lunes, 24 de octubre de 2016

EL PSOE DECIDE, SOBRE TODO, NO SUICIDARSE

 
El mismo día en que se publicaban unas encuestas catastróficas para el PSOE (con unos niveles de intención de voto del ... ¡15%!), el Comité Federal socialista optaba finalmente, y tal y como se preveía, por la abstención y, con ello, por no obstruir la formación de un Gobierno del partido y candidato más votados por los españoles: recalquémoslo una vez más, porque hay quienes andan empeñados en ocultar detalle tan importante, al menos desde un punto de vista democrático. ¿Con el objetivo patriótico de mirar por el bien de España y su necesaria estabilidad política y económica, por una vez y de manera bien tardía? Reconozcámoslo: sobre todo, con el fin de evitar unas terceras elecciones que serían absolutamente calamitosas para sus intereses especialmente en la actual coyuntura: esto es, con el partido roto de resultas fundamentalmente del alzamiento "baronil" contra el contumaz inmovilismo del "noyno" sanchista, en cotas electorales de auténtico subsuelo derivadas de un desgaste que parece no tener límites y, encima, viéndose en la obligación de buscar deprisa y corriendo un candidato a la presidencia del Gobierno que se preste heroicamente a semejante menester.

Vamos, que, en realidad, lo que dictaminaba el máximo órgano del PSOE, por 139 votos frente a 96, era no ir de cabeza al suicidio colectivo y, de esta forma, darse a sí mismos tiempo para intentar restañar sus heridas, unificar el partido y retomar fuerzas para volver a ser esa gran alternativa nacional de centro-izquierda.

Aun así, todo parece indicar que la controversia interna que todavía anida en el PSOE se manifieste también en el propio Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los Diputados durante la investidura del incombustible Mariano Rajoy. Pero, afortunadamente, los escasos siete escaños del Partido Socialista de Cataluña, los apenas dos de los socialistas baleares, y los (o las) de unos cuantos (o cuantas) irreductibles del "sanchismo" como la aragonesa Susana Sumelzo o la "independiente" Margarita Robles, van a ser absolutamente insuficientes como para impedir que España tenga por fin Gobierno: cabe recordar que bastan once abstenciones para que Rajoy sea investido presidente en segunda votación. Lo que sí es todavía un misterio es qué hará el propio "Míster NoesNo" cuando haya que retratarse en el Congreso: ¿desacatará el mandato de un Comité en el que, por cierto, no ha participado y entonará henchido el "no", o preferirá ausentarse del hemiciclo cuando llegue el momento?

Quizá haya planeado unas nuevas vacaciones para entonces, quién sabe. Serían, precisamente, sus terceras.

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