martes, 5 de enero de 2010

UNA PRESIDENCIA DE ESPERPENTO


La primera, en la frente. Bien poco han tardado en dejar en evidencia a la nueva y flamante presidencia de turno de la Unión Europea. Y no me refiero a la prensa del viejo continente, generalmente de uñas ante la que parecen considerar una indeseable inminencia, sino a aquellos malignos y traviesos 'hackers' que fueron capaces de boicotear la costosísima y recién estrenada web de la presidencia. Por desgracia, dos de las grandes e indiscutibles cualidades de este Gobierno, como son la improvisación y la incompetencia, empiezan ya a relucir a los ojos de toda Europa. Y no cabe en este caso echarle la culpa al Partido Popular; al menos al español, ya que tan lamentable 'hackeo' parece proceder de Alemania. ¿Tendrá por tanto algo que ver con ello la canciller Merkel, ávida de venganza ante quien en su momento le tachó de 'fracasada'?

Eso sí, nadie mejor para irrumpir en la página presidencial que el personaje humorístico interpretado magníficamente por Rowan Atkinson. Porque si la imagen de Zapatero se reflejara en el literario espejo cóncavo del Esperpento de Valle-Inclán, tendríamos al mismísimo Mr. Bean: Grotesco y deformado físicamente, pero igualmente frívolo, petulante, torpe y extravagante en su forma de ser y actuar. Al menos en su proceder como gobernante, como bien sabemos y sufrimos los españoles.


Y de Rowan Atkinson pasamos sin solución de continuidad a... Louis de Funes. Imaginemos ahora que es Moratinos quien se mira en la luna valleinclanesca: Se nos aparecería la figura de cualquiera de los personajes del histriónico cómico francés. Qué excelsos días de gloria ha vivido nuestra diplomacia de la mano de nuestro Ministro de Asuntos Exteriores, cuya gestión ha oscilado siempre entre el ridículo y el absurdo. Su último gran logro ha quedado también a la vista de toda Europa: Quien en las mismas instituciones comunitarias se ha distinguido por la defensa de la distensión y el diálogo con la tiranía criminal de los hermanos Castro, ha recibido de la misma una sonora bofetada al impedir la entrada a Cuba de un eurodiputado español. Para más inri socialista, pero es que, claro, los totalitarismos no admiten el más mínimo matiz. Aunque, eso sí, nadie podrá negarle a Moratinos el mérito de haber 'normalizado' las relaciones con el régimen comunista cubano: En efecto, nada es más normal que una dictadura como la castrista disponga arbitrariamente de la libertad de movimientos de un ciudadano y compatriota tuyo.

Pero el esperpento de la presidencia zapateril no ha terminado ahí. Incluso ha ido a más. Como si de una nueva versión del conocido clásico del género de terror se tratara, Zapatero ha tenido a bien desenterrar e insuflar vida a tres 'zombies' de la socialdemocracia más genuina, rancia y ruinosa: Jacques Delors, uno de los grandes promotores de la Europa burocrática e intervencionista que padecemos; Felipe González, a quien le cabe todavía el honor de ostentar el récord de tasa de desempleo en términos porcentuales, entre otras marcas difíciles de superar; y Pedro Solbes, cuyos dos cometidos como Ministro de Economía se han saldado con sendas crisis, a cual más grave.


De los patentes y aterradores resultados de las políticas inspiradas por este 'Comité de los Muertos Vivientes', y aplicadas con auténtico fervor ideológico por el Gobierno socialista español, han llegado a hacerse eco en 'The New York Times': Colas de parados cada vez más ingentes. Este es ni más ni menos que el espantoso y esperpéntico modelo que Zapatero pretende implantar en toda Europa. Pero, tranquilos, conciudadanos de Europa, que sólo serán seis meses. Los españoles, en cambio, y si Dios no lo remedia, deberemos soportar mucho más tiempo este suplicio. Aunque siempre nos quedará el humor para intentar distanciarnos de una realidad tan adversa y afrontarla así de la mejor manera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta vez no voy a comentar seriamente tu artículo ya que veo que te has pasado al humor, y en realidad es muy gracioso.

Sigue con el humor aunque procura que no sea tan sesgado ni tan tendencioso.

Espero que hayas pasado unas buenas navidades