ejercicio inútil. Además, los propagandistas del PSOE, siempre comandados por Rubalcaba, pierden facultades: al menos el tristemente célebre 'vídeo del dóberman' era, sí, repugnantemente goebbelsiano, pero mucho más original y directo que esa especie de reportaje malo, largo y aburrido.

sábado, 24 de septiembre de 2011

TAPAR BOCAS



De 'llamadme Alfredo' a 'señor Rubalcaba, dice usted'. Qué pronto se ha acabado el buen rollito. Basta con que se le mente algún asunto relacionado con el 'caso Faisán' (del que, por mucho que algunos pretendan hacernos comulgar con ruedas de molino, él es el principal responsable político como Ministro del Interior que era cuando se produjo semejante acto de alta traición) para que se le agríe el gesto y su carácter se torne serio. El ascenso de Ballesteros, uno de los implicados judicialmente en el caso, es la última muestra de desvergüenza e inmoralidad política que definen la ejecutoria del mismo Rubalcaba y su 'alter ego', el también faisanesco Camacho, la voz de su amo. Y un claro indicio de la necesidad de tapar determinadas bocas que puedan descubrir vergüenzas de muy alto nivel.

jueves, 22 de septiembre de 2011

ERC, INDEPENDENTISTA Y PROETARRA



Más de uno, y no necesariamente nacionalista ni catalán, pone el grito en el cielo cuando alguien se atreve a resaltar la profunda afinidad entre ERC y la ETA, y más concretamente la simpatía que el partido secesionista siente por la banda terrorista. Quien rechaza tajantemente realidad tan diáfana olvida, u oculta, que Esquerra, independientemente del siniestro historial que presenta desde su fundación (empezando por el violento golpista Companys, aun así vergonzosamente venerado), ejerció durante la transición democrática de brazo político de la organización terrorista Terra Lluire; y, más recientemente, que su entonces líder Carod Rovira acordó en su momento con la ETA librar solo a Cataluña de sus crímenes, lo que, obviamente, implicaba señalar al resto de España (pacto vil y miserable que, cabe recordar, fue empero premiado en las urnas por un electorado que sufría aquel gigantesco síndrome de Estocolmo producto del 11-M).

Ahora el diputado independentista Tardá, en otra de las suyas, se ha permitido enaltecer en el Parlamento a un terrorista condenado en firme como Otegui. Escarnio a la soberanía nacional en su misma sede y a la memoria de quienes dieron su vida por ella, las víctimas del terrorismo etarra, que, por desgracia, quedará impune. Ni tan siquiera el muy 'españolista' presidente del Congreso ha tenido a bien amonestarle ni llamarle al orden. Es más, no cabe descartar que salga de nuevo en su defensa.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

