viernes, 18 de febrero de 2011

LA OTRORA 'MEJOR TELEVISIÓN DE ESPAÑA'


'Se acabó la televisión de partido y que los partidos utilicen los medios de comunicación públicos en su provecho'. Enésima promesa incumplida por un Zapatero todavía en la oposición, que se permitiría reiterar ya como presidente del Gobierno en el mismísimo Congreso de los Diputados. Pero resulta ya ingente el historial de manipulaciones de las noticias emitidas en los informativos de TVE durante el zapaterismo, incluso entremezclando imágenes al más puro estilo goebbelsiano, por supuesto que al servicio del poder. La última: cuando los demás medios de comunicación empezaban a hacerse eco, en mayor o menor medida, de las últimas revelaciones sobre el conocido como caso 'Faisán', quizá el más grave de nuestra democracia tras el siniestro asunto del GAL, el mismo no existía en absoluto para el ente público nacional. Un nuevo y lamentable ejemplo del manejo a beneficio propio de los medios y resortes del Estado que siempre ha distinguido al PSOE.



Hace un par de décadas que TVE dejó de ser, como mordazmente resaltaba el periodista deportivo José María García, 'la mejor televisión de España', categoría que ostentaba entonces sencillamente porque era la única. Por tanto, puesto que afortunadamente el pluralismo informativo en el ámbito televisivo es ahora mucho mayor, sobre todo tras la irrupción de la TDT, los informativos de la televisión pública nacional han pasado a tener bastante menos repercusión. Ahora bien, ya que TVE ejerce de cadena privada del PSOE, sería preferible que el Gobierno la vendiera a Roures, o más bien, máxime cuando Rubalcaba se encuentra al frente, al Grupo Prisa, a que sigan utilizándola como medio propagandístico con los impuestos de todos. Al menos eso que nos ahorraríamos los contribuyentes.

1 comentario:

Antonio Rentero dijo...

El País nunca llegó a informar de las consecuencias del GAl que terminaron con un es-ministro y un ex-director general de seguridad entre rejas, pero TVE sí lo hizo. Ahora no se informa en la cadena que pagamos todos (ya sin publicidad, lo que es de alabar, todo sea dicho) del caso Faisán ni del escándalo de las "jubilaciones" en Mercasevilla.

Un medio de comunicación privado puede informar de lo que le dé la gana y como le dé la gana, un medio público no puede concederse ese capricho.