martes, 20 de octubre de 2009

UN MINISTRO VIL PARA UNA RUIN POLÍTICA EXTERIOR


Después de rendir la correspondiente pleitesía al déspota hermanísimo del tiranosaurio, el propio Moratinos se encargó de resaltar uno de los indiscutibles logros de la actual política exterior española: 'Las relaciones con Cuba se han normalizado'. En efecto, el Gobierno de Zapatero ha conseguido restablecer los vínculos de España con la indeseable y abyecta dictadura castrista. Y ha sido muy fácil: En lugar de denunciar en los foros internacionales los atropellos a la vida, los derechos y las libertades de los cubanos, se pone sordina a los crímenes y desmanes del régimen comunista; en puesto de apoyar y situarse al lado de la disidencia democrática, se la desprecia y se la veja; y, lejos de liderar en la comunidad internacional iniciativas para que la dictadura evolucione de una vez hacia la democracia, se ejerce de abogado defensor de la misma. Justo lo contrario de lo que hizo Aznar, faltaría más.

En cualquier caso, el compadreo del Gobierno socialista con la tiranía criminal de los hermanos Castro es un monumento a la obscenidad. Este indigno comportamiento debería ser una auténtica vergüenza para todo aquel que se considere demócrata. Pero no parece que sea así para la izquierda, que, pese a llenársele la boca siempre que puede hablando de 'derechos humanos', tradicionalmente ha tratado con mucho mimo a las dictaduras apellidadas 'comunistas', 'socialistas', o, simplemente, 'de izquierdas'. En el fondo, les molan. Les consideran sus hermanas; descarriadas (aunque no mucho), pero hermanas al fin y al cabo. Experimentos sociales que, dados sus elevados fines, hay que tener en consideración. Y les da igual la mucha sangre derramada y el cuantioso coste en vidas humanas que suelen acarrear estos regímenes revolucionarios tan 'bienintencionados': Los sanos ideales de la izquierda han de prevalecer por encima de todo.

Nadie mejor que un personaje tan vil como Moratinos para llevar a cabo una política exterior verdaderamente ruin. No contento con humillar a la oposición democrática, a la que, además de no recibir, se permitió definir como 'un sector de la sociedad cubana' cuando precisamente la dictadura castrista la excluye violentamente de ella, en su regreso a España se permitió presumir del mérito de haber logrado la liberación de ¡dos presos políticos! ¿Cuántas bajadas de pantalones ante la tiranía cubana va a tener que seguir escenificando entonces Moratinos para que salgan a la calle los más de doscientos cubanos que cumplen pena por motivos políticos? Y mientras tanto, ¿a cuántos más va a seguir encarcelando y torturando el régimen ante la aquiescencia de su muy amigo Gobierno de Zapatero?

1 comentario:

patriber dijo...

Estos son los amigos que nos busca ZP, ya se sabe...la Cuba de Castro, Marruecos, Venezuela.... cualquier dia nos traerá a Chaves a dar un discurso procastrista a la tribuna de honor de nuestro Parlamento....Dios mio!!! En manos de quien estamos??????