TRAS UNA PASADA POR EL SOCIALISMO

Según un estudio sobre libertad económica que publica anualmente el prestigioso Fraser Institute, que mide índices tales como tamaño del Gobierno, sistema legal, solidez monetaria, libertad de comercio y regulación, España se encuentra actualmente en un ridículo puesto 54 de 141 países analizados. Una clasificación impropia de un país occidental desarrollado como sin duda, y a pesar de los pesares, sigue siendo el nuestro. Y el dato es aún más descorazonador cuando descendemos a los detalles: no es ya el sorprendente hecho de que nos situemos en ese terreno en la órbita de países del Tercer Mundo como Uganda (que incluso nos llega a superar), cuyos resultados no son plenamente comparables dada la inseguridad jurídica que caracteriza a sus sistemas políticos y económicos; es sobre todo que, dentro de la Unión Europea, ámbito en el que rige en general un intervencionismo estatal más o menos matizado, solo estamos por encima de Italia, Grecia y Portugal. En este índice, por desgracia, sí hemos vuelto al club de los PIGS.
Verdaderamente significativa es, asimismo, la evolución de las 'notas' logradas en los últimos años: del 6 casi 'pelado' con el que arrancamos en 1975, alcanzamos el 7 en 2000 y subimos hasta el 7,5 en 2003 y 2004 (durante los liberalizadores Gobiernos de Aznar); pero la gestión económica de los Ejecutivos de Zapatero nos ha hecho descender al 6,92, consecuencia de una política intervencionista y de gasto público expansivo especialmente acentuada al inicio de la segunda legislatura. 
En cuanto a los subíndices de este estudio, España ocupa el puesto 94 en el tamaño del sector público (y además, como sabemos y sufrimos, multiplicado en sus competencias), el 42 (que tampoco es para estar satisfechos) en los derechos de propiedad, el 56 en libertad de comercio (excesivamente limitada por una restrictiva regulación de los horarios comerciales) y, eso sí, el 15 por la calidad de su moneda (en este aspecto, es de agradecer que pertenezcamos al euro). Pero en la sección relativa a la regulación, donde nos encontramos nada menos que en un vergonzante puesto 101, podemos encontrar las claves de las altas tasas de paro que soporta nuestra economía: estamos en el 70 en mercado de crédito, en el 81 en la legislación sobre empresas y, como no podía ser de otra manera, en un escalofriante lugar 118 en mercado laboral; una herencia del franquismo, cuyas esencias, sin embargo, conserva y defiende con mucho entusiasmo la izquierda progresista.
Desde luego, la 'pasada por el socialismo' vivida por nuestro país difícilmente ha podido ser más devastadora. Y todavía habrá quien siga culpando del agravamiento de nuestra crisis económica al dizque 'neoliberalismo' imperante y al consecuente 'descontrol' de los malvados mercados. Justo todo lo contrario.

martes, 20 de septiembre de 2011

ZAPATERO, COMO FRANCO

Lo ha confirmado el todavía jefe del Ejecutivo en un corrillo con periodistas: Zapatero apenas participará en la campaña del candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Algo absolutamente previsible, ya que Rubalcaba hace tiempo que pretende hacer lo posible y lo imposible para alejarse de su alargada sombra, que tanto perjudica sus ya de por sí mermadas perspectivas electorales. Pero, además, el propio Zapatero, harto y cansado (quizá de los estropicios provocados por su nefasta gestión), parece estar deseando abandonar sus actuales responsabilidades para dedicarse a otros menesteres, por cierto, bastante más lúdicos.

Hasta el punto de que, ante preguntas sobre actualidad de quienes le rodeaban en esa conversación informal, ha llegado a exclamar: '¡Uf, no; sobre política no opino!' Curiosa respuesta que nos trae a la memoria aquel consejo que prodigaba Franco, particularmente cuando se le planteaba algún asunto relacionado con disputas entre las mismas familias del régimen, o cualquier cuestión espinosa en general: 'Haga como yo, no se meta en política.' Ha acabado siguiendo a pies juntillas aquella célebre sugerencia del dictador. Quién se lo iba a decir a quien ha hecho de la resurrección de la Guerra Civil y del franquismo, y de la consiguiente 'tensión' generada, uno de los fundamentos de su permanencia en el poder.

jueves, 15 de septiembre de 2011

AFORTUNADAMENTE, HAY DIFERENCIAS



Y frente al populismo fiscal del socialismo, ya concretado y cuyo único fruto consistirá en incidir más si cabe en el desastre, propuestas para favorecer la supervivencia y la creación de empresas, que, aunque parezca increíble tener que recordarlo a estas alturas, constituyen el auténtico vivero de empleos. Así, Rajoy ha planteado en Barcelona exenciones fiscales para las plusvalías empresariales destinadas a la inversión, además de reducciones impositivas sobre los beneficios destinados a la autofinanciación. También ha insistido en su propósito, ya anunciado, de bajar el Impuesto de Sociedades a las pymes y a las empresas de nueva creación, dentro de una Ley de Emprendedores que será una de las primeras iniciativas legislativas del PP si gana las próximas elecciones generales. De esta forma se generan las condiciones para que la sociedad, las empresas, los emprendedores, creen empleo, que es a lo que debe limitarse un Gobierno; y, sobre todo, a entorpecer lo menos posible con subidas y 'rescates' de impuestos y otras medidas de índole intervencionista.

