miércoles, 21 de marzo de 2012

UNA OPORTUNIDAD DE ORO PARA CANARIAS Y TODA ESPAÑA

Los nacionalismos, como cualquier tipo de colectivismo, suponen un freno importante, y en ocasiones insalvable, para el progreso y la generación de riqueza y prosperidad: cualquier cambio o novedad que no se atenga mínimamente a sus particularismos y demás esquemas preestablecidos cuenta con su más absoluto rechazo. Hasta el punto de situar conceptos como 'etnia' o 'territorio' por encima de cualquier posibilidad de bienestar material del individuo. Así, si el Gobierno legítimo de la nación española decide autorizar que se lleven a cabo prospecciones de petróleo en aguas canarias, los mandamases regionales de las islas (nacionalistas ellos) se niegan en redondo. ¿Y por qué, si ello puede beneficiar de manera considerable en primer lugar a la economía canaria, por cierto tan necesitada de puestos de trabajo? Pues, ni más ni menos, porque conciben a todo el archipiélago (incluidas sus aguas, claro está) como cortijo particular, en el que nadie, ni tan siquiera el Gobierno elegido por voluntad de la soberanía nacional, tiene derecho a entrar si no es con su preceptivo permiso. Tal es la cerrazón típicamente nacionalista.

Da igual que el descubrimiento de petróleo pueda resultar especialmente útil para una economía tan dependiente energéticamente del exterior como es la nuestra. Y tampoco parece importar el riesgo cierto de que Marruecos, que ya está realizando prospecciones en su parte de la mediana imaginaria del mar, pueda apropiarse de todo el oro negro que se encontrara en la zona. Lo verdaderamente importante es evitar que las Islas y sus aguas se vean invadidas y mancilladas por los nuevos 'godos'. Aunque para defender lo indefendible, no hay más remedio que hacer uso de argumentos tan ridículos y disparatados como el de la Consejera de Empleo de Canarias, Margarita Ramos: 'El petróleo es peligroso y contaminante'. Como si las prospecciones, que en cualquier caso tendrán lugar a 61 kilómetros de la costa, fueran a emprenderlas aficionados en la materia que no tomaran las pertinentes medidas de seguridad ni tuvieran presentes las condiciones medioambientales necesarias. Pero que el Gobierno canario tenga que apelar al miedo, y al más puro estilo del ecologismo de salón, es realmente significativo. Aunque nada más peligroso y contaminante que el nacionalismo canario, que con su cortedad de miras pone obstáculos a una oportunidad de oro para Canarias y toda España.

¿Y cuál es la posición del PSOE al respecto? Pues, por supuesto, también contraria. Pese a que a primera vista tan irresponsable actitud de quienes aspiran a volver a gobernar algún día resulte difícil de entender, podemos encontrar tres causas posibles: en primer lugar, que los socialistas son socios de Gobierno del nacionalismo canario en las Islas, por lo que no querrían poner en riesgo sus consejerías en una de las escasas autonomías en las que todavía ejercen influencia; en segundo lugar, el hecho de que sea el PP quien haya tomado esa decisión, razón suficiente para oponerse; y en tercer lugar, que el PSOE esté desempeñando de nuevo su papel de 'lobby' de los intereses marroquíes, que sacarían una gran ventaja de la renuncia del Gobierno español a esas prospecciones. Ninguna de las tres hipótesis, además compatibles entre sí, es descartable.

2 comentarios:

Cliente X dijo...

No creo que ni siquiera ellos sean tan estúpidos como para rechazar una oportunidad como ésta y más con la que estamos pasando. Pienso que lo que están haciendo solamente es el paripé para acabar cediendo a cambio de llevarse parte. No olvides que el lema del nacionalismo siempre ha sido "¿qué hay de lo mío?".

anjin-san dijo...

En tu artículo se te ha olvidado felicitar al PP-PSOE. Gracias a su apoyo, Coalición Canaria, con una minoría de votos con respecto a PP y PSOE, ha podido gobernar muchos años en Canarias.
Me encanta esa hipocresía de criticar el nacionalismo de Coalición Canaria desde lejos, y, simultáneamente, apoyarles en Canarias.