'Hemos plantado cara al Estado y hemos ganado'. El líder de Esquerra Republicana de Cataluña, Joan Puigcercós, no podía definir de mejor manera el último y escandaloso sometimiento del Gobierno de Zapatero al nuevo chantaje del independentismo catalán. Claudicación en cierto modo voluntaria, ya que ha sido el propio Zapatero, desde que ganó las elecciones generales en 2004, quien ha elegido como socio preferente y sostén de su Gobierno a una organización secesionista; en quien a su vez se apoya el 'partido hermano' del PSOE, el PSC, para gobernar la Generalitat catalana.
Así pues, puesto que el mantenimiento de los socialistas en el poder depende tanto de los escaños que aporta el PSC en el Congreso de los Diputados (sin los cuales incluso perderían la mayoría simple) como de los votos de ERC, el resultado está cantado: En el reparto de 11.000 millones de euros de financiación autonómica (que, por supuesto, incrementarán aún más nuestro abultado déficit), Cataluña, que representa apenas el 16 por ciento de la población española y el 18 por ciento del PIB nacional, recibirá 3.800 millones de euros, es decir, nada menos que el 35 por ciento de esa partida. Si a este porcentaje le sumamos el 15 por ciento que le corresponderá a Andalucía (granero de votos que hay que mimar especialmente, claro), tenemos que la mitad de la financiación se destinará a sólo dos Comunidades Autónomas, mientras que la otra mitad se la repartirán entre... ¡las trece restantes! Que aún así pretendan convencernos de que el nuevo sistema de financiación 'garantiza la igualdad' es una auténtica tomadura de pelo.
La Constitución asigna al Gobierno de la nación un cometido primordial en el Estado de las autonomías, que no es otro que el de velar por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español (artículo 138). Por desgracia, la plena vigencia del 'Estatut' catalán, propiciada por la vergonzosa y medrosa inhibición del Tribunal Constitucional, hace tiempo que ha convertido en papel mojado a nuestra Carta Magna; así, se impone la 'bilateralidad' de las relaciones entre España y Cataluña, de igual a igual, sin tener por tanto en cuenta las necesidades de las demás Comunidades Autónomas. Y lo cierto es que el presidente del Gobierno se presta con entusiasmo a cumplir los preceptos de un 'Estatut' con el que, no lo olvidemos, se implicó personalmente, entre declaraciones del tenor de que el concepto de nación española es 'discutido y discutible'. Sabemos de sobra que a Zapatero no le quitan el sueño principios consagrados por nuestra Constitución, como los de igualdad y solidaridad entre los españoles. Porque, por mucho que presuma de izquierdista, no le importa que se promueva que haya españoles de primera y de segunda con tal de que se garantice su permanencia en el poder.
También está quedando claramente de manifiesto lo inmensamente caro que nos está saliendo a los españoles el independentismo catalán. A la hora de la verdad, la 'nació catalana' no puede vivir sin España, sin los impuestos de todos los españoles. Cabe preguntarse qué va a ser de Cataluña si alguna vez los secesionistas cumplen su objetivo. Una vez que les hayamos pagado entre todos la independencia, claro.
4 comentarios:
Acabo de descubrir el Blog. Grata sorpresa.
Con referencia a esta reflexión sobre el independentismo comentaré que fue bochornoso oir a J.Ridao decir que "si Zapatero no les daba unos cientos de millones más, pues simplemente eso querría decir que Zapatero no necesitaba el apoyo de Esquerra en el futuro".
Creo que no se puede ser más zafio, desaprensivo, egoista e insolidario. Estos son los nacionalistas cuando la careta se les cae.
En gente como esta se apoya nuestra actual Democrácia. ¿Vivimos en una Democrácia?
Me alegra mucho que te haya gustado mi bitácora, amigo anónimo. Espero seguir contando con tus comentarios y aportaciones.
Un saludo muy cordial.
El independentismo catalán nos sale pero que muy caro, porque los egoistas/insolidarios catalanes no solo pretenden ser la “élite” de la población española, cosa que ZP cautivo les va otorgando sino que además Cataluña es una región que en muchas áreas bloquea/tapona al resto de los españoles en el sentido de que no haya igualdad de oportunidades laborales.
