martes, 26 de mayo de 2009

UNA MENTIRA CONTUMAZ


Hemos tenido la oportunidad de comprobarlo en el primer 'cara a cara' televisado entre Jaime Mayor Oreja y Juan Fernando López Aguilar. Acorralados por la cruda realidad de la crisis económica, los dirigentes y candidatos socialistas no se van a privar del uso y abuso de todas las consignas, tópicos, mantras y lugares comunes más característicos de la progresía. De esta forma intentarán salvar los muebles de unos comicios europeos que se les presentan adversos, y el tiempo dirá si en esta ocasión la estrategia será efectiva.

Aplicando a rajatabla la máxima goebbelsiana de que una mentira repetida numerosas veces acaba convirtiéndose en verdad, uno de esos lemas consiste en reiterar machaconamente que el origen de la burbuja inmobiliaria se encuentra en una Ley del Suelo que, aprobada por el Gobierno de Aznar, liberalizaba todo el territorio nacional. Patraña que ya utilizara Zapatero en su segundo debate electoral con Rajoy, y que tanto entusiasmo ha despertado tanto en el PSOE como en las izquierdas de diverso pelaje y colorido, incluida la 'verde'. Ahora bien, se oculta deliberadamente que tal Ley, promulgada en 1996, fue declarada inconstitucional por Sentencia 61/97 del Tribunal Constitucional, que, en una de sus jornadas memorables, argumentaba que se inmiscuía en competencias exclusivas de las Comunidades Autónomas. Así pues, difícilmente pudo producir esas secuelas tan devastadoras que falsamente le atribuyen Zapatero y sus adláteres.

El propósito liberalizador de la derogada Ley era indiscutible: Pretendía impedir que los ayuntamientos especularan con el valor del suelo y adecuar la oferta a la demanda, con el fin de contener unos precios que por entonces empezaban a dispararse en el sector inmobiliario. Pero, obviamente, las medidas que contemplaba no se llevaron a efecto. En cambio, la expansión crediticia provocaría una demanda artificialmente alta frente a una oferta constreñida generalmente por el poder municipal, lo que daría lugar a un desproporcionado aumento del precio de la vivienda. La solución que aportaría el Gobierno de Zapatero es una Ley del Suelo (ésta sí, vigente desde 2007) intervencionista hasta los tuétanos, que ha acabado dándole el tiro de gracia a un sector herido de muerte por la crisis del crédito.

Esta es la pura realidad de la conocida como burbuja inmobiliaria. La insistencia en culpar de la misma a lo que llaman 'ultraliberalismo' de la época de Aznar no es sino una consigna basada en una mentira contumaz.

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