miércoles, 8 de octubre de 2008

UN POCO DE AUDACIA Y ORIGINALIDAD, POR FAVOR



Nos preguntábamos si el hasta hace poco malvado y estulto Bush habrá sido merecedor de la absolución tanto de la influyente 'progresía' como del tan extendido antiamericanismo (a izquierda y derecha) en general. No sabemos si tendremos la oportunidad de disfrutar de un acto de público desagravio al nuevo apóstol del intervencionismo. Pero lo que sí es cierto es que los Gobiernos de la Unión Europea, tan formalmente distanciados y críticos con la actual Administración norteamericana, se han apresurado a copiar el Plan keynesiano aprobado en los EEUU. Y entre ellos, el mismísimo Zapatero, que ha cimentado buena parte de su fulgurante carrera política en la explotación del resentimiento, tan generalizado en el electorado, hacia la primera potencia mundial y su actual presidente. Desconocemos la cantidad de bilis que habrá tenido que tragar. Porque, por mucho que haya querido diferenciar su proyecto del paquete de medidas norteamericano, su Plan es el Plan Bush, pero con miles de millones de euros en lugar de dólares.
Al menos en los EEUU, los representantes del Congreso, que tuvieron la oportunidad de conocer, debatir, revisar y, finalmente, votar en libertad el Plan, arrancaron el compromiso de una reducción de impuestos para empresas y familias. Pero tal medida ni asoma por el Plan presentado por Zapatero: Y es que esos miles de millones de euros que inyectarán liquidez a bancos y cajas de ahorros (y veremos a quiénes más) saldrán de unas arcas deficitarias, lo que generará una deuda que a buen seguro tendrán que afrontar varias generaciones de españoles. Por tanto, ni hablar de bajadas de impuestos. Y habrá que encomendarse a todos los santos para que nos dejen como estamos y no nos los suban.
Se echa en falta un poco de valentía, audacia y originalidad en los dirigentes políticos de nuestra vieja Europa. Además de hacer lo más fácil, pero también lo más oneroso, que es tirar con pólvora del Rey (y el que venga detrás, que arree), se limitan a fusilar un Plan bastante contestado en su país de origen (aunque siempre estamos dispuestos a copiar lo malo que nos llega de esa gran nación). Porque, vale, acudimos al rescate de las entidades financieras con el dinero de los contribuyentes, ¿y ya está? ¿Y qué hay del paro que esta crisis está provocando? ¿De esta manera se creará empleo? Al contrario, puesto que estas medidas de expansión del gasto público generarán inflación, y con ello desempleo. ¿Y ya no merece la pena luchar contra la subida de los precios? No se plantea, por ejemplo, la necesidad de flexibilizar el mercado laboral, de liberalizar e introducir competencia en tantos mercados intervenidos (como los energéticos), de reformar el comercio minorista, de bajar los impuestos a empresas, familias y ciudadanos para que dispongan de más dinero para hacer frente a la crisis, y, aunque precisamente no case con esta ola intervencionista, de reducir el gasto público. Y, por supuesto, se debe regular más adecuadamente el sector financiero.
Última hora: El Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos han acordado bajar los tipos de interés en medio punto: En la Eurozona, se queda en el 3,75%, mientras que en los EEUU, en el 1,5%. El dólar, casi regalado. ¡Más vino para el borracho!


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