Hace no mucho tiempo que se convirtió en lugar común afirmar que no hay diferencias significativas entre los dos grandes partidos, y que incluso la supuesta socialdemocracia del PSOE y el liberalismo conservador atribuido al PP llegaban a ser intercambiables. Sin embargo, el hecho de que en los últimos años el PSOE se haya escorado a la izquierda (inclinación acentuada por un Rubalcaba que pretende pescar en ese río electoral con el fin de salvar los muebles), y de que el PP se vea impelido a presentar propuestas e ideas cada vez más nítidamente alejadas de aquellas que nos han llevado al declive (por tanto, de un obvio carácter liberal), demuestra que ahora, afortunadamente, sí las hay, y no tan solo de matiz. Le tocará al elector decidir, y esperemos que lo haga por el sentido común.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

DEMAGOGIA FISCAL



¿Y qué más da que sean 90.000 (según Blanco) que 200.000 o 300.000 (según el candidato Alfredo) quienes tengan que pagar el rescatado Impuesto sobre el Patrimonio? ¿Qué importa que se incluya a quienes declaren 1, 3, o 4 millones de euros? ¿Cuándo ha habido acuerdo dentro del mismo PSOE sobre alguna concreta medida a adoptar? De lo que se trata es de hacer demagogia fiscal: lejos de buscar 'justicia social' u obligar a 'los ricos' a que contribuyan más, en realidad se apela a la envidia y al rencor visceral, estrategia electoral típica del socialismo. Porque, obviamente, solo un indocumentado puede estar convencido de que recuperando dicho Impuesto se soluciona la crisis económica. Todo lo contrario: penaliza el ahorro y la inversión, especialmente en esta época de turbulencias en la que reactivar la economía debería ser la prioridad.

Y la demagogia va normalmente acompañada de la mentira: implantar o subir un tributo puede servir para recaudar más (lo que no siempre se consigue, además de que suele ser contraproducente), pero no para crear empleo; bien al contrario, los destruye, puesto que se pone impedimentos para que la sociedad civil genere riqueza y prosperidad, y con ello puestos de trabajo. Aunque no vamos a descubrir a estas alturas que socialismo es sinónimo de ruina. Bien que lo estamos sufriendo.

lunes, 12 de septiembre de 2011

DE NUEVO EL CORDÓN SANITARIO

Pese a que, al menos en el ámbito nacional, haya pasado prácticamente desapercibido, la auténtica convulsión electoral de los últimos comicios municipales se produjo en Badalona: la tercera ciudad con mayor número de habitantes de Cataluña pasaba a estar regida por el PP. Y no por un Alcalde cualquiera, sino por Xavier García Albiol; un batallador nato que, sin pelos en la lengua y en un ambiente político marcadamente hostil, siempre se ha distinguido por poner en solfa tanto las prescripciones del pensamiento único nacionalista, como determinados paradigmas de la corrección política, particularmente en materia de inmigración. Esa claridad de ideas, la nitidez de sus mensajes y, junto a todo ello, mostrarse cercano y plenamente receptivo a los verdaderos problemas del badalonés medio, le condujeron a una muy meritoria victoria en las urnas frente a los todopoderosos PSC y CiU, que hasta entonces se repartían el poder municipal.

Pues bien, si algo está demostrando García Albiol durante el escaso tiempo que lleva ejerciendo de Alcalde de Badalona es que no está dispuesto a decepcionar a esa mayoría de vecinos que han depositado su confianza en él y en su programa. Su firme y contundente discurso contra la inmigración ilegal y sus indeseables consecuencias no ha cambiado en absoluto desde que llegó al poder. Pero, además, se ha atrevido a plantarle cara a un hegemónico y excluyente nacionalismo al negarse a arriar la bandera española, es decir, a incumplir la ley, con motivo de la celebración de la Diada, cuyos actos institucionales se ha visto obligado a suprimir. Actitud intolerable para unos nacionalistas acostumbrados a pasarse la legalidad vigente por el arco del triunfo siempre que lo consideran oportuno.

