martes, 2 de diciembre de 2014

EY, QUE EL PARO SIGUE BAJANDO, Y MUCHO...

Casi 15.000 parados menos en un mes tan poco propicio para la creación de empleo como es noviembre, hasta el punto de ser el mejor dato de toda la serie histórica: hay que tener en cuenta que en noviembre siempre ha subido el desempleo, excepto el año pasado, cuando también bajó aunque de forma mucho menos sensible: en 2.500 personas. Tremendamente significativo, pues, tamaño punto de inflexión. Además, el pasado mes terminó con más de 5.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social: la cifra más positiva desde 2007, antes de que empezara la crisis. Así pues, noviembre tampoco ha sido un obstáculo para que continúe creándose empleo neto.

En términos interanuales, el paro se ha reducido en 296.792 personas, la mayor caída desde 1998. En cuanto al número de cotizantes a la Seguridad Social, hay 402.209 afiliados más que hace un año.

A semejantes e inéditos guarismos de reducción del desempleo (y de creación de puestos de trabajo) que se llevan publicando desde hace aproximadamente año y medio se les suele poner el mismo pero: se trata de empleo temporal, e incluso 'precario' (como si los contratos sin Seguridad Social de la época del socialismo felipista no los hubiese derogado el PP en su momento). Pues bien, cabe resaltar que en noviembre subió la contratación indefinida en un 25% con respecto al año anterior. Se hace camino al andar.

Pese a que parece ser que las cifras del paro han dejado de ser noticia desde que empezaron a bajar de manera sostenida (exactamente igual que en el caso de la prima de riesgo, por cierto; hace años, al menos desde que gobierna el PP, muchos se empeñan en destacar solo lo negativo y pintar un desastre general), no está de más recordar que el más nefasto de los legados del PSOE de Zapatero fueron unos altísimos niveles de desempleo, sin precedentes en nuestra historia, que el Gobierno que tomara el relevo debía afrontar como prioridad para solventarlo; esto es, al PP se le votó en gran medida para que 'arreglara' el problema del paro. Y aunque es evidente que todavía queda mucho por hacer en la materia, se están cumpliendo objetivos a un ritmo tan rápido como inusual y en un entorno económico no excesivamente favorable.

Si el paro no bajara como lo está haciendo, al Gobierno de Rajoy se le crucificaría, y no sin justicia, por no ser capaz de superar el reto primordial de nuestra economía, de hacer realidad la demanda más importante de la sociedad española. De hecho se le llegó a pedir su dimisión en el primer tramo de la legislatura, cuando una economía todavía sometida a unos ajustes tan duros como ineludibles continuaba destruyendo empleo. Bien, ahora la tendencia ha cambiado de forma radical, por lo que algún mérito, siquiera mínimo, habrá que atribuirle al mismo al que se le responsabilizaría de una coyuntura mucho menos positiva.

1 comentario:

Maribeluca dijo...

El disgusto que tienen algunos, en particular Roberto Centeno...