viernes, 29 de enero de 2016

¿NOS VOLVEREMOS A ACORDAR DE LA ECONOMÍA?

Una nueva bajada histórica del paro (y van...). Según la Encuesta de Población Activa, el desempleo se redujo en 678.200 personas durante todo el año 2015, lo que supone un 12,4% menos que en 2014 y la mayor caída de la serie histórica. En cuanto a creación de empleo, el ejercicio anterior cerró con 525.100 nuevos puestos de trabajo, la cifra más elevada desde que irrumpió la crisis económica.

Con todo, 2015 terminó con 18.094.200 ocupados, su nivel más alto desde el cuarto trimestre de 2011, y con 4.779.500 parados, su cifra más baja desde finales de 2010. Así, la tasa de desempleo se situó al finalizar 2015 por debajo del 21%, concretamente en el 20,9%, lo que supone casi tres puntos menos que en 2014 (que estaba en el 23,7%): se trata de su nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2011.

Magnífico balance de uno de los mayores retos que tuvo que afrontar el Gobierno del PP de Rajoy, y el principal encargo que los electores le demandaron hace cuatro años: el de combatir la lacra del paro, que bajo el Ejecutivo del PSOE de Zapatero, recordemos, subió en 3,5 millones de personas. Pues bien, se ha logrado cambiar el panorama radicalmente en una legislatura en la que ha bajado el desempleo y generado puestos de trabajo a un ritmo sin precedentes.

Deberíamos tomar cumplida nota para no volver a las andadas: se ha demostrado sobradamente que la solución reside en un mercado de trabajo liberalizado y flexibilizado (como el que ha propiciado la reforma laboral, tan denostada por el PSOE de Sánchez y sus potenciales socios chavistas), y no en retornar a un sistema desincentivador, rígido y paternalista que, por cierto, heredamos básicamente del franquismo, pero al que tantos izquierdistas que presumen de acérrimos antifranquistas parece entusiasmar.

Pero España, además de crear la mitad de todo el empleo de la Unión Europea, es el país que más crece: un 3,2% del PIB, unos guarismos que no alcanzábamos desde 2007, en el inicio de una crisis cuya existencia se empeñaba en negar el Gobierno socialista de entonces. Cabe recordar que el PP de Rajoy heredó una economía en recesión, al borde del rescate y que destruía empleo de manera alarmante. Pues bien, en cuatro años se ha logrado revertir la situación: de ser 'el enfermo de Europa' a todo un ejemplo a seguir por las principales economías del Viejo Continente como Alemania, Francia e Italia, las cuales, pese a los 'vientos favorables' derivados de la caída del precio del petróleo que tanto se menta ahora, no logran ni de lejos tales cifras de crecimiento. 

Algo tendrán que ver las reformas económicas llevadas a cabo durante la última legislatura, que han establecido el marco adecuado para que una sociedad civil admirable, la española, sea capaz de dejar atrás la crisis económica más grave de la democracia. Ahora no es momento de retroceder con políticas izquierdistas fracasadas y típicamente intervencionistas, sino de seguir adelante profundizando en las medidas liberalizadoras y de rigor en el gasto adoptadas.

Aunque de momento, y en aras de la estrategia de continuar arrinconando al PP para impedir que gobierne por mucho que haya sido el más votado, y máxime ante la posibilidad de que haya elecciones dentro de escasos meses, unos datos económicos que al principio de la legislatura copaban los titulares de la prensa, ahora que llegan a adquirir un carácter histórico se les minimiza u oculta, cuando no, como en algunos casos, se presentan como negativos e incluso desastrosos. Y todo por no reconocerle la más mínima a una derecha que parece obligada a arreglar los desaguisados generados por la izquierda para que esta, encima, se lo reproche. La pregunta que cabe hacerse ante el panorama de los pactos de Gobierno es la siguiente: ¿nos volveremos a acordar de la economía y el paro?

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