Por ejemplo, un profesor catalán puede ir a dar clase a una escuela, instituto o universidad fuera de Cataluña, pero no a la inversa, porque con el tema de saber catalán quedan bloquadas/taponadas las plazas.
La chica del tiempo de la televisión catalana (Mónica López) puede ir a dar el tiempo a Madrit (como pronuncian los catalanes), pero un especialista español en meteorología no puede dar el tiempo en una televisión catalana porque condición “sine qua non” es saber catalán…y pronunciarlo fonéticamente como si fuese su lengua materna. También se necesita título de catalán para ser técnico (por ejemplo cámara) en las televisiones de Cataluña (tema que conozco de primera mano), una insolidaria forma, como otra de apoderarse de todos los puestos de trabajo, poniendo todos los palos en las ruedas posibles al resto de los españoles, mientras los catalanes tienen VIA LIBRE en España, para meterse a trabajar donde quieran.
Y no hablemos de los locutores que inundan las emisoras, Gemma Nierga., Francino, Milá, los presentadores de TV como María Casado. Estos catalanes inundan los medios de comunicación españoles, pero no a la inversa…….NO ES JUSTO…….pero lo hacen tan sutilmente…….y ya está…….”ya nos la han vuelto a pegar” y como ya está hecho pues no hay vuelta atrás…..ellos piensan que los españoles se acostumbran a todo y sutilmente (ellos dicen “como mancha de aceite/com taca d’oli”) lo van invadiendo todo, ellos tienen todas las oportunidades laborales en España, y están preparando leyes para que la gente que no sabe catalán no pueda ni dedicarse a la albañilería en Cataluña.
Todo esto dentro de la escala de valores catalana del “pillín”, porque aquí un título universitario, un master, un doctorado no valen nada, lo que vale es “dársela con queso” a alguien……grandes ejemplos tenemos con el presidente del parlamento catalán Benach que no tiene estudios de nada, con el presidente Montilla, más de lo mismo o con Corbacho cuya especialidad o perfil profesional está por conocer……aquí lo que hay que hacer es “medrar” en plan listillo. Y como les funciona…..porqué van a cambiar………
Querido amigo murciano. Soy una catalana de 40 años hija de emigrantes de otras ciudades españolas. Sólo quiero comentarte que si un dia te vienes a vivir a Barcelona unos años podras comprobar la pesima calidad e vida que tenemos y las pocas ayudas que recibimos los catalanes.
Sólo hacemos que pagar y pagar por todo y a cambio no recibimos ni la mitad de servicios que en otras provincias.
Estoy de acuerdo en ser solidarios con el resto del pais, pero actualmente con un sueldo de 1000 euros (que cobramos la mitad de los catalanes) al nivel de vida que tenemos aqui no tienes ni para empezar (autopistas de pago, impuestos altisimos, recibos de casa exhuberantes, escasas guarderias y colegios publicos. . .) Aqui se paga por todo, hasta por respirar.
Yo tengo familiares en otras provincias y los precios de muchas cosas son menores y la calidad de vida mayor.
En lo que es Barcelona y Area metropolitana vivimos hacinados en pisos pequeños y horrorosos, con un monton de paro y de inmigracion que no tienen trabajo.
El resto de España os pensais que los catalanes somos ladrones y mi familia de fuera se rie de mi por lo poco que cobro, lo mal que vivo y lo mucho que tengo que pagar.
Os pensais que Catalunya es una vaca que se le pueda exprimir como querais, pero a la vaca de tanto ordeñarla se le han secado las ubres y ahora esta cabreada, muy muy cabreada porque no puede dar de comer a sus crias.
Os recomiendo a todos viajar un poco mas, ser mas poliglotas y no tan cerrados para que podais ver la realidad de otros lugares, no solo de Catalunya, y asi poder hacer una valoracion de las cosas antes de descalificar a un pueblo trabajador y emprendedor como el catalan, que esta cansado de los estereotipos que nos quieren crear los políticos, tanto los españoles como los catalanes.
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