jueves, 2 de febrero de 2012

PHN, ¿ESTA VEZ SÍ?

A falta de que se nos vaya proporcionando más detalles, el hecho de que el Ministro Arias Cañete haya anunciado la creación de un nuevo Plan Hidrológico Nacional basado en el aprovechamiento de los caudales sobrantes (no otro es el objetivo de los trasvases) es ya una esperanzadora noticia para Murcia y el resto de la España necesitada del preciado bien. Aunque cabe resaltar que no es sino un compromiso más de los que se hallan recogidos en el programa electoral del PP, por mucho que los socialistas murcianos, con esa desfachatez que les caracteriza, hayan intentado sembrar dudas sobre su veracidad y posterior cumplimiento; con escasísimo éxito, por cierto, dado su último gran batacazo electoral (y van...). Pero, desde luego, al menos ahora se vislumbra algo de luz al final del túnel, después de casi ocho años, los de un socialismo zapaterista especialmente sañudo con Murcia, de oscuridad plena y persistente.

Porque, como ha resaltado el propio Ministro de Agricultura y Medio Ambiente, la alternativa zapaterista a los trasvases, el funesto Plan AGUA, se ha saldado con un fracaso sin paliativos. Tras la inmediata derogación del acueducto del Ebro contemplado en el Plan Hidrológico Nacional diseñado por el Gobierno de Aznar, y mientras el PSOE nos prometía que pese a ello tendríamos 'más agua, más barata y en menos tiempo' (aunque sin explicar cómo, claro está), en Murcia trataban de inculcarnos esa monumental memez, típicamente ecoprogre, que llamaban 'nueva cultura del agua'; como si aquí no supiéramos hacer un uso óptimo y 'sostenible' de un bien que, por su escasez y valor, tantísimo apreciamos y por el que tan alto precio pagamos. Encima, nos recompensaban con una serie de 'trasvases-cero' de un Tajo-Segura cuya supervivencia se ponía por primera vez en discusión, y por la que nuestros dirigentes políticos, regantes, agricultores y la gran mayoría de nuestra sociedad civil tanto tuvieron que bregar.

Pero tranquilos, nos decían, que tenemos la solución definitiva: sembranos las costas de desalinizadoras y asunto concluido. Sin embargo, en el caso de Murcia, solo se inauguró (eso sí, cinco veces para demostrar lo mucho que hacía el Gobierno socialista para resolver el problema del agua) la planta de San Pedro del Pinatar, cuya construcción para más inri se inició durante la última legislatura de Aznar; lo que no impidió que alguien se pavoneara e incluso calificara el acontecimiento como el nacimiento de un 'nuevo río para la Región de Murcia'. Aunque a Pedro Saura lo tenemos ya muy calado los murcianos, como tenemos ocasión de demostrarle una y otra vez en las urnas.

Según datos aportados por el Ministro, de las 51 desalinizadoras previstas en el dichoso Plan AGUA, solo funcionan 17, hay 15 todavía en construcción y el resto en tramitación burocrática o durmiendo el sueño de los justos. En cuanto a la cuenca del Segura, de las cuatro plantas erigidas en su momento, solo funciona una, la citada de San Pedro del Pinatar; y otra para consumo mixto, prácticamente inactiva. También se encuentran en construcción desalinizadoras en Torrevieja y Águilas. Desde luego, no cabe desechar el empleo de estas plantas como complemento de producción de agua destinada a abastecimientos; pero basar toda una planificación hidrológica en la desalación es un completo disparate: se trata de un procedimiento, además de contaminante (pese a obtener la aprobación de tantos ecologistas de salón), tremedamente caro (en el caso de Murcia, el agua procedente del Tajo y de la cabecera del Segura es mucho más barata), hasta el punto de que los agricultores se ven incapaces de pagarla.

Además de los trasvases, que habrá que concretar, Arias Cañete ha propuesto estimular la compraventa de derechos de agua entre cuencas, los conocidos como bancos de agua. Introducir fórmulas de mercado en materia de gestión hídrica constituiría un paso importantísimo y tremendamente beneficioso, ya que, al aplicarse, como demuestra la experiencia, el mejor mecanismo de asignación de recursos, cumpliría de forma eficaz el objetivo de llevar el preciado líquido de donde sobra hacia donde hace falta. Aunque para ello sería necesario que fuera la libre competencia basada en la oferta y la demanda la que marcara el precio del agua.

En cualquier caso, el propósito del Ministro de Agricultura es que a finales de 2013 el Plan Hidrológico Nacional quede definitivamente diseñado, culminado y aprobado. Confiemos en que, muy a pesar de los impedimentos que a buen seguro pondrán los palurdos y mezquinos de siempre, pueda por fin hacerse realidad ese gran proyecto de solidaridad entre españoles y vertebración nacional con el que ya soñaban los regeneracionistas de principios del siglo XX y que planificara Manuel Lorenzo Pardo en la Segunda República.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni un pam de terra, Ni una gota d'aigua!! tornarem a lluitar, tornarem a vèncer!!

NO AL PHN!

Anónimo dijo...

VAMOS A GANAR LA BATALLA!! NO NOS RENDIREMOS! YA NOS ESTAMOS ORGANIZANDO! PARA VOLVER A LUCHAR!