De ahí que CiU, en la línea chantajista que le caracteriza, haya amenazado con presentar una moción de censura contra el Gobierno municipal del PP, para lo cual deberá unirse al PSC y a los eco-nacional-comunistas de IC-V: por tanto, parece gestarse en Badalona un nuevo pacto contranatura de 'todos contra el PP', una reedición del tristemente célebre cordón sanitario. Porque, que alguien tan poco adicto al régimen de nacionalismo obligatorio llegue a ser Alcalde de Badalona es ya de por sí inconcebible; pero que además se empeñe en recordar, incluso en su Día 'nacional', que Cataluña forma parte de España resulta totalmente inaceptable.

domingo, 11 de septiembre de 2011

DIEZ AÑOS DE UNA INFAMIA

El terrorismo islamista declaró el 11-S una guerra sin cuartel, no solo a los Estados Unidos, sino a todo Occidente, porque le mueve el odio a nuestras libertades, nuestra democracia y nuestro modo de vida. Y, una vez más, los norteamericanos están corriendo con prácticamente todo el desgaste (en recursos y vidas humanas) en esta encarnizada lucha en defensa de la libertad, como en tantas otras ocasiones a lo largo de la historia contemporánea (incluidas las dos guerras mundiales). Mucho se ha debatido y polemizado sobre los medios utilizados y determinados errores y abusos que se pudieron cometer (magnificados por la propaganda antiamericana), pero era propio de ingenuos pensar que iba a tratarse de una guerra fácil; que, a pesar de los pesares y en líneas generales, se está ganando: el hecho de que poco a poco se esté extendiendo la democracia a buena parte de Oriente Medio (esa malvada pretensión 'neocon') y, sobre todo, que se haya conseguido acabar con Bin Laden (tarea que ha acabado acometiendo el 'pacifista' Obama) muestran que vamos por el buen camino. En cualquier caso, es momento de resaltar la admirable y valiente reacción de toda la nación norteamericana tras semejante vesania; empezando, sí, por su denostado presidente.

Diez años de la infamia del 11-S: Dios bendiga a los Estados Unidos, que han vuelto a demostrar su grandeza al mundo entero.
 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

'REVIVAL' SOCIALISTA

Uno tiene la sensación de estar reviviendo la campaña electoral previa a los comicios generales de 1996: similar situación económica, política y social, mismos mensajes y argumentos políticos. Cuando el actual candidato socialista asegura ante su auditorio que bajar los impuestos y mantener las prestaciones públicas es materialmente imposible, no hace sino repetir un aserto en el que insistían hasta el aburrimiento Felipe González y su compaña (en la que, por cierto, se encontraba el mismo Rubalcaba), que acusaban ya al PP de buscar la cuadratura del círculo con tales propuestas. Desde luego, resultaría ocioso preguntarle a un perfecto ignorante en economía (tanto como su antecesor en el liderazgo del PSOE) si conoce la curva de Laffer, que posiblemente llegaría a confundir con algún punto negro de nuestras carreteras; pero, precisamente después de aquellas mismas elecciones, los Gobiernos de Aznar demostrarían que, en efecto, reducir y eliminar impuestos facilita el estímulo económico, lo que a su vez propicia el aumento de los ingresos fiscales. De ahí que no solo sea factible de esa forma sostener las prestaciones, sino incluso mejorarlas.

Sin embargo, dado que la pretensión del aspirante socialista a la Moncloa, simulada bajo un rancio lenguaje demagógico, es freírnos todavía más a impuestos (porque ya se sabe quién acaba pagando los tributos 'a los ricos': la sufrida y maltratada clase media), trata de soslayar experiencia tan reciente, valiosa y significativa y, en consecuencia, seguir reiterando los mantras de siempre. Menos mal que, según su propia propaganda, podemos fiarnos de semejante individuo. Pese a los GAL, el 13-M, Sitel, el Faisán...

