martes, 16 de diciembre de 2008

PATENTE DE CORSO 'VERDE'


Uno de los negocios más boyantes en la actualidad es colocarse la etiqueta 'verde' y anunciar que, merced a la maldad intrínseca del hombre ante la benéfica naturaleza, los peores desastres y calamidades que podamos imaginar están por venir. Se cuenta para ello con la inestimable ayuda de unos medios de comunicación generalmente muy receptivos ante estos mensajes catastrofistas. Y es que es muy propio de la especie humana temer un implacable castigo divino y su peor consecuencia: La llegada del apocalipsis. Ahora son estos nuevos profetas quienes se encargan de denunciar y condenar esos nuestros pecados que provocan irremisiblemente la ira de Dios. Pero, claro, con un discurso adaptado a los tiempos y absolutamente 'laico', faltaría más. Quien sepa combinar convenientemente estos ingredientes puede ser capaz de conseguir, bien cuantiosas subvenciones de las que poder vivir, bien ingresos multimillonarios, como es el conocidísimo caso del agorero Gore, cuyos éxitos pecuniarios son tan inagotables como la gran cantidad de energía que consume diariamente. Porque estos líderes ecologistas no creen conveniente predicar con el ejemplo, ya que les resulta francamente difícil renunciar a las comodidades de ese sistema capitalista que en teoría pretenden socavar. Que ahorren otros, pues.
Presentarte como ecologista te confiere además una ventaja muy apreciable en estos tiempos: Patente de corso para mentir. Y además, nunca se sienten en la obligación de rectificar o pedir perdón cada vez que sus embustes quedan acreditados. Cabe recordar que desde finales de los sesenta muchos 'verdes' nos alertaban de que, en un plazo de quince o veinte años, el 'capitalismo depredador' iba a terminar con recursos naturales como el oro, la plata, el petróleo o el gas natural. Y que incluso las hambrunas arrasarían, cómo no, EEUU y Gran Bretaña, precisamente los adalides del libre mercado. De eso mismo se trataba: De desprestigiar a la economía de mercado. Porque, en cambio, nada decían de los desastres ecológicos producidos por la industrialización forzosa que entonces emprendían los países del bloque comunista. Y en qué han quedado esos anuncios del próximo advenimiento de la Edad del Hielo (profecía sustituida por el calentamiento global) y de los daños irreparables producidos por esos peligrosísimos agujeros que poblaban la capa de ozono.
El nuevo apocalipsis 'verde' se llama calentamiento de la tierra, perfecto ejemplo de 'pensamiento único' impuesto por la ecoprogresía mundial, so pena de sufrir las tinieblas terrenales en caso de que se ponga mínimamente en cuestión. Pues bien, como es sabido, el mediático grupo 'Greenpeace', más 'ecolojeta' que nunca, tuvo a bien echar una mano (al cuello) a la Región de Murcia y presentar un montaje fotográfico en el que aparecía una Manga del Mar Menor completamente devastada. A la vez, y aportando como argumento una capacidad de inventiva verdaderamente enfermiza, nos aseguraban que así estaríamos dentro de cincuenta años. Muy largo nos lo fiaban, puesto que muchos no sabemos si tras ese período habitaremos todavía en este mundo. Supongo que será también el caso de quienes idearon tan burda manipulación, a los que muy posiblemente no cabrá reprocharles nada entonces. Pero el daño infligido al turismo de nuestra Región es un hecho. Me parece, por tanto, una excelente noticia que alguien se haya atrevido a presentar una demanda contra el que no deja de ser un 'lobby' tan poderoso como pernicioso. Por algo se empieza. Ojalá llegue el momento en que por fin deban responder y responsabilizarse de todas sus patrañas.

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