Y he aquí otros ejemplos...

martes, 6 de septiembre de 2011

LA LOCURA DEL NACIONALISMO

El nacionalismo responde a un sentimiento tribal y colectivista, muy arraigado en el ser humano; pero, como tal, es un movimiento político profundamente liberticida. Los derechos individuales se someten siempre a los intereses o preceptos identitarios de la etnia, generalmente inventada por mucho que pretenda plasmarse en conceptos como 'pueblo', 'nación' o incluso 'Estado'. Por ejemplo, el nacionalismo catalán se distingue por querer hacer realidad su visión absolutista de Cataluña, y para ello utiliza el más poderoso símbolo diferenciador del que cree disponer: la lengua. Así, no promociona el catalán desde el poder con el objetivo de situarla en pie de igualdad con el español, sino, en primer lugar, para desterrar al que reputan de idioma 'invasor' de cualquier uso en el ámbito público; con el fin de que después, y poco a poco, llegue a convertirse en marginal también en la esfera privada.

No es solo que el nacionalismo catalán, que por supuesto, desaire ese principio constitucional que establece que todos los españoles tienen el deber de conocer la lengua castellana y el derecho a usarla; no es solo que se atreva a incumplir las leyes y las sentencias de los Tribunales que le supongan el más mínimo revés, manera de proceder que le caracteriza; es que un derecho fundamental como es la libertad de elección de la lengua vehicular en la enseñanza no cabe en el proyecto delirante que pretende imponer en la sociedad catalana. Esa es la verdadera naturaleza de la conocida como 'inmersión lingüística'. Es la locura del nacionalismo.

lunes, 5 de septiembre de 2011

UNA MUY TARDÍA CONVERSIÓN


Según un interesante y clarificador estudio publicado por el suplemento económico Libre Mercado, el socialismo zapaterista ha incurrido en un coste fiscal de nada menos que 341.000 millones de euros durante la crisis, lo que supone un endeudamiento de 24.000 euros por cada contribuyente neto. Todo ello consecuencia de recurrir al superávit de 20.006 millones de euros logrado en 2007 para llegar a convertirlo en un déficit de 45.189 millones tan solo un año después, que sería de 117.306 millones en 2009 (en pleno furor keynesiano del Plan 'E'), de 98.227 en 2010 y que, según las previsiones, ascenderá a 60.000 al final de 2011. De tal forma que cuando Zapatero, y esperemos que el PSOE, dejen el Gobierno, la deuda pública española casi se habrá duplicado: del 36% del PIB en 2007 al casi 70% en el presente ejercicio.

Durante los años de Zapatero, el gasto público ha aumentado más de un 50%: de 300.000 millones de euros a casi medio billón. Sin embargo, y pese a lo que pudiera pensarse, la mayor parte de ese incremento no tuvo lugar durante la crisis, sino en su primera legislatura: Así, creció en 112.000 millones de euros anuales desde 2003 a 2007, casi un 40%, mientras que entre 2007 y 2010 solo lo hizo en 65.000 millones, un 15%. Hasta el punto de que si el todavía presidente del Gobierno hubiese gestionado las cuentas públicas como, por ejemplo, Angela Merkel en Alemania (que congeló el gasto entre 2003 y 2007), la economía española incluso contaría actualmente con un superávit de 14.000 millones de euros, un 1,3% del PIB.

Es justo lo que cabe reprocharle a Zapatero: que en su primer mandato se limitara a vivir de unas cuantiosas rentas mientras jugaba a la ingeniería social e incrementaba irresponsablemente el gasto público con cortoplacistas intenciones electoralistas; que a continuación negara con contumacia la crisis económica cuando ésta, resultado básicamente de la política monetaria expansiva de los Bancos Centrales, se gestaba y se hacía cada vez más evidente; y que, una vez irremisiblemente palpable, en lugar de afrontarla con reformas económicas y drásticas restricciones en las cuentas públicas, tirara de pólvora del Rey hasta endeudar a generaciones de españoles. Solo empezó a recortar y parchear cuando desde Washington, Bruselas y Pekin (que manda narices) decidieron apretarle. Tarde y mal, como es el caso de su última conversión al equilibrio presupuestario (que, como propuso en su momento el PP, se convertirá en precepto constitucional), tan extraordinaria, repentina y sorprendente como la que vivió Pablo camino de Damasco. Ojalá se hubiera caído del caballo de Keynes mucho antes.